MVM, un c¨®ctel fuera de serie

Era un grande del oficio, y este libro (La construcci¨®n de un columnista. Obra period¨ªstica, 1960-1973. Debate) es un tesoro que traza un retrato de la ingente obra period¨ªstica de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n (MVM), que super¨® los 9.000 art¨ªculos. Escribi¨®, desde 1960 hasta 2003, cuando muri¨® en Bangkok a los 64 a?os, entrevistas, cr¨®nicas, an¨¢lisis internacionales, columnas... Y jam¨¢s fall¨®, siempre al pie del ca?¨®n. Una vez se le extravi¨® una columna (para EL PA?S, donde colabor¨® desde los ochenta). Pero jam¨¢s dej¨® colgado a un redactor jefe.

Eso es lo que dice uno de esos redactores jefes que tuvo, V¨ªctor M¨¢rquez Reviriego: "Jam¨¢s nos dej¨® tirados". Jos¨¦ ?ngel Ezcurra, el director de la m¨ªtica revista Triunfo (por cuyo trabajo Ezcurra acaba de merecer el premio Miguel Moya de la Asociaci¨®n de la Prensa), recuerda una frase de V¨¢zquez Montalb¨¢n: "Haber asistido a la demolici¨®n del franquismo desde Triunfo ha valido m¨¢s que todos mis premios".

Rompi¨® costuras, mezclando la alta cultura con la cultura popular

Y tuvo muchos. Pero el periodismo fue su premio. Si se repasa este libro, editado por Francesc Salgado, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, uno no encuentra s¨®lo al periodista que fue sino al poeta, al memorialista, al entrevistador... Natalia Figueroa, periodista y poeta, que ten¨ªa 20 a?os cuando V¨¢zquez Montalb¨¢n empezaba a ejercer el periodismo en la Soli (la Solidaridad Nacional, el peri¨®dico del Movimiento en Barcelona), se someti¨® a sus preguntas. Cuarenta a?os despu¨¦s ella no recordaba que "un intelectual de esa talla, un poeta" pasara un rato con aquella chiquilla que hab¨ªa acudido a Barcelona, recientes sus primeros versos, para participar en la Gala de la Seda, "una fiesta de amor y lujo" de la alta sociedad en la que tambi¨¦n estaba Sacha Distel.

Esa entrevista ("Natalia Figueroa se presenta"), como tantas de las que festonean La construcci¨®n de un columnista, revela ya al V¨¢zquez Montalb¨¢n que luego escribir¨ªa en Triunfo su Cr¨®nica sentimental de Espa?a, "lo mejor de su periodismo", para M¨¢rquez Reviriego. En la entrevista a Natalia Figueroa, MVM le recomienda a sus poetas (Machado, Tagore y Juan Ram¨®n Jim¨¦nez).

Distante, casi indiferente, el periodista va introduciendo su personalidad como un estilete. Lo har¨ªa luego, recuerda Salgado, con Jos¨¦ Manuel Lara, editor de Planeta, Juan Mars¨¦, Joan Manuel Serrat, Raimon. Mars¨¦ tiene la memoria fresca de quien, tras la primera entrevista, en 1960, ser¨ªa ya su amigo. "Puse una botella de co?ac en medio, yo iba muy serio y ¨¦l sonre¨ªa; probablemente ante mi solemnidad. Se daba cuenta de lo novato que era yo, y aunque ¨¦l tambi¨¦n era novato ten¨ªa un bagaje incre¨ªble de cultura". Le dijo de co?a Mars¨¦: "?Te das cuenta de que escribes en un peri¨®dico del Movimiento?". Y MVM le espet¨® en seguida: "Toda la prensa en este pa¨ªs es del Movimiento".

V¨¢zquez Montalb¨¢n fue encarcelado. Y en prisi¨®n escribi¨® su Informe sobre la informaci¨®n. Su mujer, Anna Sell¨¦s, le recuerda, como Mars¨¦, y como Salgado, "rompiendo costuras, mezclando la alta cultura con la cultura popular, el f¨²tbol con la poes¨ªa, y la poes¨ªa con la pol¨ªtica". Ten¨ªa "precisi¨®n y solvencia", dice Mars¨¦. "En 10 minutos fabricaba un art¨ªculo de fondo sobre pol¨ªtica internacional", recuerda el novelista de Encerrados con un solo juguete, con quien fund¨® Por favor.

Antonio Franco, ex director de El Peri¨®dico de Catalunya y de la edici¨®n catalana de EL PA?S, le conoci¨® cuando conspiraban contra el franquismo los periodistas catalanes, a principios de los setenta. "?l ten¨ªa el prestigio intelectual del periodista valioso y serio; fue un gran entrevistador porque era culto, no se le escapaba nada; desnudaba las ideas del otro. Nos deslumbraba porque empez¨® a utilizar un lenguaje moderno completamente distinto al que imperaba en los a?os del silencio. Nos ense?¨® a contextualizar las informaciones, y eso lo hizo usando una ret¨®rica que llevaba su sello. Era un p¨¢jaro con mucha memoria".

Dice Anna Sell¨¦s: "Acumulaba, hasta que se sentaba a escribir. Y entonces explotaba su estilo. Ten¨ªa un gran bagaje de lecturas, que maduraban en ¨¦l... Su memoria era bestial. Me contaba cosas de cuando ten¨ªa tres a?os, y eran verdad, hab¨ªan sucedido. Todo eso dio de s¨ª el c¨®ctel que se llam¨® Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n".

Raimon tambi¨¦n le conoci¨®, como Antonio Franco, conspirando. Pero 10 a?os antes, en 1963. Le entrevist¨®, c¨®mo no, entrevist¨® a todo Dios. "Yo hab¨ªa publicado Al vent y ¨¦l hab¨ªa publicado Informe sobre la informaci¨®n. Cuando nos juntamos ¨¦l pensaba si yo era tan verdadero y yo pensaba si lo era ¨¦l... ?l era un chico de izquierdas, con un escepticismo fuerte frente a los entusiasmos, muy l¨²cido. No era simp¨¢tico ni quer¨ªa seducir, ni era esquem¨¢tico. Pero te miraba y desnudaba tus respuestas".

Para Serrat (Norte-sur acaba de editar un di¨¢logo de MVM con ¨¦l, de 1973), fue "un referente, hasta hoy". Se mov¨ªa "con tanta facilidad" en "aquella ensalada que viv¨ªamos, en la que todo parec¨ªa tan fragmentado... No se negaba a ninguna de las tentaciones: el f¨²tbol, la cocina, la pol¨ªtica... Y lo hac¨ªa todo bien y de una manera urgente... Hay una foto suya saliendo de Casa Leopoldo, con una bolsa de pl¨¢stico en la mano... Y esa foto me recuerda lo que dijo en Ep¨ªlogo cuando le pidieron una frase memorable y dijo: 'Quien calcula compra en Sepu".

El humor de MVM es parte esencial del c¨®ctel del que habla Anna Sell¨¦s. "Era", dice Salgado, "un periodista de calle, que manten¨ªa una frescura que s¨®lo da el trabajo de la cr¨®nica". Hasta ahora este c¨®ctel estaba "enterrado en las hemerotecas". Su publicaci¨®n en libro es una noticia mayor para el periodismo espa?ol del siglo XX. El segundo tomo ir¨¢ desde 1973 hasta que este hombre muri¨® en la calle, corriendo por un aeropuerto de los mares del sur, uno de los territorios de sus sue?os.