Ataque de miedo en Stuttgart
Un tanto de Ibrahimovic rescata al Barcelona de su mal partido
Ning¨²n equipo percibe mejor la derrota que el Barcelona. Alrededor del equipo hab¨ªa una desconfianza generalizada desde su ca¨ªda en el Calder¨®n, inexplicable desde el punto de vista de los n¨²meros y, sin embargo, muy constatable en el entorno barcelonista, sobre todo desde que a Cruyff le pareci¨® que los azulgrana hab¨ªan jugado el s¨¢bado contra el Racing su peor partido desde que Guardiola se sienta en el banquillo del Camp Nou. La palabra de Cruyff fue suscrita por Guardiola nada m¨¢s llegar a Stuttgart y, efectivamente, en el Mercedes Benz Arena compareci¨® la peor versi¨®n del Bar?a. As¨ª de sensible es el Barcelona, descifrable ¨²nicamente para quienes le han parido y sufrido, redimido finalmente en Alemania por una jugada afortunada, tocado por la suerte del campe¨®n. Nada nuevo respecto al a?o pasado, por otra parte, pues entonces los azulgrana salvaron el marcador en Lyon despu¨¦s de una noche esperp¨¦ntica.
STUTTGART 1 - BARCELONA 1
Stuttgart: Lehmann; Celozzi, Tasci, Delpierre, Molinaro; Gebhart (Rudy, m. 84), Tr?sch (Kuzmanovic, m. 57), Khedira, Hleb; Cacau y Pogrebnyak (Marica, m. 63). No utilizados: Ulreich; Osorio, Hilbert y Niedermeier.
Barcelona: Vald¨¦s; Puyol, M¨¢rquez (Gaby Milito, m. 57), Piqu¨¦, Maxwell; Xavi, Tour¨¦ (Henry, m. 52), Busquets; Messi, Ibrahimovic e Iniesta. No utilizados: Pinto; Bojan, Pedro, Bartra y Jonathan.
Goles: 1-0. M. 25. Cacau cabecea un centro lateral de Gebhart. 1-1. M. 51. Ibrahimovic resuelve tras un rechazo a disparo suyo.
?rbitro: B. Kuipers (Hol.). Amonest¨® a M¨¢rquez, Gebhart, Molinaro, Piqu¨¦ y Khedira.
Mercerdes-Benz Arena: unos 40.000 espectadores.
Los azulgrana est¨¢n con gripe, alejados del campo y desenchufados
El empate aturdi¨® al Stuttgart, v¨ªctima de una actitud reverencial
El Barcelona qued¨® tambi¨¦n paralizado en Stuttgart, y si no perdi¨® como tem¨ªa fue porque los alemanes, m¨¢s inexpertos y menos equipo, quedaron en fuera de juego tras encajar el gol de Ibrahimovic, tan certero en el tiro como desafortunado en su acutaci¨®n global. Si el partido se planteaba desde el punto de vista azulgrana como un chequeo, el Barcelona est¨¢ con gripe, desenchufado del f¨²tbol. Ha llegado el tiempo de sobrevivir m¨¢s que de pedir actuaciones solemnes o grandilocuentes en la Liga y en Europa, y ya se sabe que la Champions se pierde en febrero y se gana en mayo.
La seriedad con la que el Bar?a afront¨® el encuentro se plasm¨® solo en la alineaci¨®n. Guardiola arriesg¨® con Xavi, convaleciente de una lesi¨®n, y remat¨® con Iniesta de delantero. Ausentes los laterales Alves y Abidal, jugaron los azulgrana con sus futbolistas m¨¢s fiables, a excepci¨®n seguramente de M¨¢rquez, m¨¢s fr¨¢gil que Milito. Al t¨¦cnico le interesaba atacar bien para defender mejor, consciente de que los errores penalizan en Europa. Acad¨¦micamente, el planteamiento era impecable; futbol¨ªsticamente fue de salida un desastre.
Equipo agresivo y de pierna dura, el Stuttgart se despleg¨® con una energia extraordinaria. Una jugada retrat¨® el paisaje al poco de comenzar. Messi se resbal¨® al pisar el ¨¢rea y la pelota acab¨® en manos de Vald¨¦s despu¨¦s de una r¨¢pida transici¨®n en superioridad num¨¦rica del Stuttgart. A partir de los balones divididos, los alemanes alcanzaron el marco de Vald¨¦s con tanta reiteraci¨®n que por momentos el Barcelona se expuso a una goleada. Cacau tuvo hasta tres remates francos despu¨¦s de batir a Vald¨¦s. Al portero azulgrana le exig¨ªan tanto los delanteros rivales como sus propios defensas, mal puestos y desbravados. El f¨²tbol organizado y f¨ªsico alem¨¢n descuartizaba el juego fl¨¢cido de los barcelonistas.
A la falta de profundidad y velocidad, a?adi¨® el Barcelona serios problemas para combinar y llegar al marco de Lehmann. No hab¨ªa manera de ganar espacio en cancha ajena, ni de girarse y filtrar un pase interior, ni tampoco de tirar un desmarque. Las p¨¦rdidas de bal¨®n fueron reiteradas. No hab¨ªa rastro de Ibrahimovic, los medios quedaron desperdigados y perdieron toque, mientras la zaga aparec¨ªa m¨¢s vulnerable que nunca.
Al rescate del Bar?a acudi¨® Piqu¨¦, que se gan¨® ¨¦picamente una pelota en el ¨¢rea contraria que Ibrahimovic agradeci¨® en un doble remate al poco de comenzar el segundo acto del encuentro. Una jugada tan afortunada como decisiva para el desenlace del partido y puede que de la eliminatoria. El empate seren¨® el juego barcelonista y aturdi¨® al Stuttgart, v¨ªctima de una actitud reverencial hacia el campe¨®n, resignado despu¨¦s de pedir dos penaltis al ¨¢rbitro cuando atacaban como una manada de b¨²falos. A los azulgrana les result¨® relativamente f¨¢cil imponer su f¨²tbol control desde que firmaron el empate. Los goles en campo contrario tienen un valor doble y act¨²an como un martillo los equipos locales. El Barcelona le perdi¨® el miedo al partido con el tanto de Ibrahimovic, dej¨® de tartamudear con el bal¨®n y empez¨® a conducir menos y a tocar m¨¢s y mejor. El barcelonismo entendi¨® que el riesgo de perder era tan alto que el empate le supo a gloria bendita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.