El juego democr¨¢tico

Resulta vergonzoso, y a la vez pat¨¦tico, comprobar el desconocimiento de los procedimientos democr¨¢ticos por quienes se dedican a la pol¨ªtica. Esta ignorancia se hace m¨¢s notable en la actualidad en el PP, que presume ostentosamente de ser la alternativa de gobierno m¨¢s cualificada. En democracia, la primera responsabilidad es ciertamente del Gobierno, y es ¨¦ste el que debe proponer iniciativas ante el resto de partidos que forman el arco parlamentario. Pero el resto de formaciones debe cogobernar, estudiando y valorando las propuestas del Gobierno para apoyarlas o rechazarlas presentando a su vez otras opciones que se consideren m¨¢s acertadas.

El juego de la democracia consiste en que la C¨¢mara de representantes sea un foro donde todas las opiniones sean escuchadas y en el que todos los partidos asuman su cuota de responsabilidad en beneficio del pa¨ªs. La labor de la oposici¨®n no puede limitarse a una cr¨ªtica continua, sin matices, para desgastar al Gobierno y ocupar su lugar, desentendi¨¦ndose de sus obligaciones principales, que en todos los casos deben apuntar a un fin com¨²n, que es la prosperidad de Espa?a.