El Anderlecht-Athletic, bajo la psicosis del miedo

Llov¨ªa ayer en Bruselas. Nada nuevo bajo el poco novedoso cielo plomizo de la capital europea. Un atasco aqu¨ª, otro m¨¢s all¨¢, al mediod¨ªa. Todo normal. Si acaso, la monoton¨ªa de un d¨ªa laborable s¨®lo se romp¨ªa por el trasiego de furgonetas de la polic¨ªa. Todo est¨¢ preparado en Bruselas para evitar que la amenaza de revancha de los ultras del Anderlecht, tras los incidentes del pasado jueves en San Mam¨¦s (1-1, partido de ida), no se pueda llevar a efecto hoy (19.00, C+). A priori, todo est¨¢ previsto para que ninguna cerilla pueda encender alguna mecha en un partido que vive bajo la psicosis del miedo. Ayer, sin embargo, un peque?o grupo de aficionados rojiblancos fue agredido en pleno centro de la ciudad. "La garant¨ªa total es imposible", dec¨ªa antes el viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Rafael Iturriaga, que junto a tres ertzainas se desplaz¨® a Bruselas.

Se esperan un millar de hinchas rojiblancos, de ellos no m¨¢s de dos centenares de los conflictivos. Para evitar m¨¢s conflictos, la polic¨ªa belga ha movilizado a un millar de agentes para controlar la ciudad, el acceso al campo y su interior. Helic¨®pteros, polic¨ªas a caballo... el Gobierno vasco ha publicitado recomendaciones: pasear en grupo, evitar la comuna de Anderlecht, la plaza Linden (donde se re¨²nen los ultras locales), utilizar una u otra salida de metro o de autopista para acceder al estadio, y ha dispuesto un n¨²mero de tel¨¦fono para alertar de posibles conflictos. El Athletic ha fletado 18 autobuses para llevar a sus aficionados al estadio protegidos por la polic¨ªa. La principal complicaci¨®n "son los que han comprado entradas en Bruselas y que quedan fuera del control en el campo", afirman en el departamento de Interior vasco.