Pablo vence al antif¨²tbol

Le cost¨® mucho, una eternidad, pero al final el Valencia impuso su tremenda superioridad ante un Brujas otra vez muy duro y con un portero, Stijnen, en estado de gracia. Mestalla, repleto, sufri¨® y disfrut¨® por partes iguales antes de ver c¨®mo Pablo Hern¨¢ndez emergi¨® en la pr¨®rroga para resolver. Cansado de un sinf¨ªn de ocasiones desperdiciadas, el volante castellonense golpe¨® con rabia desde la frontal tras hacerle un ca?o afortunado al central Alcaraz. Tras unas semanas de baj¨®n, Pablo volvi¨® a recuperar el fulgor de la primera vuelta. El Valencia sigui¨® atacando hasta el ¨²ltimo minuto, el 120, en una victoria coronada por el propio Pablo en un contragolpe final. El cuadro de Emery se medir¨¢ en octavos al Werder Bremen.

Pese a la inteligencia de Mata y Silva, al equipo de Emery le falt¨® concreci¨®n

El extremo estuvo plet¨®rico, primero con una vaselina y luego con un disparo seco

Sorprendi¨® Emery en la alineaci¨®n, no s¨®lo por los jugadores, sino por la t¨¢ctica: un 3-5-2 hasta ahora in¨¦dito. Miguel abandon¨® su previsto lateral izquierdo para subir la banda como un carrilero. Y se lo tom¨® tan a pecho que, antes del primer minuto, ya hab¨ªa llegado a la l¨ªnea de fondo y su centro lo empalm¨® con la derecha Mata. El Valencia daba salida as¨ª a la rabia acumulada desde Brujas, donde el conjunto local se hab¨ªa empleado con violencia.

Dos mediocentros de creaci¨®n -Baraja y Banega- surtieron en los primeros minutos un gran volumen de juego de ataque canalizado por Mata y Pablo antes de llegar a Villa, abierto en el extremo izquierdo para que Zigic ocupara su espacio en el centro. Y pese a los movimientos siempre inteligentes de Mata y Villa, al Valencia le falt¨® concreci¨®n, finura en los ¨²ltimos metros, sobre todo a Zigic, inc¨®modo una vez m¨¢s en un equipo en el que no se siente querido.

El n¨²mero 32 Odjidja tuvo otra vez licencia para pegar. Como en el partido de ida, el mediocentro belga reparti¨® a su antojo incluso dentro del ¨¢rea. Pero lo que era un penalti, el ¨¢rbitro, otra vez complaciente con la fiereza belga, lo convirti¨® en una tarjeta amarilla a Villa por simular supuestamente la ca¨ªda.

Emery se repens¨® el esquema a mediados de la primera parte -cambi¨® a un cl¨¢sico 4-4-2- y se apag¨® de repente el fuego valencianista, encogido ante un Brujas que vio puntos flacos en la defensa cerrada por un Albelda fuera de posici¨®n. Emery volvi¨® a darle una nueva vuelta de tuerca a su equipo en el descanso: supli¨® al sancionado Baraja por Alexis, lo que devolv¨ªa a Albelda al centro del campo.

El Valencia recuper¨® la iniciativa a partir de un jugad¨®n de Villa, regateando dentro del ¨¢rea hasta encontrarse con el cuerpo del portero Stijnen. Poco despu¨¦s se encontrar¨ªa con la agresi¨®n de Alcaraz, que le solt¨® un manotazo en la nariz sin que el ¨¢rbitro, ni sus tres ayudantes, advirtieran nada.

Emery recurri¨® entonces a Joaqu¨ªn por el apagado Zigic. Stijnen respondi¨® a bocajarro al disparo de Pablo, en un aviso del castellonense sobre lo que suceder¨ªa en el tiempo extra. Enga?osamente sin gasolina, Banega regal¨® dos contragolpes al Brujas y, en el segundo, Perisic encar¨® a C¨¦sar, que par¨® el remate con el cuerpo. Otra gran estirada de C¨¦sar evit¨® poco despu¨¦s el gol de Sonck. Se reh¨ªzo Banega en un poderoso final de partido que roz¨® la puntilla. Pero lleg¨® la pr¨®rroga. Y surgi¨® Pablo, plet¨®rico, primero con una vaselina que salv¨® otra vez Stijnen y despu¨¦s con un disparo seco desde la frontal. Explot¨® el banquillo y Mestalla entero, feliz de que su equipo, por fin, hubiera vencido al antif¨²tbol.