La pesadilla de Google

No ser¨ªa de extra?ar que los directivos de Google pensaran que Europa es un terreno hostil y tuvieran pesadillas a su costa. Los editores de libros y medios de comunicaci¨®n se resisten a sus planes de digitalizar libros y explotaci¨®n de las noticias; en Suiza y Alemania vigilan Street View por si atenta a la privacidad; los dirigentes de algunas de las principales operadoras reclaman que los servicios que generan m¨¢s tr¨¢fico en Internet, como el suyo, colaboren a costear el despliegue de redes... Y esta semana, la Uni¨®n Europea ha abierto una investigaci¨®n sobre sus pr¨¢cticas comerciales, a la vez que un tribunal italiano condena a tres de sus ejecutivos porque Google hab¨ªa albergado un v¨ªdeo vejatorio para un escolar autista.

La iniciativa de la UE es plenamente l¨®gica. Algunas compa?¨ªas hab¨ªan denunciado que Google abusa de su posici¨®n dominante en las b¨²squedas y la publicidad asociada a las mismas, por lo que ha decidido abrir una investigaci¨®n para comprobar las acusaciones. Y debe hacerlo aunque algunas de las empresas denunciantes est¨¦n vinculadas a Microsoft, firma, por cierto, que ya conoce el rigor europeo en la vigilancia de las conductas mercantiles. La dimensi¨®n planetaria de Google y su despliegue de actividades en distintos sectores lo convierten en un sujeto predominante del planeta digital y sus conductas deben ser monitorizadas por el poder p¨²blico.

Menos claro es el asunto de la sentencia italiana sobre la difusi¨®n del v¨ªdeo en el que se pod¨ªa ver c¨®mo cuatro j¨®venes asaltaban y vejaban a un colega en una org¨ªa de gestos fascistas y ante la mirada impasible de otros compa?eros. Sin que se conozca el argumentario del juez, y al margen de calibrar si hubo, o no, la suficiente diligencia por parte de los directivos a la hora de descolgar el v¨ªdeo, la sentencia abre la puerta a una revisi¨®n de c¨®mo se contempla la responsabilidad de los proveedores de servicios sobre los contenidos de terceros que albergan.

La Comisi¨®n Europea ya ha comunicado que "sigue de cerca" la evoluci¨®n judicial del caso por si llega a suponer una vulneraci¨®n de la normativa europea. Los proveedores de servicios no est¨¢n obligados a visar previamente los contenidos ajenos que albergan, tarea imposible, y no ser¨¢n responsables de los mismos mientras no tengan "conocimiento efectivo" de que hospedan una actividad il¨ªcita o que lesiona derechos. Forzarlos a una vigilancia preventiva supondr¨ªa la par¨¢lisis de Internet.