La era Matusal¨¦n
El malhadado debate sobre la reforma de las pensiones ha tenido algunos beneficios colaterales. Uno de ellos ha sido el que nos fijemos en el acelerado proceso de envejecimiento de las sociedades europeas y, entre ellas, la espa?ola. En realidad, la vejez es algo muy reciente y hasta hace poco fue una improbabilidad en la vida y la experiencia de una minor¨ªa.
A principios del siglo XX, la esperanza de vida media en Espa?a era de 35 a?os (Estad¨ªsticas hist¨®ricas de Espa?a, Albert Carreras y Xavier Tafunell, coordinadores, Fundaci¨®n BBVA); ahora lo es de 77,8 a?os para los varones y 83,1 para las mujeres, y en el a?o 2049 ser¨¢ de 84,3 a?os para los primeros y de 89,9 para las ¨²ltimas (Proyecci¨®n de la poblaci¨®n de Espa?a a largo plazo, INE). Lo que ocurre ahora se parece poco a la Europa de mitad del siglo XX, cuando se crearon los modernos Estados de bienestar. El historiador Tony Judt, en su monumental Postguerra (editorial Taurus) describe con exactitud "la caracter¨ªstica m¨¢s llamativa de Europa durante las d¨¦cadas de 1950 y 1960, que queda patente en cualquier instant¨¢nea callejera de aquellos a?os": el n¨²mero de ni?os y j¨®venes. "Tras un par¨¦ntesis de 40 a?os, Europa volv¨ªa a ser joven".
La esperanza de vida media en Espa?a era de 35 a?os cuando comenz¨® el siglo XX. Ahora se acerca a los 80 a?os
Ahora, sin embargo, estamos en la era de Matusal¨¦n. El editor alem¨¢n Frank Schirrmacher public¨® hace un lustro un provocador libro titulado El complot de Matusal¨¦n (editorial Taurus) en el que habla de una nueva mayor¨ªa social compuesta por los viejos: los que iban al instituto cuando Thriller, el videoclip de Michael Jackson, convivir¨¢n (con 50 a?os) con el sector viejo de la sociedad, con los ancianos de 70 y 80 a?os que vivieron el Mayo del 68, y puede que con algunos representantes de la generaci¨®n de la Segunda Guerra Mundial. Los mayores influir¨¢n sobre los mercados y las opiniones, y los transformar¨¢n hasta una edad muy avanzada. Con sus pensiones, su patrimonio, su experiencia y su mayor¨ªa ser¨¢n la clase explotadora de los j¨®venes.
El autor alem¨¢n cita una demoledora frase del antrop¨®logo recientemente fallecido (con un centenar de a?os), Claude Levi-Strauss: "En comparaci¨®n con la cat¨¢strofe demogr¨¢fica, la ca¨ªda del comunismo ser¨¢ algo insignificante". ?Por qu¨¦? Porque los pol¨ªticos, aunque no lo dicen, tendr¨¢n que elegir entre gastos de educaci¨®n para los ni?os o pagos de pensiones y de seguridad social para los ancianos, dado que los recursos ser¨¢n escasos.
La sociedad abrir¨¢ un an¨¢lisis coste-beneficio para solucionar este dilema relacionado con el envejecimiento de masas. Schirrmacher llega a una conclusi¨®n muy l¨²gubre: la vejez no ser¨¢ agradable; no habr¨¢ sill¨®n de orejas ni fuego en la chimenea ni una despensa llena. Los viejos ser¨¢n como esos invitados que no acaban de irse, y que se quedan aunque hace un rato ten¨ªan que haberse ido.
Por todo ello, ¨¦ste es un debate central de nuestros d¨ªas, m¨¢s all¨¢ de la coyuntura de esta larga crisis econ¨®mica.
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