La derecha xen¨®foba marca las municipales en Holanda

Holanda celebr¨® ayer elecciones municipales condicionadas por dos hechos: el ascenso de la derecha xen¨®foba y contraria al islam, y el descontento ciudadano hacia democristianos y laboristas, los dos grandes partidos tradicionales. El principal responsable del primer fen¨®meno es Geert Wilders, l¨ªder del Partido por la Libertad. El des¨¢nimo popular viene marcado por la quiebra de la confianza mutua entre los otros dos grupos. Su desencuentro provoc¨® el mes pasado la ca¨ªda del Gobierno.

Aunque la socialdemocracia y los liberales de izquierda aparec¨ªan en las encuestas como los preferidos del votante local, la firmeza de Wilders le ha ganado adeptos a gran velocidad. En especial, su rechazo a la inmigraci¨®n musulmana y la defensa de la seguridad ciudadana y de los valores aut¨®ctonos. Precisamente por el peso espec¨ªfico que tiene ya su grupo, las municipales han sido un ensayo de las legislativas de junio. Para entonces, el grupo del l¨ªder populista puede ser el segundo m¨¢s votado.

Aunque las campa?as electorales no suelen ser vistosas, ni tampoco ruidosas, en Holanda, Wilders ha dado a la suya un tono presidencialista. Su efigie ha acaparado todos los carteles y ha hablado m¨¢s que sus propios candidatos. Con un 48% de participaci¨®n prevista (un 30% entre los inmigrantes), los dem¨¢s partidos han hecho un esfuerzo doble.

Con 12 millones de votantes convocados para elegir a 8.700 concejales, el m¨¦todo de votaci¨®n ha acaparado la atenci¨®n. Desechados los ordenadores de voz utilizados hace cuatro a?os por no asegurar la privacidad, la papeleta se ha marcado con un l¨¢piz rojo. Ello significa que el recuento, manual, se retras¨® hasta bien entrada la noche.