EE UU debatir¨¢ una ley para castigar a quien colabore con la censura en la Red
El caso de Google en China se vuelve contra las multinacionales que acatan la represi¨®n pol¨ªtica
La pol¨¦mica abierta por Google cuando amag¨® con dejar China por la censura puede desembocar en una ley que castigue, incluso penalmente, a las empresas de EE UU que colaboren con sistemas de represi¨®n pol¨ªtica en la Red. Lo que Google anunci¨® por iniciativa propia, quiz¨¢s como lavado de imagen, se convierte ahora en un desaf¨ªo legal para las multinacionales de Internet.
En respuesta a la ausencia intencional de las dos grandes redes sociales, Facebook y Twitter, de una vista oral en el Senado de EE UU sobre censura y libertad de expresi¨®n en la Red, el senador dem¨®crata Dick Durbin, presidente del Subcomit¨¦ sobre Derechos Humanos y Legislaci¨®n, ha iniciado los tr¨¢mites para redactar un proyecto de ley que obligar¨ªa a las firmas estadounidenses a respetar el cumplimiento de los derechos humanos en todos los pa¨ªses en que presten servicios, bajo el riesgo de enfrentarse a cargos civiles o criminales.
Senador Durbin: "La industria es incapaz de autorregularse"
Twitter y Facebook dan plant¨®n a los senadores y agravan el malestar
Ese anuncio del senador Durbin abre un muy largo camino de tr¨¢mites en el Congreso, en el que una ley semejante no tiene garantizada de antemano su aprobaci¨®n. Aun as¨ª, otros l¨ªderes dem¨®cratas, como el presidente del Comit¨¦ de Asuntos Judiciales del Senado, Patrick Leahy, han manifestado su apoyo a lo que han venido a bautizar como una Ley de Libertad en Internet. "La industria tecnol¨®gica parece incapaz de autorregularse y de entablar un di¨¢logo con el Congreso sobre los desaf¨ªos a los derechos humanos", dijo Durbin tras la vista oral del martes. "En vista de esa resistencia, he decidido que es la hora de tomar una posici¨®n m¨¢s activa".
Los senadores de ese subcomit¨¦ criticaron duramente esta semana que s¨®lo Google haya anunciado el final de sus pr¨¢cticas de censura en China. Microsoft sigue filtrando los resultados de su buscador Bing y lo mismo hace la filial china de Yahoo. Por su parte, las dos grandes redes sociales, Facebook y Twitter, se han negado a compartir ning¨²n tipo de informaci¨®n con el Congreso, alegando que no disponen de sedes en China y que a¨²n no pueden destinar los mismos recursos que los grandes titanes para garantizar los derechos de sus usuarios.
En una carta enviada a Durbin el 19 de febrero, el director de pol¨ªticas p¨²blicas de Facebook, Timothy Sparapani, dijo: "A medida que nuestro negocio crece internacionalmente, dedicamos m¨¢s esfuerzos a ofrecer las herramientas y los servicios que le den a los usuarios la capacidad de respetar las condiciones y tradiciones locales y sus requerimientos legales". Es decir: que si un Gobierno decide censurar el contenido de Facebook por ley o decreto, Facebook acatar¨¢ esa decisi¨®n.
Facebook tiene m¨¢s de 400 millones de usuarios. El 70% de ellos est¨¢n fuera de EE UU. "Tiene unos 1.000 empleados, cientos de millones de d¨®lares en ingresos y su valor se estima en miles de millones de d¨®lares", explic¨® Durbin. "No es que sea una peque?a empresa". En noviembre, el Gobierno de Vietnam bloque¨® Facebook, en una operaci¨®n de censura estatal que afect¨® a otras siete webs. Entonces Facebook pidi¨® ayuda y mediaci¨®n al Departamento de Estado. Esta semana, sin embargo, se ausent¨® de la vista oral, junto con Twitter.
Ambas empresas se han negado, adem¨¢s, a unirse a la Iniciativa Global en Red, creada en 2008 para combatir la censura online. Google, Microsoft y Yahoo se cuentan entre las empresas que la conforman. Seg¨²n dijo Alexander Macgillivray, abogado de Twitter, en otra carta a Durbin: "Las pol¨ªticas, procesos y cuotas de la Iniciativa Global son m¨¢s aptos para compa?¨ªas m¨¢s grandes que tengan operaciones en las mencionadas regiones". En la misiva Twitter se presentaba como una firma peque?a (150 empleados) que no est¨¢ lista a¨²n para entrar en un debate sobre derechos humanos.
El pasado mes de julio, sin embargo, un hacker rob¨® y difundi¨® una serie de documentos internos de Twitter en los que la firma aseguraba que en 2010 esperaba tener 100 millones de usuarios y un volumen de negocios de 140 millones de d¨®lares, cifras para nada comparables a las de una empresa peque?a. Adem¨¢s, el a?o pasado, tuvo una gran relevancia. Las revueltas contra el presidente reelegido en Ir¨¢n, Mahmoud Ahmadinejad, fueron bautizadas por medios norteamericanos como La revoluci¨®n de Twitter, por el uso de esa plataforma para convocar manifestaciones.
Es cierto que ni Twitter ni Facebook tienen oficinas es pa¨ªses en los que se practica censura a la red, como China o Ir¨¢n. Pero si el r¨¦gimen de turno no las bloquea, sus p¨¢ginas se pueden visitar, en ingl¨¦s, desde cualquier ordenador del mundo. La fundadora de Global Voices Online, una plataforma internacional de blogs, e investigadora en la Universidad de Princeton Rebecca McKinnon acus¨® en el martes en el Senado a esas empresas de no cumplir con sus responsabilidades sociales: "Parece que existe un miedo de reconocer que los derechos humanos son tambi¨¦n parte de su negocio... Creo que muchas empresas no quieren ni siquiera entrar en ese debate por si la ciudadan¨ªa empieza a acusarles de algo".
Los senadores expresaron su preocupaci¨®n por las pr¨¢cticas de las p¨¢ginas comerciales. La m¨¢s representativa, Amazon, se ausent¨® tambi¨¦n de la vista oral, alegando que "ni opera una red ni tiene un buscador en China". Aun as¨ª, cuando uno busca los t¨¦rminos Dalai Lama en chino en Amazon.cn lo que aparece es una sarta de biograf¨ªas no autorizadas que retratan al l¨ªder espiritual como un villano o biograf¨ªas de otro monje, Gyancain Norbu, elegido por Pek¨ªn como representante oficial del budismo tibetano.
Desclasificado el plan de 'ciberseguridad'
Mientras el Senado debat¨ªa los l¨ªmites que el respeto a los derechos humanos impone sobre los negocios en Internet, la Casa Blanca revelaba por primera vez detalles del plan clasificado del Ejecutivo para prevenir y responder a ciberataques. Lo redact¨® la Administraci¨®n del ex presidente George Bush en 2008, y desde entonces se hab¨ªa mantenido en secreto.
El mes pasado, el Centro para la Privacidad de la Informaci¨®n Electr¨®nica de Washington present¨® una demanda para que se hiciera p¨²blico su contenido. La Casa Blanca ha respondido publicando esta misma semana las 12 directrices en las que se sustenta. Titulado Iniciativa Nacional para una Ciberseguridad Comprensiva, es un plan de defensa online que recomienda un incremento de la colaboraci¨®n y la transmisi¨®n de informaci¨®n entre las empresas de Internet radicadas en EE UU y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en ingl¨¦s), encargada de operaciones de espionaje.
Precisamente, esa agencia ha asumido el liderazgo en la investigaci¨®n del gran ataque cibern¨¦tico que unas 20 empresas sufrieron el pasado mes de diciembre. Google revel¨® recientemente que comparte informaci¨®n corporativa con ella para ayudarla en ese cometido.
En el plan de ciberseguridad del Gobierno aparece tambi¨¦n un nuevo actor: Einsten 3. Se trata de una nueva versi¨®n de un sistema de seguridad que detecta intrusiones de hackers en redes gubernamentales. "Tendr¨¢ la capacidad de detectar autom¨¢ticamente y responder apropiadamente a las amenazas cibern¨¦ticas antes de que puedan atacar", dijo la Casa Blanca en un comunicado. A trav¨¦s de Einstein 3, la NSA ejecutar¨¢ una inspecci¨®n exhaustiva de las comunicaciones que se originen o que penetren en las redes del Gobierno federal, algo contra lo que ya se han manifestado diversas organizaciones de derechos civiles.
En ese mismo documento, el Gobierno admite que las pr¨¢cticas de defensa online del pa¨ªs han sido, hasta la fecha, un fracaso: "El Gobierno de EE UU ha aplicado hasta ahora un enfoque tradicional al problema de la ciberseguridad, y esas medidas no han alcanzado el nivel de seguridad necesario". Por primera vez, el Gobierno quiere que las empresas privadas tengan un papel en ese ¨¢mbito y que colaboren, como ya hace Google, con las agencias de inteligencia.
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