El recorte en Citro?n pone en riesgo 1.600 empleos auxiliares
Los sindicatos reconocen que no hicieron "las cosas bien" y reclaman ayudas
"Cuando Citro?n estornuda, Vigo se resfr¨ªa", dice una frase popular del lenguaje industrial gallego. Es cierto. Cada anuncio, cada noticia del fabricante franc¨¦s por peque?a que parezca provoca reacciones en cadena. La ¨²ltima es conocida: no se venden tantos monovol¨²menes como antes (la crisis reduce las familias numerosas), y se acaban los incentivos a la compra de veh¨ªculos. El resultado, tambi¨¦n sabido, es que desde el pr¨®ximo abril se ensamblar¨¢n 21 coches menos cada hora en una de las dos l¨ªneas de montaje de la f¨¢brica de Bala¨ªdos. Es, seg¨²n PSA, una medida "coyuntural" a la espera de acontecimientos, pero por lo pronto ocasionar¨¢ 800 bajas en la factor¨ªa, la m¨¢s productiva de Espa?a.
Unos 1.600 empleos podr¨ªan verse afectados desde el pr¨®ximo abril
A finales de 2008 la Xunta reparti¨® siete millones para evitar despidos en cadena
Pagar¨¢n el pato los trabajadores temporales, a los que no se les renovar¨¢ el contrato. Es la decisi¨®n "menos traum¨¢tica", seg¨²n la empresa, visto que su principal mecanismo de flexibilidad, la bolsa de horas, est¨¢ en 26 d¨ªas, es decir, a cuatro jornadas de agotarse y provocar un ERE sobre la plantilla fija.
Por el momento esto no suceder¨¢, pero s¨ª se espera que ocurra en las empresas de componentes. Calculando por lo bajo, los sindicatos calculan que 1.600 puestos de trabajo podr¨ªan verse afectados en un plazo corto de tiempo. "En 2008 el sector tir¨® de los eventuales, fue as¨ª de triste, funcion¨® como un colch¨®n y no regresaron", recuerda Miguel Malvido, de CIG. "Ahora ese colch¨®n no existe. Hay empresas muy peque?as alrededor del sector que cierran y ni nos enteramos".
El sector, que al inicio de la crisis daba empleo directo 21.000 personas, el 10% de la masa laboral de la industria gallega, facturaba el equivalente al 14% del PIB de la comunidad aut¨®noma. Los datos econ¨®micos del a?o pasado los tiene Francisco Anguera, presidente del Cl¨²ster que agrupa a la industria, y no los dar¨¢ a conocer hasta dentro de unas semanas. Pero no ser¨¢n buenos. PSA ha reducido en los ¨²ltimos dos a?os un 30% su actividad. En 2010 ha anunciado que se dar¨¢ con un canto en los dientes si consigue mantener la producci¨®n en 350.000 veh¨ªculos, un 7,8% menos que en 2009 y un 36% menos que en el a?o del r¨¦cord, el 2007.
Visto lo que hay, "es imposible que no pase nada con los proveedores", analiza Rub¨¦n P¨¦rez, cabeza visible de UGT en el comit¨¦ de Citro?n. Lo que se temen que pase es una cascada de extinciones de contratos puesto que el ¨ªndice de temporalidad es muy bajo. Algo parecido a la amenaza de finales de 2008, a pocos meses de las elecciones auton¨®micas. "?bamos a 120 por hora y nos frenamos en seco", recuerda Celso Carnero, de CC OO. En aquella ocasi¨®n, la industria se sent¨® con representantes de los trabajadores y la Xunta para buscar salidas. Traballo reparti¨® m¨¢s de 7 millones de euros supuestamente para cursos de formaci¨®n con el fin de evitar una cadena de despidos. Las ayudas cumplieron el objetivo, pero el dinero no se vincul¨® al mantenimiento del empleo y se improvisaron cursos en las propias empresas sin ning¨²n control para no tener al personal de brazos cruzados. Los sindicatos estuvieron de acuerdo con aquel reparto aunque ahora alguno, como UGT, lo censura y se siente "v¨ªctima" de la patronal. "Necesitamos impartir formaci¨®n, pero en centros homologados", reclama desde la federaci¨®n del metal Manuel Garc¨ªa. Cree que el sector no aprendi¨® la lecci¨®n: "Cuando fue posible no se adoptaron todos los mecanismos de flexibilidad para afrontar situaciones como la que se nos viene encima ahora". Entre esos mecanismos est¨¢n la reducci¨®n de la jornada laboral, la bolsa de horas (que pide al trabajador esfuerzo extra cuando la producci¨®n lo exige y le devuelve d¨ªas libres cuando la carencia baja), y la tan reclamada contenci¨®n salarial por parte de la patronal.
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