La homeopat¨ªa, ?quimera o ciencia?
Casi 10.000 m¨¦dicos en Espa?a prescriben productos de esta especialidad, cuestionada por cient¨ªficos y facultativos
La cebolla (Allium cepa) constituye uno de los ingredientes base para un buen sofrito. Pero tambi¨¦n puede curar un resfriado com¨²n. La tinta de la sepia (Sepia officinalis) es imprescindible para un exquisito arroz negro, pero est¨¢ recomendada para trastornos hormonales, menop¨¢usicos y menstruales. Y el azufre (sulphur) no s¨®lo sirve para matar el o¨ªdio -un hongo de la vid-, sino tambi¨¦n para curar enfermedades de la piel. Y as¨ª un largo etc¨¦tera. Nada menos que 3.000 sustancias de origen vegetal, animal y mineral utiliza la homeopat¨ªa para curar patolog¨ªas, sean leves, graves o cr¨®nicas.
?Por qu¨¦ escribir curar en cursiva? Pues sencillamente porque hay cient¨ªficos y m¨¦dicos a quienes esto de la homeopat¨ªa -como terapia o terap¨¦utica natural- les parece una patra?a. El Parlamento brit¨¢nico, por ejemplo, dictamin¨® en febrero que el ¨²nico efecto curativo era el del placebo. Pero, adem¨¢s, nadie ha demostrado la v¨ªa por la cual esas bolitas -como anises- interaccionan en el organismo y llegan a variar el curso de una enfermedad. Si es que la var¨ªan y si es que interact¨²an, porque la homeopat¨ªa despierta filias y fobias, y suscita maniqueas opiniones. O se defiende a ultranza (en Reino Unido y Francia est¨¢ incluida en la sanidad p¨²blica) o se denuesta. No hay t¨¦rmino medio. Como mucho, puede encontrarse alg¨²n facultativo inusualmente esc¨¦ptico.
La terapia se basa en el principio de similitud: lo semejante cura
Las p¨ªldoras se fabrican a partir de sustancias vegetales, minerales o animales
Los partidarios admiten que a¨²n no se ha demostrado la forma de curaci¨®n
El Parlamento brit¨¢nico sostiene que se trata de un efecto placebo
Los jueces tumbaron el decreto catal¨¢n que regualaba las terapias naturales
Reino Unido, Francia y Alemania financian la homeopat¨ªa
La medicina homeop¨¢tica se basa en el principio de similitud, es decir, una misma sustancia responsable de determinados s¨ªntomas tambi¨¦n puede aliviarlos o neutralizarlos, siempre y cuando se administre de forma correcta (Lo semejante, con lo semejante se cura). Por ejemplo, la cebolla provoca lagrimeo e irritaci¨®n de garganta, pero aligera un resfriado com¨²n. La cafe¨ªna produce insomnio o taquicardias, pero tambi¨¦n puede inducir un ritmo cardiaco normal. Esta reacci¨®n se debe a la presencia en los medicamentos de esa sustancia en dosis infinitesimales, que se obtienen mediante procesos denominados de potenciaci¨®n o dinamizaci¨®n (varias sacudidas de la diluci¨®n). Pero el origen de la pol¨¦mica sobre su eficacia radica en que la diluci¨®n es tan acusada que a veces no queda ni una sola mol¨¦cula de ese principio activo original. Por esta raz¨®n, Joan Ramon Laporte, jefe del servicio de farmacolog¨ªa del hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, se refiere a los medicamentos homeop¨¢ticos como "la medicina del agua". "Para comenzar, no contienen nada porque la concentraci¨®n del supuesto principio activo es infinitesimal. Y si dividimos por infinito, el resultado es nada. No hay un principio activo que desencadene una respuesta fisiol¨®gica en el organismo que mejore su estado de salud", concluye.
Sin embargo, Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina en 2008 por haber descubierto el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), no comparte esta opini¨®n: "Se ha observado que ciertas diluciones dentro del agua en las que no queda materia s¨ª registran, en cambio, vibraciones. Esta diluci¨®n puede reconstruir la informaci¨®n gen¨¦tica de la materia. Una informaci¨®n instructiva de la que la homeopat¨ªa no puede olvidarse, a pesar de que muchos cr¨ªticos dicen que no hay nada. Pero s¨ª hay algo. Nosotros hemos demostrado que hay estructuras en el agua que son inducidas por vibraciones electromagn¨¦ticas".
A ra¨ªz de este descubrimiento, los m¨¦dicos home¨®patas sostienen que la reacci¨®n que se origina en el organismo no es qu¨ªmica, como sucede con los medicamentos alop¨¢ticos, sino de car¨¢cter f¨ªsico, pero siguen sin aclarar c¨®mo act¨²a. "Los estudios cient¨ªficos que se han presentado y que demuestran que la homeopat¨ªa tiene un efecto superior al del placebo evidencian que eso es as¨ª, que nuestro organismo reacciona al medicamento. Hemos demostrado que el principio de similitud existe y funciona", rebate Assumpta Mestre, que dirige la secci¨®n de homeopat¨ªa del Colegio de M¨¦dicos de Catalu?a.
Pero Montagnier a?ade: "?F¨ªsica o qu¨ªmica? Es m¨¢s complicado. Pero es verdad que se puede explicar el efecto de los medicamentos despu¨¦s de la diluci¨®n por el hecho de que la estructura del agua puede seguir representando a la mol¨¦cula. El agua puede conservar la forma y la informaci¨®n del principio activo de la mol¨¦cula". Una teor¨ªa que explicar¨ªa la influencia sobre el organismo de esa sustancia primitiva, aunque no quedara ni una sola mol¨¦cula del original.
"Los mecanismos de acci¨®n de los medicamentos homeop¨¢ticos son muy variables. Lo que conocemos sobre c¨®mo act¨²a la aspirina es muy distinto de lo que sab¨ªamos 30 a?os atr¨¢s. Lo importante es que cure, c¨®mo lo consigue la sustancia es secundario", a?ade Antonio Marqu¨¦s, tambi¨¦n m¨¦dico home¨®pata con consulta en Canarias. Por el contrario, Joan Ramon Laporte responde: "Encontrar en el lugar de un asesinato la huella de un pie puede darte informaci¨®n sobre el tipo de zapato o el peso del individuo, pero no demuestra que haya sido el asesino. En homeopat¨ªa, igual: una persona puede curarse por simple c¨¢lculo estad¨ªstico, pero no demuestra que haya sido gracias a lo que ha tomado".
En Espa?a se calcula que 3.000 m¨¦dicos de atenci¨®n primaria, 2.000 pediatras y 4.600 facultativos de otras especialidades prescriben medicamentos homeop¨¢ticos. "Hace 20 a?os que me dedico a la homeopat¨ªa. Soy licenciada en Medicina y no paro de ampliar mis conocimientos en este campo. ?Usted cree que si no tuviera evidencias y pruebas de su eficacia me habr¨ªa pasado dos d¨¦cadas ejerci¨¦ndola? Por Dios, soy m¨¦dico, no una bruja con mis bolitas", se defiende Maite Bravo, que dirige los m¨¢steres de homeopat¨ªa en la Universidad de Barcelona, unos estudios de dos a?os que se iniciaron en 1995 y que requieren 320 horas lectivas y 140 de pr¨¢cticas. S¨®lo pueden matricularse m¨¦dicos, veterinarios o estudiantes de Medicina del ¨²ltimo curso. Tambi¨¦n ese a?o empezaron a impartirse los m¨¢steres en la Universidad de Sevilla, de 500 horas lectivas.
?Tanta formaci¨®n para una terapia que algunos vilipendian? "Pues s¨ª, la gente que critica la homeopat¨ªa lo hace por puro desconocimiento. Nosotros trabajamos con 3.000 medicamentos, de los cuales usamos con m¨¢s frecuencia entre 250 y 300, porque cada individuo requiere un tratamiento personalizado. Si no, no funciona", agrega Bravo.
Un home¨®pata dedica a sus pacientes una media de 60 minutos por visita porque su objetivo es encontrar el origen real de su enfermedad y muchas veces no es de car¨¢cter f¨ªsico, sino psicol¨®gico, de su fuerza vital. "Una enfermedad no es un hecho aislado, se ha de conocer muy bien al enfermo", explica Bravo, quien reconoce que los m¨¦dicos tradicionales tambi¨¦n curar¨ªan m¨¢s a sus enfermos en los ambulatorios si les concedieran 30 minutos en vez de los 5 o 10 habituales.
La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria ha elaborado una gu¨ªa en la que recomienda las terapias homeop¨¢ticas para 30 patolog¨ªas diferentes. Por ejemplo, s¨ªndromes gripales, infecciones de las v¨ªas respiratorias, fibromialgia, fatiga cr¨®nica, otitis, asma, depresi¨®n o insomnio. Incluso se asegura que en el caso de infecciones por VIH se produce un aumento de los CD4 y de los linfocitos T. La gu¨ªa asegura que estos medicamentos tienen escasos efectos secundarios, pero advierte de que s¨®lo pueden ser prescritos por personas licenciadas en Medicina y formadas en homeopat¨ªa.
Se trata tan s¨®lo de una recomendaci¨®n, porque Espa?a carece de normativa sobre el ejercicio de la homeopat¨ªa, al contrario de lo que sucede en Francia, Alemania y Reino Unido donde est¨¢ incluida en la sanidad p¨²blica y existen hospitales espec¨ªficos. En Espa?a s¨®lo se reconoce la homeopat¨ªa como acto m¨¦dico. Primero fue el Congreso de los Diputados, en septiembre, el que lo aprob¨® por unanimidad. Tres meses despu¨¦s, la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC) tom¨® la misma decisi¨®n. "La homeopat¨ªa requiere un diagn¨®stico previo, una indicaci¨®n terap¨¦utica y ser realizada por personal especializado y en centros sanitarios debidamente autorizados", apunta Cosme Naveda, coordinador del ¨¢rea de terapias m¨¦dicas no convencionales de la OMC. Naveda se define como un esc¨¦ptico, "yo no me dedico a esto, visito en un ambulatorio, pero en medicina se puede hacer da?o al paciente por acci¨®n u omisi¨®n. En homeopat¨ªa seguro que no por acci¨®n, porque no hay efectos secundarios, pero si no se realiza un diagn¨®stico claro, se puede entretener el problema y demorar su tratamiento".
Catalu?a ha sido la ¨²nica comunidad que se ha atrevido a regular el ejercicio de las terapias naturales, incluida la homeopat¨ªa, pero el Tribunal Superior de Justicia tumb¨® el decreto en junio de 2007 por invasi¨®n de competencias del Gobierno central. La Academia M¨¦dico-Homeop¨¢tica de Barcelona recurri¨® la norma porque facultaba a cualquier persona, sin ser m¨¦dico, para ejercer esta especialidad una vez demostrada su formaci¨®n. En la sentencia, los jueces escrib¨ªan: "No les falta raz¨®n a los recurrentes cuando afirman que el decreto supone autorizar a personas que no son licenciadas en Medicina para que puedan recetar medicamentos homeop¨¢ticos previo al diagn¨®stico de enfermedades".
Josep Davins, subdirector de Recursos Sanitarios de la Generalitat, explica que los facultativos entendieron mal la normativa, porque "no se pretend¨ªa regular la pr¨¢ctica m¨¦dica, sino la no m¨¦dica, y combatir el intrusismo. Quer¨ªamos proporcionar seguridad a los ciudadanos".
El Ministerio de Sanidad constituy¨® en abril de 2008 una comisi¨®n con las comunidades aut¨®nomas para tratar de legislar sobre el ejercicio de las terapias naturales de forma arm¨®nica. Pero son tan heterog¨¦neas las pr¨¢cticas (homeopat¨ªa, acupuntura, osteopat¨ªa, plantas medicinales, etc¨¦tera) que por ahora la comisi¨®n s¨®lo ha recopilado la legislaci¨®n europea sobre el asunto. En Francia y en Alemania la homeopat¨ªa est¨¢ reservada exclusivamente a los m¨¦dicos y en Reino Unido hay cuatro hospitales homeop¨¢ticos en la red p¨²blica (Londres, Bristol, Liverpool y Glasgow). No obstante, en febrero, una comisi¨®n del Parlamento brit¨¢nico conmin¨® al Gobierno a retirar los 4,5 millones de euros que le cuesta al servicio nacional de salud esta medicina alternativa, por considerar que la homeopat¨ªa carece de consistencia m¨¦dica. Pero el Gobierno laborista brit¨¢nico se niega a ello. "Aqu¨ª, en Espa?a, si estuvieras ingresado en un hospital y pidieras un tratamiento homeop¨¢tico, te dar¨ªan el alta en dos minutos", se queja Bravo. "?Cu¨¢ntos a?os estuvo la humanidad sin saber por qu¨¦ ca¨ªan las manzanas hasta que Newton lo explic¨®? Pues aqu¨ª lo mismo", agrega Assumpta Mestre.
Pero, convenza o no, la homeopat¨ªa cuenta cada d¨ªa con mayor n¨²mero de adeptos, no s¨®lo entre los pacientes, sino tambi¨¦n entre los m¨¦dicos. El n¨²mero de pediatras que optan por estos tratamientos se ha disparado en los ¨²ltimos a?os, sobre todo por el perfil de seguridad de los medicamentos y la facilidad de administrarlos. Y s¨ª, son medicamentos, no chuches, seg¨²n todas las directivas europeas y la Agencia Espa?ola del Medicamento. Como tal, se venden en las farmacias. "Efectivamente, estamos hablando de medicamentos con eficacia demostrada con estudios cient¨ªficos y ensayos, al igual que sucede con los medicamentos convencionales, los alop¨¢ticos", comentan representantes de la Agencia Espa?ola del Medicamento. Si no, no estar¨ªan en el mercado.
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