"El Gobierno es una porquer¨ªa"
"-El Gobierno es una porquer¨ªa: dele usted forma a esta idea".
Es una perla de la historia del periodismo, y la resalta en su libro Una heredera de Barcelona (Destino) el escritor Sergio Vila-Sanju¨¢n, que la ha rastreado entre las joyas biogr¨¢ficas (o no) de su abuelo, el periodista Pablo Vila-Sanjuan. En el libro, don Pablo se apellida Vilar, un gui?o que se permite el nieto para se?alar que no todo lo que se dice ah¨ª le ocurri¨® de veras a este ilustrado de principios del siglo XX que hasta muy entrado este ¨²ltimo siglo sigui¨® batallando en el periodismo (que fue su pasi¨®n) y la abogac¨ªa, que fue su sustento.
Seg¨²n la novela, aquella frase ("el Gobierno es una porquer¨ªa...") que hoy mismo se podr¨ªa escuchar en los pinganillos de la realidad espa?ola, se la dijo el director de El Noticiero Universal, el antiguo peri¨®dico conservador barcelon¨¦s, al joven Vilar, que acababa de entrar como editorialista. El director, Juli¨¢n P¨¦rez Carrasco, "disc¨ªpulo de Blasco Ib¨¢?ez y hombre expeditivo donde los hubiera", recibi¨® a don Pablo con un mazo de papeles "y me dio la siguiente orden":
"-El Gobierno es una porquer¨ªa: dele usted forma a esta idea".
Desde que el mundo se llama as¨ª, los Gobiernos han tenido la culpa; parece natural que sea as¨ª, porque llenan de callos doloridos a los unos y a los otros. Los italianos convierten Gobierno y porquer¨ªa en un pleonasmo que constituye una met¨¢fora de su refranero: "Piove, porco governo". Entre nosotros aunque no llueva la culpa es del Gobierno. Nieva, porco governo.
Lo cierto es que se tiende, en las democracias, en las dictaduras sabemos que las cosas son diferentes, a deducir que el Gobierno se equivoca incluso antes de que act¨²e. Presenta el papel que le han dicho que presente, porco governo. No lo presenta, porco igualmente. El Gobierno es una porquer¨ªa, dele usted forma a esta idea.
Porco. Lo considera la oposici¨®n, que al parecer est¨¢ para eso, y lo decide la prensa, a la que tambi¨¦n se le atribuye ese lugar com¨²n: decir porco para que no se conf¨ªe. A veces la prensa y la oposici¨®n se parecen: el Gobierno llega con una propuesta, o con una ocurrencia, el director del peri¨®dico (o el l¨ªder de la oposici¨®n) se arremanga, recoge los papeles, se los da al portavoz (o a don Pablo Vilar, editorialista) y le extiende el mazo de la idea: "El Gobierno es una porquer¨ªa: dele usted forma a esta idea".
Algunas veces hemos visto que de la idea cuelga el mazo, que muchas veces no tiene nada que ver con la idea, pero la vida es eslogan, y no hay mejor eslogan que un titular bien tra¨ªdo. "El Gobierno es una porquer¨ªa". Y detr¨¢s viene el mazo, directo a la cabeza del Gobierno. No cuenta Sergio qu¨¦ escribi¨® su abuelo despu¨¦s de recibir semejante orden, pero pudo haber dicho aquello que exclamaba don Juan Aparicio en tiempos de Franco cuando se sentaba a escribir los editoriales del diario Arriba: "?Se van a enterar en Mosc¨²!".
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