Mi entrenador y yo
Juan H. pens¨® que ser¨ªa buena idea contratar un entrenador personal. Despu¨¦s de todo, llevaba meses apuntado al gimnasio y no hab¨ªa ido m¨¢s que un par de veces. Si pagaba la peque?a fortuna que costaba cada sesi¨®n de entrenamiento personal, seguro que no se perd¨ªa ni una. Pero su sorpresa lleg¨® cuando se le acerc¨® su entrenador, que era el mismo chico de la clase de aquagym, pero ahora vestido con una camiseta en la que se le¨ªa personal trainer. En ingl¨¦s todo suena mejor. Tras cinco sesiones, Juan decidi¨® abandonar la experiencia. "Era una estupidez. Hab¨ªa que hacer cola para las m¨¢quinas, nos pas¨¢bamos la hora hablando y, la verdad, pagar para que me digan c¨®mo levantar una pesa y que debo comer menos pan me pareci¨® algo rid¨ªculo". Hoy Juan acude una vez por semana a un centro de entrenamiento personal y lo combina con dos sesiones m¨¢s de gimnasio.
"Los que utilizan un entrenador personal no son los que van a la sala 'fitness' como si fuera un desfile"
"Hay gente que habla de todo y hay que escucharlos. Otros vienen, entrenan y se van. Y tambi¨¦n debes respetarlos"
"Los tiempos son distintos. El entrenamiento es m¨¢s fuerte que en los gimnasios y no se debe forzar la m¨¢quina"
"Este tipo de historias me suenan, pero, afortunadamente, cada vez parecen suceder con menos frecuencia. El entrenamiento personal se ha profesionalizado m¨¢s", comenta Alberto Saborido, director de la revista Men's Health, biblia de todos aquellos que sue?an con tabletas de chocolate. "Muchos a¨²n piensan que un gimnasio es un lugar para socializar, que tambi¨¦n lo es, pero hoy d¨ªa me parece que quienes utilizan el entrenamiento personal no son ya los que van a la sala de fitness como si de un desfile de modelos se tratara. Con lo que cuesta?". Una sesi¨®n de entrenamiento personal no baja de los 50 euros y un plan de dos sesiones semanales con un entrenador que vaya a tu casa supera los 400 euros al mes. El entrenamiento, normalmente, incluye asesoramiento nutricional, descripci¨®n de objetivos, planificaci¨®n y hasta coaching. "Somos un poco psic¨®logos y debemos aprender a leer a las personas. Obviamente, se establece un v¨ªnculo, pero debes saber d¨®nde poner las fronteras. Los clientes jam¨¢s deber¨ªan convertirse en amigos. No creo demasiado en el entrenador que despu¨¦s se va a tomar algo con sus entrenados", apunta Panos Pantas, propietario de Rebody, un espacio dedicado al entrenamiento personal y la rehabilitaci¨®n en el centro de Barcelona que, como la mayor¨ªa, funciona a horas concertadas, con trabajo individual y nada de cuotas de inscripci¨®n o matr¨ªcula.
Seg¨²n Tom Nichele y Carles Pi?ero, fundadores de FITT, otro centro de las mismas caracter¨ªsticas en pleno Eixample barcelon¨¦s, "hay gente que te habla de todo y que se siente c¨®moda comunic¨¢ndose y debes escucharla. Hay otros que vienen, entrenan y se van. Y tambi¨¦n debes respetarlos". El elemento psicol¨®gico termina siendo pr¨¢cticamente igual de importante que la pen¨²ltima t¨¦cnica importada de Los ?ngeles y mucho m¨¢s determinante que el color de las mallas. Iv¨¢n Gonzalo Mart¨ªnez, coordinador y docente del curso de posgrado en entrenamiento personal del INEF de Madrid, recuerda que "en funci¨®n del perfil del cliente y de la duraci¨®n del servicio, la relaci¨®n que se puede llegar a establecer es de mucha complicidad. En ocasiones, el entrenador personal llega a adoptar el papel de confesor u orientador. Siempre que se sepan mantener los l¨ªmites de dicha relaci¨®n dentro del ¨¢mbito profesional y que haya una distinci¨®n clara entre el trabajo y aspectos m¨¢s profesionales, no tiene que haber ning¨²n tipo de incompatibilidad. Sin embargo, si el entrenador no es capaz de establecer dichos l¨ªmites desde el principio, se puede llegar a situaciones inc¨®modas o de excesiva dependencia por parte del cliente, que no benefician en nada el correcto proceso de entrenamiento".
Aunque es cierto que la relaci¨®n personal es algo que debe manejarse con cuidado, tambi¨¦n lo es que en algunos perfiles de entrenamiento personal s¨ª son necesarias altas dosis de complicidad. Lo pide el cliente y hasta lo necesita el entrenador, pues es parte esencial de su mensaje. Antonio Corgos fue saltador de longitud -particip¨® en tres Juegos Ol¨ªmpicos y posee otras tantas medallas de plata a nivel europeo-, es licenciado en INEF y se encarga en la actualidad de entrenar a varias j¨®venes promesas del atletismo patrio en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Adem¨¢s ejerce de entrenador personal con fines fisioterap¨¦uticos. "Yo no les ayudo a ponerse el biquini. Todo esto de las modas y dem¨¢s no van conmigo. Si alguien viene a m¨ª pidiendo perder peso, les recomiendo una liposucci¨®n. Es m¨¢s r¨¢pido y menos doloroso. S¨®lo entreno a un peque?o grupo de gente que llega a trav¨¦s de conocidos. Desayuno con ellos, les miro a los ojos y analizo si quiero o no trabajar con ellos. Incluso nos vamos de vacaciones", comenta. En un plano similar, Grup d'Entrenament Personal, dirigido por Pere Carb¨® y Elisenda Pellicer, ofrece "servicios a domicilio de preparaci¨®n f¨ªsica que tiene como objetivo el bienestar f¨ªsico y el descanso de la mente". Entre sus actividades se encuentra incluso el asesoramiento y dise?o de espacios y, por supuesto, el antiaging. "En casos como ¨¦ste, la relaci¨®n debe ser necesariamente estrecha. Ya no hablamos de entrenadores ni de confesores, estamos hablando de personas a las que conf¨ªas tu cuerpo y tu mente", sentencia Saborido.
Seg¨²n una estad¨ªstica de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, el 75% de las personas que realizan regularmente ejercicio f¨ªsico no alcanzan sus objetivos. Del 25% satisfecho con sus resultados, el 90% utiliza los servicios de un entrenador personal. "Existen tantos perfiles de cliente como de entrenador", recuerdan desde FITT. "Nosotros nos obligamos a ser realistas. A pesar de que mucha gente est¨¢ mucho m¨¢s informada que hace tiempo, sigue existiendo el que viene tres semanas antes de irse de vacaciones. Nuestra labor es bajarlos a la tierra". En los mismos t¨¦rminos se manifiesta Panos Pantas, quien en ocasiones debe frenar los afanes expansionistas de algunos clientes. "Aunque vaya en contra de mi negocio, debo espaciar las sesiones. Los tiempos aqu¨ª son distintos que los del gimnasio. El entrenamiento es m¨¢s fuerte y no se debe forzar demasiado la m¨¢quina". El p¨²blico, en su mayor¨ªa, sabe que pasearse por la sala del gimnasio acompa?ado de un PT ya no es signo de estatus, pues el verdadero estatus se halla en que el PT venga a casa a desayunar leche de soja y manzanas contigo.
Saborido se afana en distinguir los ejercicios que pueden optimizar o hacer m¨¢s llevadero tu entrenamiento de los que prometen milagros con marca registrada. "Muchos gimnasios ejercen de anunciantes de algunas marcas y hay que ir con cuidado. El problema es que hay demasiada gente que desea creer en todo esto y demasiadas empresas dispuestas a darle las razones", comenta Saborido, cuya revista se encuentra en la actualidad entrenando a tres famosos chefs (Paco Roncero, Sergi Arola y Ramon Freixa). "Al final, cada uno debe quedarse con lo que mejor le funcione y le haga feliz, ya sea en una sala con 50 personas, ya sea en casa pagando el triple".

Entretenimiento y sorpresas
El p¨²blico del entrenamientopersonal tambi¨¦n espera que le entretengan y le sorprendan. Desde FITT comentan que "ahora estamos empezando a trabajar con las kettle bells, que es un ejercicio con unas pesas especiales que surgi¨® en Rusia hace d¨¦cadas y ahora se ha modernizado". Ejercicios como el TRX, un trabajo con poleas originalmente creado para el entrenamiento de Navi Seals del ej¨¦rcito yanqui; el Gravity, un ejercicio sobre una plataforma de inclinaci¨®n variable que utiliza la fuera de la gravedad como base de la resistencia, o el PNF, una metodolog¨ªa de entrenamiento que tiene su base en la fisioterapia y la rehabilitaci¨®n, son algunas de las t¨¦cnicas que se aplican ¨²ltimamente en el campo del entrenamiento personal. Junto a ellas, como en todo, est¨¢n las modas y los aparatos milagro. "Al final, todo es lo mismo", apunta Corgos, "por eso, cuando alguien me habla de electrodos y otras supuestas innovaciones, no puedo m¨¢s que pensar en los crecepelos".
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