ETA pidi¨® a las FARC que le ense?aran a manejar misiles
Adem¨¢s de la formaci¨®n sobre el uso de armas y explosivos que investiga el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, ETA pidi¨® expresamente a las FARC que les instruyeran t¨¦cnicamente en el manejo de misiles tierra-aire, aunque, seg¨²n fuentes policiales espa?olas, no hay constancia de que esos cursillos fueran llevados a cabo. Lo que se sabe es que la organizaci¨®n terrorista ha intentado obsesivamente utilizar proyectiles de gran potencia capaces de alcanzar blancos a distancia y que hasta el momento ha fracasado en todos y cada uno de sus intentos, pese a que ha llegado a tener en su poder sofisticados misiles tierra-aire SA-18 IGLA. Estos proyectiles de fabricaci¨®n sovi¨¦tica, adquiridos, por lo visto, en Ginebra (Suiza) a primeros de 1999, pasan por ser una versi¨®n mejorada de los SAM-7 Strela y permiten derribar un avi¨®n o helic¨®ptero a 3.500 metros de altitud.
Los etarras han fracasado al utilizar proyectiles de larga distancia
La polic¨ªa cree que ETA lleva a?os probando armas en la selva venezolana
A lo largo de muchos a?os, ETA ha vivido con la frustraci¨®n de disponer de un arma poderos¨ªsima, te¨®ricamente ideal para la comisi¨®n de magnicidios y no poder o no saber servirse de ella. Lo intent¨® reiteradamente con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en abril y mayo de 2001, pero los SA-18 IGLA, los mismos o id¨¦nticos a los que la polic¨ªa francesa encontr¨® en octubre de 2004 en los pisos de seguridad de Urrugne y Briscous, no funcionaron, ni entonces, ni en ninguna otra ocasi¨®n. El anuncio soterrado de que ETA dispon¨ªa de un arma novedosa y letal excit¨® durante a?os los circuitos de la militancia batasuna sin llegar a materializarse, a pesar de que entre el arsenal intervenido en octubre de 2004 a Mikel Antza hab¨ªa un sistema lanza misiles tierra-aire modelo SAM-7.
Una explicaci¨®n a tanta expectativa frustrada y a tanta inc¨®gnita policial se abri¨® paso en abril de 2004 en el registro de la vivienda que ocupaba en Saint Michel (Francia) I?igo Elizegi Erbiti, conocido como El Ingeniero. Entre el material intervenido, apareci¨® un escrito con consideraciones sobre las causas posibles del fallo de un misil acompa?ado de restos de uno de esos proyectiles ya explotado. Por lo visto, la polic¨ªa no ha sabido nunca d¨®nde tuvo lugar el fallido experimento y si se produjo antes o despu¨¦s de que los representantes de ETA requirieran la ayuda de las FARC.
En esa b¨²squeda obsesiva, constante, por hacerse con proyectiles capaces de alcanzar blancos a distancia, ETA ha trabajado tambi¨¦n desde siempre en proyectos propios dirigidos a mejorar e incrementar la capacidad y alcance de sus lanzagranadas caseras jotake ("dale que te pego"). En la documentaci¨®n incautada a Joxe Maria Dorronsoro Malaxechebarria en Par¨ªs, en agosto de 1993, figuraba un escrito enviado por el "delegado para Latinoam¨¦rica" del KLK (Kamporako Harremanetarak Komitea, Comit¨¦ de Relaciones Exteriores) en el que se indicaba que ya estaba en preparaci¨®n "lo de la de gabardina".
Se alud¨ªa tambi¨¦n a "la bal¨ªstica", "el peso", "el dispositivo de encendido", "la temperatura", etc. Precisamente, el proyecto, conocido internamente como Operaci¨®n Gabardina, se sustentaba en un prototipo Jotake haundi (grande) que supon¨ªan capaz de disparar proyectiles de 40 kilogramos. Seg¨²n la polic¨ªa, fue dise?ado en Cuba por los etarras residentes en la isla y testado por activistas que, como el propio Lorenzo Ayestar¨¢n Fanecas, detenido hace una semana en Francia, residen sin problemas en Venezuela.
Los analistas policiales est¨¢n convencidos de que ETA lleva muchos a?os experimentando con armas y explosivos en la selva venezolano-colombiana, un espacio "protegido" mucho m¨¢s seguro que el de Las Landas francesas y menos comprometedor que el cubano, puesto que las autoridades de ese pa¨ªs no permitir¨ªan ensayos de esta naturaleza.
En marzo de 1999, la polic¨ªa francesa encontr¨® en la casa del entonces jefe de ETA Jos¨¦ Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, un escrito titulado Jos¨¦-bilduma y un cat¨¢logo de claves. De ellos se deduc¨ªa que ten¨ªan a punto un artefacto explosivo de 40 kilos "afinado para alcanzar un punto a 600 metros" y que las pruebas iban a hacerse en Venezuela.
Seg¨²n la polic¨ªa, en los manuales de armas y explosivos que ETA ha difundido en los ¨²ltimos a?os no se aprecia ning¨²n elemento innovador que pueda atribuirse a sus contactos con las FARC. En todo caso, no parece que el inter¨¦s y esfuerzo de ETA en la aplicaci¨®n del I+D a su armamento haya estado nunca a la altura de sus expectativas.
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