Los iraqu¨ªes votan a pesar del terror
Los ataques frenan la participaci¨®n - Los sun¨ªes acuden a las urnas despu¨¦s del boicoteo de 2005 - El ex primer ministro Alaui intenta desbancar a Maliki
Firas se despert¨® ayer con la explosi¨®n de un ob¨²s de mortero. "Las esquirlas han impactado contra el muro del jard¨ªn", relataba dando a entender lo cerca que hab¨ªa ca¨ªdo. Sin embargo, ni este vecino de Al Dora, en el sur de Bagdad, ni millones de iraqu¨ªes se dejaron intimidar por las andanadas de mortero y las bombas que dejaron 38 muertos y un centenar de heridos en todo el pa¨ªs. Aunque anoche no hab¨ªa datos de participaci¨®n, Al Qaeda y los insurgentes fracasaron en su prop¨®sito de arruinar la jornada electoral.
"Hoy ha sido un d¨ªa de victoria sobre los asesinos que no quieren la democracia", resumi¨® el primer ministro, Nuri al Maliki, en un mensaje televisado. Tanto el presidente de EE UU, Barack Obama, como la alta representante de la UE, Catherine Ashton, felicitaron a los iraqu¨ªes por haber desafiado la violencia y haber acudido a las urnas "en un n¨²mero significativo". "Su participaci¨®n demuestra que han elegido dar forma a su futuro por la v¨ªa pol¨ªtica", dijo Obama.
Cayeron decenas de proyectiles pese a las medidas de seguridad
"La insurgencia no logra torpedear el proceso", dice el embajador espa?ol
La minor¨ªa sun¨ª no boicote¨® los comicios, como ocurriera en las primeras elecciones parlamentarias en diciembre de 2005. Queda por ver si sus votos van a ser suficientes para dar una opci¨®n de Gobierno a la coalici¨®n no confesional de Iyad Alaui, el principal rival pol¨ªtico de Al Maliki.
Seguridad, puestos de trabajo, un programa de viviendas sociales y buenas relaciones con los pa¨ªses vecinos. En Karrada, Ciudad S¨¢der o Adhamiya, todos los iraqu¨ªes entrevistados ayer a pie de urna coincid¨ªan en que ¨¦sas son las prioridades que debe abordar el nuevo Gobierno. Y, fueran chi¨ªes o sun¨ªes, rechazaban el sectarismo.
Ahora bien, a la hora de elegir el mejor candidato, la mayor¨ªa de los chi¨ªes se inclinaba por el actual primer ministro, Nuri al Maliki, en tanto que los sun¨ªes apostaban por Iyad Alaui, cuyo bloque es el ¨²nico de peso verdaderamente intercomunitario.
"He votado al Estado de la Ley de Al Maliki porque es imparcial y trabaja para todos los iraqu¨ªes sin sectarismos", asegura Yafar Namaa Yafar, un peque?o empresario jubilado, a la salida de la escuela Mohamed Baqer al Hakim de Yadriya, un barrio de clase media acomodada de Bagdad.
Es mediod¨ªa y la asistencia a las urnas empieza a animarse tras haberse visto afectada por los ataques que han despertado la ciudad. A pesar de las enormes medidas de seguridad, decenas de proyectiles han ca¨ªdo en torno a la hora de apertura de los colegios electorales, a las siete de la ma?ana, en diversos barrios de la capital iraqu¨ª. En el incidente m¨¢s grave, 25 personas han resultado muertas cuando una explosi¨®n ha destruido un edificio de tres plantas en el barrio de Ur, al noreste de la ciudad, y otras cuatro en un incidente similar en el suroeste.
Aunque los 38 muertos en todo el pa¨ªs no quedan lejos de los 44 de las primeras elecciones parlamentarias en diciembre de 2005, ayer no se produjeron atentados suicidas. "La insurgencia no ha logrado torpedear el proceso", dec¨ªa el embajador espa?ol, Francisco El¨ªas de Tejada.
"Hasta ahora no hemos tenido la participaci¨®n que anticip¨¢bamos debido a los ataques y tambi¨¦n a la eliminaci¨®n de candidatos por la Comisi¨®n de Desbaazificaci¨®n", dec¨ªa el responsable del colegio electoral de Yadriya, Raed Hadschi. ?l mismo sufri¨® la ca¨ªda de un ob¨²s en el jard¨ªn de su casa, apenas a 400 metros de la escuela. "Ha sido a las siete de la ma?ana, pero yo estaba aqu¨ª desde las seis y mi familia, que dorm¨ªa, ha salido ilesa; s¨®lo hemos perdido el coche y los cristales de las ventanas".
Irak no ha llevado a cabo un censo fiable de poblaci¨®n desde 1950. Por ello, tras la ocupaci¨®n de 2003, se han usado como registro electoral los listados del sistema de racionamiento del r¨¦gimen de Sadam. Los nombres de los electores se expon¨ªan a la entrada de los 50.000 colegios electorales. "Este a?o contamos con un tel¨¦fono de urgencia y, si alguien no aparece en la lista, puede hacer la reclamaci¨®n al instante", explicaba Hadschi.
Otros problemas resultan m¨¢s complicados de resolver. A Hasan le pill¨® fuera de casa el toque de queda que se impuso a las diez de la noche del d¨ªa anterior. "He dormido en el coche y, como estoy lejos de mi domicilio en Bab el Sharyi, quer¨ªa saber si puedo votar aqu¨ª", expone. Pero la ley es clara y Hadschi no puede hacer una excepci¨®n. Poco despu¨¦s, Hasan pudo desplazarse al colegio electoral que le correspond¨ªa. Una vez superado el susto que los terroristas causaron a primera hora y tal vez para animar la participaci¨®n, las autoridades levantaron parcialmente el toque de queda.
A las dos de la tarde, en Ciudad S¨¢der, los chavales estaban desmontando los carteles electorales para hacerse con los marcos de metal que luego vender¨¢n a un chatarrero. Pero, a pesar de las abayas negras con que se cubren las mujeres, esta barriada pobre y chi¨ª ofrec¨ªa el mismo esp¨ªritu festivo que la acomodada Karrada.
"Me siento como si hubiera renacido", declaraba Nayat Halat, de 39 a?os, frente a la escuela Wadi al Salam. Esta funcionaria del Ministerio de Minas e Industrias tambi¨¦n vot¨® a Al Maliki, como todos los funcionarios, o familiares de funcionarios, entrevistados. En el feudo de los sadristas, los seguidores del cl¨¦rigo radical M¨²qtada al S¨¢der, hab¨ªa que insistir mucho para encontrar a votantes de la Alianza Nacional Iraqu¨ª (el bloque que los engloba).
Curiosamente, la misma justificaci¨®n que daban los partidarios de Al Maliki se repet¨ªa en el otro extremo de la ciudad, en el barrio sun¨ª de Adhamiya, para votar a Alaui, el rival laico del primer ministro. "Tiene la capacidad de mejorar la seguridad y de unir a la gente", declaraba Zubaida Saleh, de 60 a?os y que en 2005 vot¨® por un partido sun¨ª. Igual opinaba Nadia Abbas, una oficinista de 29 a?os que en aquella ocasi¨®n boicote¨® las elecciones como la mayor parte de su comunidad. Ayer fue distinto y las noticias que llegaban de las regiones sun¨ªes tambi¨¦n hablaban de una buena participaci¨®n.
"Queremos un cambio", justificaba Ali Ahmed Jalil, un estudiante universitario de 29 a?os, poco antes del cierre de los colegios electorales a las cinco de la tarde. Esta vez no hubo extensi¨®n, pero quienes hac¨ªan cola fueron autorizados a depositar su voto. A las diez de la noche se restableci¨® el toque de queda para garantizar el traslado del material de voto a la sede de la Comisi¨®n Electoral.
La lenta transici¨®n hacia la democracia
- La invasi¨®n. En la madrugada del 20 de marzo de 2003, hora y media despu¨¦s de expirar el ultim¨¢tum de George W. Bush para que Sadam Husein abandonara Irak, comienzan los bombardeos sobre Bagdad de las fuerzas lideradas por Estados Unidos.
- "Misi¨®n cumplida". El 1 de mayo de 2003, el presidente Bush, a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln, proclama la victoria en "la batalla de Irak" y llama a continuar la guerra contra el terrorismo iniciada tras los atentados del 11-S.
- Bajo el veto de EE UU. En julio de 2003, la autoridad estadounidense designa un Consejo de Gobierno formado por 25 iraqu¨ªes. Fruto de meses de negociaciones entre los distintos grupos ¨¦tnico-religiosos, el Consejo tiene competencias en seguridad y econom¨ªa, pero EE UU conserva la ¨²ltima palabra en los temas m¨¢s importantes y puede vetar las decisiones contrarias a sus intereses.
- Sadam Husein, capturado. El Ej¨¦rcito de EE UU detiene al otrora temido dictador el 13 de diciembre de 2003, escondido en un peque?o zulo bajo tierra en una aldea cercana a su antiguo feudo de Tikrit.
- El inicio de la transici¨®n. El Gobierno interino del chi¨ª Ayad Alaui asume el poder en junio de 2004, tras la disoluci¨®n del Consejo de Gobierno y la marcha del diplom¨¢tico estadounidense Paul Bremer, que desde mayo de 2003 hab¨ªa ejercido la m¨¢xima autoridad civil en Irak. Con una cuidada proporci¨®n entre los grupos ¨¦tnicos y religiosos, el Gabinete, escogido por el anterior Consejo de Gobierno, tiene como objetivo la formaci¨®n de un Parlamento y la elecci¨®n de un Ejecutivo permanente.
- Los primeros comicios. Por primera vez en medio siglo, los iraqu¨ªes acuden a las urnas el 30 de enero de 2005 en unas elecciones en teor¨ªa libres, aunque en condiciones de inseguridad extrema que obligan a la mayor¨ªa de los candidatos a mantenerse ocultos. Pese a ello, la participaci¨®n es alta (se calcula que del 60%), gracias a chi¨ªes y kurdos. El Parlamento elegido, de 275 miembros, tiene como misi¨®n redactar la Constituci¨®n. Tambi¨¦n se vota para formar 18 asambleas regionales.
- Un presidente kurdo. En abril de 2005, el Parlamento designa a Yalal Talabani como presidente de Irak, el primer jefe de Estado kurdo y no ¨¢rabe del pa¨ªs.
- La Constituci¨®n. El 15 de octubre de 2005, los iraqu¨ªes aprueban en refer¨¦ndum (79% a favor) la nueva Ley Fundamental, pese a la alta participaci¨®n de los sun¨ªes en esta consulta, opuestos en su mayor¨ªa al modelo federal propuesto en el texto. - Elecciones legislativas. Los iraqu¨ªes vuelven a votar el 15 de diciembre de 2005, en unos comicios que marcan el fin de la transici¨®n a la democracia y que dan la victoria a los chi¨ªes, pero sin mayor¨ªa absoluta. Frente a los resultados de enero, cuando boicotearon la consulta, dos bloques sun¨ªes logran una importante representaci¨®n parlamentaria.
- El Gobierno de Al Maliki. Tras cinco meses de negociaci¨®n, el 20 de mayo de 2006, la Asamblea aprueba el Ejecutivo de unidad de Nuri al Maliki, el primer chi¨ª elegido para el cargo de primer ministro por un Parlamento democr¨¢tico desde 1953.
- La ejecuci¨®n de Sadam. El dictador que domin¨® el pa¨ªs durante m¨¢s de dos d¨¦cadas es ahorcado el 30 de diciembre de 2006, despu¨¦s de que un tribunal de Bagdad le condenara a la pena capital.
- Elecciones provinciales. En enero de 2009, en la ¨²ltima cita electoral hasta ayer, la lista de Nuri al Maliki logra la victoria en Bagdad y en ocho de las nueve provincias chi¨ªes del sur, pero se ve obligado a pactar. Los resultados muestran que el voto sigue siendo sectario.
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