Yishai, el campe¨®n de la colonizaci¨®n en Cisjordania
Hay un partido pol¨ªtico israel¨ª que logra sacar de sus casillas a los gobiernos y a la poblaci¨®n laica con sus exigencias -"chantaje", lo califican sus oponentes- para financiar sus escuelas talm¨²dicas y los subsidios a las familias numerosas. Sus dirigentes aseguran que los terremotos son provocados por las relaciones entre homosexuales y que son los inmigrantes quienes traen el sida a Israel. Esta semana ha cuadrado el c¨ªrculo: ha conseguido tambi¨¦n enfurecer a Estados Unidos. Seguramente, no tanto al primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, quien en asuntos de colonizaci¨®n viene a coincidir con el Shas. Pero es que, adem¨¢s, el jefe del Ejecutivo necesita a este partido, que cuenta con 11 de los 120 diputados de la Kneset, para la estabilidad de su coalici¨®n gubernamental.
El l¨ªder de este partido ultraortodoxo sefard¨ª, Eli Yishai, es a la saz¨®n ministro del Interior y responsable de los planes de construcci¨®n en Cisjordania. La edificaci¨®n de 1.600 viviendas en un barrio jerosolimitano ha convertido la visita del vicepresidente de Estados Unidos en una trifulca diplom¨¢tica, pasajera pero trifulca. Afirmaba ayer Yishai que ignoraba que el anuncio fuera a proclamarse durante la visita de Joseph Biden, aunque alg¨²n concejal de Jerusal¨¦n le desminti¨® tajantemente. ?Lo sab¨ªa Netanyahu? Su oficina lo niega, pero no puede negarse que el responsable final del entuerto es el primer ministro.
?Ha jugado Yishai el papel de testaferro para dejar claro a Washington que el Gobierno encabezado por el Likud no ceder¨¢ un cent¨ªmetro cuadrado del Jerusal¨¦n anexionado? Porque esto es exactamente lo que pregona Netanyahu, quien reitera a menudo que en Jerusal¨¦n se construir¨¢ de la misma manera que se hace en Tel Aviv. ?O es Yishai quien pretende erigirse en el campe¨®n de la colonizaci¨®n?
Al margen del sistema electoral proporcional puro, que propicia la presencia de 12 partidos en un Parlamento muy fragmentado y la dependencia de partidos como el Shas, otra constante desde que comenzara la ocupaci¨®n en 1967 es que los colonos jud¨ªos hacen y deshacen a su antojo, ocupan cargos relevantes en la Administraci¨®n y su presencia crece en el Ej¨¦rcito. Alegan muchos pol¨ªticos y acad¨¦micos que han secuestrado al pa¨ªs. Sin embargo, desde hace 40 a?os, las supuestas v¨ªctimas de ese rapto acuden a los asentamientos a plantar reto?os en la festividad del D¨ªa del ?rbol. Lo hizo Netanyahu el pasado febrero. Como lo hac¨ªa el presidente Sim¨®n Peres, en 1976.
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