Las nuevas colonias jud¨ªas causan la peor crisis entre Netanyahu y Obama
Israel se disculpa por anunciar los asentamientos en plena visita de Joe Biden
Benjam¨ªn Netanyahu quebr¨® el cristal con el codo y tuvo que entregar al vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, el certificado, sin enmarcar, que acredita que se han plantado ¨¢rboles en el monte Herzl de Jerusal¨¦n en honor de su madre, gran admiradora de Israel. Horas despu¨¦s se anunciaba la construcci¨®n de 1.600 viviendas en la mitad palestina de la ciudad santa para ser habitadas por ultraortodoxos jud¨ªos, un desplante calculado por no se sabe qu¨¦ funcionario, en una coyuntura en la que Washington persigue que palestinos e israel¨ªes reemprendan las negociaciones. El vicepresidente conden¨® la decisi¨®n de Israel y devolvi¨® el golpe. El primer ministro hebreo y su esposa, Sara, aguardaron con la mesa puesta durante 90 minutos la llegada del pol¨ªtico estadounidense para la cena del martes. La visita oficial de Biden se torn¨® en fiasco.
El vicepresidente de EE UU tild¨® de ilegal la edificaci¨®n israel¨ª en Jerusal¨¦n Este
La luna de miel en la relaci¨®n entre EE UU e Israel de la que disfrutaron cuando Ehud Olmert y George Bush gobernaban sus pa¨ªses es pasado. Nadie piensa que el inquebrantable matrimonio entre ambos Estados pueda concluir en divorcio. Pero nadie duda tampoco de que las relaciones pasan por uno de sus peores momentos, tal vez el peor desde que el ex secretario de Estado James Baker retorciera el brazo al primer ministro Isaac Shamir -EE UU congel¨® las garant¨ªas de los cr¨¦ditos que otorga a Israel- para que Shamir acudiera a la conferencia de Madrid en 1991. Y en una tesitura en la que Washington, embarcado en apagar sus fuegos en Irak y Afganist¨¢n, lo ¨²ltimo que necesita es que se aviven las llamas del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.
Diputados del Likud, el partido del primer ministro, han afirmado p¨²blicamente que se sienten insultados porque Barack Obama no se ha dignado a visitar Israel, y estiman que es demasiado proclive a las tesis palestinas. La bronca diplom¨¢tica y protocolaria en que se ha visto envuelto Biden, amigo personal de Netanyahu desde hace tres d¨¦cadas, en nada ayuda a revertir esa impresi¨®n. "El vicepresidente vino aqu¨ª para intentar restaurar la qu¨ªmica entre la Casa Blanca y Jerusal¨¦n, para aliviar las sospechas y crear una relaci¨®n, tal vez un nuevo comienzo. ?Y qu¨¦ ocurri¨®? En 15 minutos tambi¨¦n le perdimos", escrib¨ªa ayer Ben Caspit, analista del diario Maariv.
El aislamiento de Israel es creciente. A la condena de Biden por la iniciativa colonizadora se sum¨® la de la ONU y la UE, que calific¨® de "ilegal" toda edificaci¨®n israel¨ª en Jerusal¨¦n Este. Tal vez por ello ayer todo eran excusas. "Pido disculpas por el trastorno que este asunto ha podido causar", admiti¨® el ministro del Interior, Eli Yishai, responsable de la planificaci¨®n urban¨ªstica.
Si alguien no ha sido sorprendido por las iniciativas colonizadoras israel¨ªes en la Cisjordania ocupada es el presidente palestino, Mahmud Abbas, que ha salido beneficiado del incidente. Las palabras de Biden en presencia de Abbas, ayer en Ramala, apuntaban con dedo acusador a su gran aliado. "Incumbe a ambas partes construir una atm¨®sfera que ayude a las negociaciones y no complicarla... La decisi¨®n del Gobierno israel¨ª de promover las nuevas viviendas en Jerusal¨¦n Este socava la confianza, esa confianza que necesitamos ahora mismo para iniciar negociaciones provechosas", declar¨® el vicepresidente. Abbas conmin¨® a Netanyahu a suspender el proyecto urban¨ªstico. "Pido a Israel que d¨¦ una oportunidad a los esfuerzos de la Administraci¨®n de Obama para que tenga ¨¦xito". Lo hace con nula convicci¨®n.
Fuentes de la OLP aseguran a este diario que ning¨²n dirigente abriga esperanzas sobre las futuras negociaciones. Y es que la tarea del enviado de Barack Obama para Oriente Pr¨®ximo, George Mitchell, es cicl¨®pea. Porque si algo abunda es el recelo y la animadversi¨®n entre ambas partes. Ante este enmara?ado panorama, se ignora todav¨ªa cu¨¢ndo comenzar¨¢n las conversaciones, en principio indirectas, entre funcionarios de nivel medio palestinos e israel¨ªes. Lo que s¨ª se conoce es que partir¨¢n de cero tras 20 a?os de di¨¢logo frustrado.
La controvertida decisi¨®n del Gobierno israel¨ª de construir las 1.600 viviendas ha tenido tambi¨¦n otra consecuencia no deseada. Ha laminado, al menos en los medios de comunicaci¨®n, el asunto primordial que con toda certeza han abordado Biden y Netanyahu: el programa nuclear iran¨ª.
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