Planes de pensiones
Escasos de ideas parece ser que andan nuestros gobernantes cuando el ministro de Trabajo acaba de salir a la palestra aconsejando al personal tener un plan privado de pensiones que complete el sistema p¨²blico.
Da la ligera impresi¨®n de que vive all¨¢, en su torre de marfil, no siendo del todo consciente de la ¨¦poca tan dif¨ªcil que el ciudadano est¨¢ atravesando, con una tasa de paro que ha alcanzado ¨²ltimamente l¨ªmites casi estratosf¨¦ricos, y cuando la gente que tiene un trabajo -aunque sea mileurista- se considera aut¨¦nticamente privilegiada.
Una de dos: o se imaginan que todo el mundo goza de las diversas prebendas y grandes salarios que ellos tienen, o viven en un mundo irreal. Porque, ?c¨®mo va a pensar un sufrido padre de familia con dos hijos en la creaci¨®n de dichos planes cuando demasiada preocupaci¨®n tiene, en primer lugar, con la alimentaci¨®n de los suyos y, en segundo, con el pago de la hipoteca.
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