La resaca golpea el mercado del vino
Los a?os de 'vacas gordas' atrajeron a constructores y artistas, pero la crisis ha roto el encanto y centenares de bodegas est¨¢n en venta
Esas vi?as mustias que ha visto por la carretera est¨¢n abandonadas. Son de las que se van a arrancar. Da dolor verlas. El a?o pasado se arrancaron miles de hect¨¢reas de vid, y eso es tambi¨¦n deforestaci¨®n". Pedro Alcolea, viticultor manchego, y cabeza visible del sindicato agrario Asaja en Socu¨¦llamos (Ciudad Real), se enfurece al hablar del tema. La crisis, "la maldita crisis" que ha hundido el mercado del vino, est¨¢ transformando La Mancha. "Si los costes se mantienen o suben, y el precio de la uva baja, son muchos los que van a abandonar", sentencia. Al fin y al cabo, Bruselas, en un intento de racionalizar la producci¨®n, paga 4.500 euros por hect¨¢rea de vi?edos que se arrancan. Y prima al viticultor que retira del mercado los excedentes de vino, destil¨¢ndolos en alcohol para uso de boca, ese que va a aumentar la graduaci¨®n del co?ac o de otros vinos.
Empresarios de la construcci¨®n crearon 500 bodegas. Ahora, muchas de ellas est¨¢n en venta
Espa?a tiene que salir por fuerza al exterior. El consumo interno de vino es bajo. La cerveza le ha mordido el terreno. "En el mercado del vino tendr¨ªa que haber m¨¢s libertad, y al que no le vaya bien, que lo deje", dicen S¨¢nchez Muliterno
"En el mercado del vino tendr¨ªa que haber m¨¢s libertad, y al que no le vaya bien, que lo deje", dicen S¨¢nchez Muliterno
La crisis cambiar¨¢ La Mancha, teme Alcolea. Esta llanura inmensa que asoma a ambos lados de la carretera comarcal que une Pedro Mu?oz con El Toboso y Socu¨¦llamos, jalonada de cepas en vaso y en espaldera. La geometr¨ªa perfecta de los vi?edos llega casi hasta el asfalto. Hileras infinitas de vi?as, reci¨¦n podadas, dominan el paisaje. ?ste es el coraz¨®n de La Mancha, una regi¨®n vitivin¨ªcola que representa la mitad de la extensi¨®n dedicada al vi?edo en Espa?a.
M¨¢s de quinientas mil hect¨¢reas del mill¨®n largo que se dedica en este pa¨ªs a los vi?edos. La mayor extensi¨®n del mundo, aunque la producci¨®n, estabilizada en torno a los 38 millones de hectolitros (excluidos los 11 millones que se usan para mosto y alcoholes para uso de boca), sea la tercera mundial, detr¨¢s de Francia e Italia. La distancia era antes mucho mayor. "Con la entrada en la UE se increment¨® la producci¨®n gracias al regad¨ªo, para aumentar tambi¨¦n las rentas de los viticultores", dice Alcolea. El rendimiento de las vi?as se multiplic¨®, con consecuencias conocidas para el famoso Acu¨ªfero 23 que nutr¨ªa las Tablas de Daimiel, ahora recuperadas.
La industria floreci¨® y Espa?a se llen¨® de bodegas y de vinos de denominaci¨®n de origen. Se pas¨® de un pu?ado de marcas conocidas, a las casi setenta denominaciones que se encuentran hoy en el mercado y a las 5.000 bodegas. El vino espa?ol, pensaban muchos, incluido Alcolea, iba a comerse el mundo. "Es cierto. A mediados de los a?os noventa fue la locura. Se pagaba a 400 pesetas (2,50 euros) el kilo de uva. Fue un momento incre¨ªble y creo que a partir de ah¨ª hubo gente, famosos y empresarios, que pensaron que era estupendo hacer vino. Crearon bodegas y sacaron vinos al mercado a 40 euros la botella. Ahora nadie compra una botella a ese precio", cuenta el periodista Enrique Calduch, cr¨ªtico de vinos desde hace dos d¨¦cadas. Ser¨¢ casualidad, pero los dos vinos que encabezan la lista de los cien m¨¢s interesantes que selecciona la prestigiosa revista Wine Spectator, un vino criado en Washington y un espa?ol de denominaci¨®n de Toro, cuestan 19 euros la botella.
Y es que los tiempos han cambiado. V¨ªctor Pascual, presidente del Consejo Regulador del Rioja, calcula que en aquella d¨¦cada prodigiosa inversores de fuera del sector crearon un 30% de las 1.200 bodegas de La Rioja. Y no lo lamenta. "Es bueno que entre capital. Muchas de esas bodegas son aut¨¦nticas catedrales del vino que han fortalecido uno de los grandes pilares de nuestro negocio, que es el enoturismo".
Aunque las bodegas de dise?o se levantaron por todas partes. En Somontano, en Ribera del Duero, en Rueda, en la zona catalana del Priorato. Muchas con propietarios ajenos al sector. "Calculamos que la gente que no era de este negocio, sobre todo constructores, crearon unas quinientas bodegas. Un poco por capricho", dice Jos¨¦ Garc¨ªa Carri¨®n, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola del Vino que agrupa a una cuarta parte de los bodegueros espa?oles. Garc¨ªa Carri¨®n es, adem¨¢s, la sexta firma del mercado mundial, con bodegas en nueve denominaciones de origen. Su vino de mesa, Don Sim¨®n, es el m¨¢s vendido en Espa?a, y el vino espa?ol m¨¢s vendido en el mundo.
Con la entrada de los constructores, era inevitable que la crisis del ladrillo salpicara a las bodegas. Enate, un nombre de prestigio en la denominaci¨®n de origen de Somontano (Arag¨®n), del empresario Luis Nozaleda, est¨¢ en concurso de acreedores, arrastrada por el hundimiento de la inmobiliaria Nozar. Bodega Aresan, del empresario Aurelio Arenas, de Villarrobledo (Albacete), est¨¢ en venta. Hay casos en los que ha ocurrido al contrario. Fernando Mart¨ªn, presidente de Martinsa Fadesa, hundida en la misma crisis, ha invertido el dinero salvado de la cat¨¢strofe en una decena de bodegas peque?as por todo el territorio espa?ol. Tambi¨¦n invirtieron en vino futbolistas multimillonarios, como el brasile?o Ronaldo, en la firma Cepa 21. Y cantantes como Llu¨ªs Llach y Joan Manuel Serrat, con bodegas en el Priorato. "Para los constructores eran juguetes, pero perd¨ªan dinero porque no ten¨ªan redes comerciales", apunta Garc¨ªa Carri¨®n. "Ahora que la construcci¨®n se ha hundido, cientos de bodegas est¨¢n en venta".
Es un primer pinchazo que ha contribuido a hacer estallar la burbuja del vino. Otro ha sido la ca¨ªda del consumo. Un 10%, sobre todo en bares y restaurantes, en un contexto de exceso de oferta que llega al mercado global. Pa¨ªses como Estados Unidos, Australia, Chile, Sur¨¢frica y, m¨¢s recientemente, Argentina han impuesto sus vinos en el mundo, o lo intentan. Y Espa?a tiene que apoyarse en las exportaciones, ante la ca¨ªda del mercado interior. "Hace 40 a?os se consum¨ªan 70 litros de vino al a?o per c¨¢pita por 20 de cerveza, ahora es al contrario", dice Garc¨ªa Carri¨®n. Algo que no ocurre ni en Francia ni en Italia.
Y por si fuera poco, la crisis financiera internacional viene a apretar un poco m¨¢s las tuercas al sector. "S¨®lo sobreviven los m¨¢s ¨¢giles. Porque el consumo se ha contra¨ªdo, pero han aumentado las ventas de los vinos con denominaci¨®n de origen que han bajado sus precios", dice Rafael del Rey, que preside el Observatorio Espa?ol del Mercado del Vino, una especie de think tank dedicado al estudio de las pautas de consumo de este producto. Aun as¨ª, nadie se ha salvado del zarpazo. Rioja vio caer sus exportaciones un 8% en 2008, y algo menos en 2009. Todo un s¨ªntoma, porque la denominaci¨®n Rioja es el buque insignia del vino espa?ol, con 63.000 hect¨¢reas de vi?edos que se extienden a lo largo de tres comunidades aut¨®nomas (La Rioja, Navarra, Pa¨ªs Vasco), y una producci¨®n anual de unos 270 millones de litros.
V¨ªctor Pascual, presidente del Consejo Regulador de Rioja, est¨¢ convencido de que la crisis es coyuntural. "Tenemos que invertir en promoci¨®n, adaptarnos al mercado y no perder cuota bajo ning¨²n concepto, porque perder cuota es mortal, es muy dif¨ªcil de recuperar". Por eso han decidido reducir las cantidades del vino que ampara la denominaci¨®n un 10%, para afinar la selecci¨®n. La calidad es lo importante. Tambi¨¦n la promoci¨®n, a la que dedicar¨¢n 10 millones de euros. Empezando por Estados Unidos. "El verdadero mercado de futuro", cree el cr¨ªtico de vino Calduch.
Pero si el solid¨ªsimo Rioja ha notado un temblor econ¨®mico, los vinos de mesa y los vinos a granel, los fuertes de Castilla-La Mancha, han registrado un verdadero terremoto. "Los precios se han hundido. El vino no se vende. El a?o pasado se pag¨® el kilo de uva a 0,12 c¨¦ntimos de euro, y este a?o parece que se pagar¨¢ por debajo de los costes de producci¨®n", dice Jacinto Trillo, presidente de la cooperativa Cristo de la Vega, en Socu¨¦llamos, una de las m¨¢s grandes de la regi¨®n, que es tanto como decir del mundo. Y por eso, Trillo est¨¢ de acuerdo con la petici¨®n de las organizaciones agrarias que quieren una destilaci¨®n de crisis de 2,5 millones de hectolitros de vino, para hacer alcohol para uso industrial, o para carburantes, a cuenta de la Administraci¨®n.
"Hay que ponerle un suelo al vino, no puede seguir cayendo", dice, inmune al viento helado que sopla en el patio inmenso de la cooperativa. El sol es abrasador y el fr¨ªo glacial. Una s¨ªntesis perfecta del clima extremo de esta llanura. La cooperativa, m¨¢s all¨¢ del edificio blanco, con l¨ªneas azul a?il de la bodega, es una gigantesca f¨¢brica de vinos de todas las clases: crianza, reserva, gran reserva, espumosos, vinos de mesa y vinos a granel. "Aqu¨ª se molturan 100 millones de litros de vino al a?o", dice el presidente, se?alando las nueve plataformas del patio donde descargan a ritmo vertiginoso un cami¨®n de uva tras otro en tiempo de vendimia. Todo es gigantesco. Las naves albergan largas hileras de dep¨®sitos de acero inoxidable, donde fermenta el vino, junto a las viejas y olorosas tinajas. En el exterior hay dep¨®sitos todav¨ªa mayores donde se almacenan millones de litros.
Vino que no se vende en la proporci¨®n de hace cuatro o cinco a?os, y cuyo almacenamiento ha dejado de estar subvencionado por Bruselas. Por eso los cooperativistas y los bodegueros reclaman esa destilaci¨®n de crisis. "Tenemos que competir en Europa con vinos hechos en Marruecos, o en Argentina o en Chile, donde no hay las mismas exigencias sanitarias, ni se pagan los mismos sueldos", se lamenta el sindicalista Pedro Alcolea. Pero la Administraci¨®n no est¨¢ por la labor. Lo explica el director general de recursos agr¨ªcolas y ganaderos del Ministerio de Agricultura y Medio Rural, Carlos Escribano. "Eso de las destilaciones de crisis es una pol¨ªtica antigua. De Bruselas nos llegan 500 millones de euros para estimular y racionalizar la producci¨®n. Ya se han retirado del mercado cinco millones de hectolitros de excedentes, mediante la destilaci¨®n del vino en alcohol para uso de boca. Y vamos a dedicar 32 millones de euros a promocionar el vino". Escribano dice comprender la posici¨®n de los viticultores que no ingresan siquiera lo que han gastado en el cultivo de sus vi?as, pero a?ade, "les cuesta mucho tambi¨¦n sumar a esos precios el dinero que reciben en subvenciones".
La Mancha produce tambi¨¦n vinos excelentes, con denominaci¨®n de origen, y alberga peque?as explotaciones que han intentado de una forma distinta hacer vino y llegar al mercado. A estos ¨²ltimos, la fama de la regi¨®n les ha penalizado. "El precio del vino aqu¨ª es inferior al que se paga en La Rioja. Para los que hacemos vino de calidad es un problema. Somos verdaderos quijotes", dice Juan S¨¢nchez-Muliterno, consejero delegado de la bodega de denominaci¨®n de origen Pago Guijoso, en El Bonillo (Albacete). S¨¢nchez-Muliterno abomina del sistema de subvenciones. "Soy un firme defensor del libre mercado. En Europa el mercado del vino est¨¢ excesivamente regulado. Tendr¨ªa que haber m¨¢s libertad, y al que no le vaya bien, que lo deje. Se produce m¨¢s de lo debido, y se mantienen artificialmente las producciones". Sus propiedades, con 100 hect¨¢reas de vi?edos, se ajustan a la est¨¦tica y a la filosof¨ªa del pago, una denominaci¨®n de origen individual, "parecida al chateau franc¨¦s", cuenta. De su pago salen 200.000 botellas al a?o, cuyos precios no subieron en los a?os del boom, ni han bajado ahora. "Se mantienen entre los 35 a 40 euros la botella del m¨¢s caro, y los 9 y los 10 euros el m¨¢s barato". Aun as¨ª, se queja de que no puede sobrevivir. "Muchas bodegas est¨¢n cerrando".
Y muchos viticultores vocacionales, como Francisco Jos¨¦ Delgado, manchego de 44 a?os, est¨¢n a punto de tirar la toalla. "Tengo 45 hect¨¢reas de vi?edos, pero no cubro gastos. He tenido que hipotecar mi casa, y sobrevivimos gracias al sueldo de mi mujer, que trabaja en la Administraci¨®n. Pero tengo tres hijas, y no basta. El camino hasta sus vi?edos de uvas air¨¦n y cencibel, a las afueras de Socu¨¦llamos, est¨¢ asfaltado. "Un constructor del pueblo puso aqu¨ª al lado una bodega grande, muy bonita, y paviment¨® el camino", dice. Las lluvias han dejado la tierra mullida, y le ahorrar¨¢n este a?o el regad¨ªo. Pero, as¨ª y todo, Delgado, que cultiva vino ecol¨®gico, se siente al final del camino.
Ojal¨¢ tuviera ¨¦l tambi¨¦n la certeza de que la crisis es coyuntural. Y las exportaciones a Francia se recuperar¨¢n, y los rusos, grandes consumidores de co?ac, volver¨¢n a terminar las comidas copa en mano. De lo contrario se arrancar¨¢n m¨¢s vi?as. Y habr¨¢ que buscarse otro trabajo.
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