En el vel¨®dromo de la verg¨¹enza

"?Pero qu¨¦ bonita es Francia!". El grito, sarc¨¢stico y repleto de indignaci¨®n de un espectador, suena en la oscuridad de una sala de cine parisiense. En la pantalla corre el a?o 1942 y un gendarme franc¨¦s propina una paliza a una mujer jud¨ªa en un campo de retenci¨®n en las afueras de Par¨ªs. La escena forma parte de La rafle (La redada), pel¨ªcula estrenada en Francia la semana pasada. Dirigido por Roselyne Bosch, retrata por primera vez sin tapujos una de las p¨¢ginas m¨¢s oscuras -y durante d¨¦cadas, tab¨²- de la historia reciente de Francia: la redada del Vel¨®dromo de Invierno de Par¨ªs, la mayor realizada en territorio franc¨¦s y en la que fueron detenidos m¨¢s de 13.000 jud¨ªos, la mayor¨ªa mujeres y ni?os.

La pel¨ªcula ha suscitado una revisi¨®n hist¨®rica en los medios

La batida se inici¨® a las cuatro de la ma?ana del 16 de julio de 1942. Durante dos d¨ªas, los agentes franceses fueron casa por casa con la orden de "actuar con la m¨¢xima rapidez, sin palabras in¨²tiles y sin ning¨²n comentario". "Mi madre les suplicaba, pero yo me di cuenta de que no servir¨ªa de nada", recuerda en el filme Anna Traube, una de las supervivientes, que entonces ten¨ªa 20 a?os.

Los solteros fueron trasladados directamente a Drancy, al norte de Par¨ªs, escala previa a la deportaci¨®n a los campos de concentraci¨®n alemanes, mientras que las familias acabaron en el Vel¨®dromo de Invierno, entonces situado junto a la Torre Eiffel. "Era infernal, el ruido, la gente que lloraba, que gritaba, los ni?os que jugaban en la pista central", recuerda Traube.

M¨¢s de 8.000 hombres, mujeres y ni?os sobrevivieron sin agua ni comida hacinados durante cinco d¨ªas en el Vel¨®dromo. Anna Traube logr¨® huir gracias a la ayuda del responsable de saneamiento, Gaston Roques, y del m¨¦dico jud¨ªo de la Cruz Roja, David Sheinbaum, interpretado en la pel¨ªcula por Jean Reno. Los que no pudieron escapar fueron trasladados a campos de detenci¨®n y de ah¨ª a Auschwitz. Del gigantesco Vel¨®dromo no queda ni rastro. Fue derruido en 1959 y s¨®lo una peque?a placa conmemorativa da constancia de lo que ocurri¨® aquel verano de 1942. De la redada tan s¨®lo queda una fotograf¨ªa, en la que se ven los autobuses que transportaron a las familias.

Aquel traum¨¢tico episodio no entr¨® en los libros de historia escolares hasta la d¨¦cada de los ochenta. En 1995, el presidente Jacques Chirac se decidi¨® a reconocer la responsabilidad francesa en la deportaci¨®n de jud¨ªos. "La locura criminal del ocupante fue, lo sabemos, secundada por franceses, por el Estado franc¨¦s", recalc¨®, en un hist¨®rico discurso. Al ser el primer filme en apuntar a la responsabilidad francesa, La rafle ha recibido un tratamiento especial. Profesores y alumnos han sido invitados a diferentes preestrenos, la productora prev¨¦ una serie de acciones did¨¢cticas y cuenta, entre otros, con el apoyo de la regi¨®n parisiense.

Los diarios se han llenado de cronolog¨ªas recordando la serie de redadas que se realizaron en Francia durante la II Guerra Mundial. La radio se ha abierto a los testimonios de los supervivientes y los principales canales de televisi¨®n han dedicado programas especiales a la salida de la pel¨ªcula, aprovechando la ocasi¨®n para hacer un trabajo de memoria colectiva. La cineasta, de origen catal¨¢n, se ha nutrido de los testimonios de supervivientes como Anna -interpretada en la pel¨ªcula por la joven griega Ad¨¨le Exarchopoulos- o Joe Weismann -el peque?o de 11 a?os, protagonista del filme y al que da vida Hugo Leverdez-, que logr¨® escapar del campo de detenci¨®n. La pel¨ªcula recuerda as¨ª que los que llevaron a cabo la redada, aunque en territorio ocupado por los nazis, eran polic¨ªas franceses bajo las ¨®rdenes del r¨¦gimen colaboracionista del mariscal P¨¦tain. Cierto es que el Gobierno respond¨ªa a la exigencia alemana de entregar un cupo determinado de jud¨ªos, pero suya fue la iniciativa de incluir en la redada, por primera vez, a menores de 16 a?os. De los 13.000 jud¨ªos detenidos, m¨¢s de 4.000 eran ni?os. La motivaci¨®n -recalcada en la cinta- no era otra que evitar cargar con el problema de los hu¨¦rfanos.

Pero la obra tambi¨¦n se esfuerza en honrar a los h¨¦roes que se arriesgaron para salvar la vida de sus vecinos, como una portera que avis¨® de la llegada de la polic¨ªa, una pareja de prostitutas que salv¨® a una madre con su beb¨¦ o la enfermera Annete Monod, interpretada en la cinta por la actriz francesa M¨¦lanie Laurent.