Les costar¨¢ caro
El asesinato de un polic¨ªa franc¨¦s por ETA pone a prueba la independencia de su entorno
"Los enemigos de la democracia espa?ola son los enemigos de Francia", dijo Sarkozy en diciembre de 2007 en referencia a ETA, y ayer la banda lo corrobor¨® asesinando a un polic¨ªa franc¨¦s que trataba de interceptar a un comando terrorista que acababa de asaltar un establecimiento de compraventa de autom¨®viles, cerca de Par¨ªs, en una operaci¨®n de pel¨ªcula pero con un muerto real. Aunque ha habido varios agentes franceses heridos por etarras, se trata del primer polic¨ªa franc¨¦s asesinado por ellos. Lo cual tendr¨¢ consecuencias para ETA, y deber¨ªa tenerlas tambi¨¦n en las relaciones entre la banda y la izquierda abertzale que dice aspirar a hacer pol¨ªtica sin violencia.
Hace a?os que los Gobiernos franceses colaboran intensamente con las autoridades espa?olas en la persecuci¨®n de ETA. Pero gran parte de la opini¨®n p¨²blica de ese pa¨ªs ha seguido viendo el problema como un asunto exclusivamente espa?ol. Esa percepci¨®n es ya insostenible, y ello actuar¨¢ como elemento de presi¨®n para acabar definitivamente con la presencia etarra en el que fue su santuario. M¨¢s interesada en mantener ese santuario que en llevar a la pr¨¢ctica sus proclamas contra el colonialismo franc¨¦s sobre Euskal Herria, ETA evit¨® durante muchos a?os realizar acciones violentas en ese pa¨ªs. En un debate interno realizado tras el fin de la tregua de 2006, la direcci¨®n plante¨® la posibilidad de modificar ese criterio; aunque un sector sostuvo que sobraban motivos para ello, la hip¨®tesis fue finalmente rechazada.
La colaboraci¨®n francesa contra ETA se intensific¨® desde que el problema terrorista entr¨® a formar parte de sus propias prioridades, tras una oleada de atentados islamistas a finales de los a?os ochenta; los tiroteos de los ¨²ltimos a?os y el asesinato en territorio franc¨¦s de dos guardias civiles, en diciembre de 2007, fueron otros motivos para el creciente compromiso franc¨¦s. As¨ª, el efecto frontera, decisivo para la pervivencia de ETA, ha ido desapareciendo. De los 114 miembros de ETA detenidos en 2009, casi un tercio lo fueron en Francia. Y la influencia pol¨ªtica de ETA sobre la poblaci¨®n nacionalista en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s m¨¢s bien ha resultado disuasoria: el pasado domingo, en las regionales, el conjunto del nacionalismo, incluyendo los votos nulos promovidos por el equivalente de Batasuna, no superaron el 10%.
El asesinato del gendarme se produce en un momento en el que se junta la debilidad extrema de la banda (sobre todo, pol¨ªtica) y la aparici¨®n de s¨ªntomas de desacato a su autoridad por parte de su entorno. Los mensajes deslizados por Otegi desde la c¨¢rcel y algunas peque?as osad¨ªas de la resoluci¨®n aprobada en el debate de la izquierda abertzale abren la posibilidad de un pronunciamiento expl¨ªcito de esos sectores que han dicho p¨²blicamente que est¨¢n dispuestos a defender sus ideas sin pistolas. Si tampoco ahora se atreven a desmarcarse de la banda, nadie podr¨¢ tomarles en serio; y tambi¨¦n ellos pagar¨¢n un precio por su silencio.
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