Agradecimiento de la familia Delibes

Miguel Delibes, nuestro padre, hermano y abuelo, dec¨ªa que hab¨ªa que agradecer siempre las misivas y mensajes, salvo si eran insultantes o amenazadores (que tambi¨¦n los hubo en su vida). Con ese criterio, ¨¦l nunca dej¨® de contestar una carta. Pero es dif¨ªcil responder a las innumerables muestras de cari?o que hemos recibido estos d¨ªas.

?C¨®mo transmitir hasta qu¨¦ punto nos han emocionado las palabras afectuosas que han inundado los libros dispuestos por el Ayuntamiento de Valladolid? ?Podemos buscar una por una a todas las personas que aplaud¨ªan al paso del cortejo f¨²nebre, para decirles que su expresi¨®n de respeto y admiraci¨®n nos puso la carne de gallina y nos arranc¨® las l¨¢grimas? ?Lograremos identificar a cu¨¢ntos han viajado estos d¨ªas para dar su ¨²ltimo adi¨®s al escritor y un abrazo a nosotros, que a veces ni siquiera han conseguido? ?Y a los miles de maestros y padres que han le¨ªdo a sus disc¨ªpulos e hijos unas l¨ªneas de sus novelas, o a las personas an¨®nimas que por toda Espa?a han colocado flores y espigas en los r¨®tulos de las calles con su nombre?

Intentaremos contestar directamente a cuantos podamos reconocer y localizar, pero somos conscientes de que ser¨¢n muchos m¨¢s los que no lleguen a recibir en persona nuestro mensaje.

Sirvan estas l¨ªneas, por tanto, de agradecimiento general. Autoridades y medios de comunicaci¨®n de todo signo han evocado a nuestro padre y abuelo y nos han tratado a nosotros mismos con extrema delicadeza, comprendiendo, y en muchos casos compartiendo, nuestro vac¨ªo y dolor.

No saben hasta qu¨¦ punto nos han consolado y reconfortado, al tiempo que nos hacen a¨²n m¨¢s conscientes del privilegio que supone llamarse Delibes y del compromiso ¨¦tico que apareja. Desde el recuerdo m¨¢s entra?able de Miguel Delibes y de su multitudinaria despedida, muchas gracias a todos.