'Remake' correcto, aunque prescindible
Un director espa?ol nada pretencioso ni farolero, que ha conseguido un merecido triunfo comercial y cr¨ªtico con su ¨²ltima y excelente pel¨ªcula, me contaba con agradecido pasmo que algunos nombres apabullantes del cine estadounidense, gente tan cualificada y famosa como Paul Haggis, David Fincher y Mel Gibson, se hab¨ªan interesado en hacer un remake en Hollywood de su bienaventurada criatura. Sabes que desde sus ancestros el cine de los grandes estudios se ha nutrido de los grandes talentos de cualquier parte, que muchos de los creadores del cine europeo encontraron all¨ª los medios m¨¢s potentes para expresar su mundo, que siempre han existido ojeadores en esa industria intentando captar las voces originales y los argumentos poderosos del cine de cualquier parte, pero en los ¨²ltimos tiempos Hollywood abusa excesivamente de las versiones, algo que casi nunca mejora al producto original. Puede deberse a la sequ¨ªa que atraviesa la imaginaci¨®n de los productores, a la vagancia de readaptar productos que han funcionado muy bien en los mercados nativos. Recurre a ello incluso alg¨²n creador tan personal como Scorsese, al hacer en Infiltrados el remake de la pel¨ªcula de Hong Kong Asuntos internos. Tengo que hacer esfuerzos ¨¦picos para recordar alguna versi¨®n que haya superado la calidad de lo que copia. Ser¨ªa conveniente, aunque tambi¨¦n ilusorio, que dejaran tranquilos a los cl¨¢sicos. Para evitar las comparaciones, por sentido del rid¨ªculo.
BROTHERS
Direcci¨®n: Jim Sheridan.
Int¨¦rpretes: Jake Gyllenhaal, Natalie Portman, Tobey Maguire, Sam Shepard, Mare Winningham.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2009.
Duraci¨®n: 104 minutos.
El filme original dan¨¦s pose¨ªa un tono ¨¢rido, una tem¨¢tica compleja
Jim Sheridan hace concesiones para que el p¨²blico no acabe hecho polvo
La pel¨ªcula danesa Brothers, dirigida por Susanne Bier (se?ora que posteriormente rodar¨¢ en Estados Unidos la dura y conmovedora Cosas que perdimos en el fuego), no alcanza condici¨®n de cl¨¢sico, pero s¨ª pose¨ªa una tem¨¢tica compleja, tono ¨¢rido, sentimientos turbadores, expresividad demoledora. Contaba la tr¨¢gica historia y la sorprendente evoluci¨®n de dos hermanos, uno de ellos ejemplar marido, padre, hijo y profesional, el otro descarriado y delincuente, a partir de que al primero se le d¨¦ por muerto en la guerra de Afganist¨¢n y el segundo intente aliviar la desolaci¨®n de su cu?ada y cuidar a sus sobrinas. El regreso del desaparecido, al que los talibanes han castigado con la peor de las torturas, la imposible integraci¨®n en su antiguo mundo de este hombre atormentado, la tempestad an¨ªmica y fraternal que crean los celos con causa, la sospecha de que dependiendo de las circunstancias de la existencia Ca¨ªn se puede transformar en Abel y a la inversa, estaba descrito de forma certera. Si la memoria no me enga?a, creo recordar que el sexo no era tibio y el desenlace tan terrible como l¨®gico.
Ese apasionante y progresivamente sombr¨ªo argumento vuelve a ser recreado por el cine estadounidense. Le encargan el control del barco a Jim Sheridan, algo que no puede obedecer a la casualidad ya que se trata de un director que ha retratado obsesivamente en su notable cine ambientes familiares marcados por la violencia. Ocurr¨ªa en Mi pie izquierdo, El prado, En el nombre del padre, The boxer y En Am¨¦rica. Y el protagonismo a tres int¨¦rpretes con prestigio y tiro como Tobey Maguire, Jake Gyllenhaal y Natalie Portman. Primer error de reparto. Al inquietante Maguire siempre te lo vas a creer como zumbado pero escasamente como ser mod¨¦lico. Si hubiera invertido su papel con Gyllenhaal, esos personajes ser¨ªan m¨¢s cre¨ªbles. En cuanto a la tantas veces maravillosa Natalie Portman, tengo la lamentable sensaci¨®n de que est¨¢ perdiendo luz, de que su presencia es tan correcta como anodina. Las m¨¢s veraces son las dos cr¨ªas. Naturales, graciosas, confundidas.
Sheridan suaviza el tono bronco que pose¨ªa la historia original. Tambi¨¦n hace concesiones para que el espectador no acabe hecho polvo ante esta tragedia sin salida. Es una pel¨ªcula correcta, pero no tiene capacidad para removerte, para que te identifiques emocionalmente con los traumas de esa gente con la que se ensa?¨® el destino.
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