Europa se borra del mapa

En 1988, unos investigadores de la revista National Geographic pidieron a 3.800 ni?os de 49 pa¨ªses que dibujaran el mapa del mundo. La mayor¨ªa de los chavales -africanos, asi¨¢ticos, americanos- colocaron Europa en el centro del mapa. Sin saberlo, reprodujeron la misma visi¨®n euroc¨¦ntrica legada por sus antepasados desde la ¨¦poca colonial, la proyecci¨®n de Mercator, la misma que todo occidental tiene en la cabeza como un hecho objetivo ante el que no cabe la m¨¢s m¨ªnima duda.

Un mapa no es m¨¢s que una mirada, trazada hist¨®ricamente con una carga ideol¨®gica, a veces inocente, que suele generar controversia. Mientras el mapa del poder real en el mundo est¨¢ cambiando radicalmente, desplazando a Europa cada vez m¨¢s al oeste y colocando en el centro a Estados Unidos y China, las viejas pol¨¦micas sobre el eurocentrismo siguen vivas.

En la proyecci¨®n de Mercator, de 1569, Groenlandia era tan grande como ?frica

"No s¨®lo es f¨¢cil mentir con mapas; es esencial", escribe Mark Monmonier

Las dos proyecciones de mapas que m¨¢s han agitado el mundo de la cartograf¨ªa son las de Mercator (1569) y la de Peters (1974). Representar fielmente en un plano una esfera achatada por los polos -un elipsoide de revoluci¨®n, que dir¨ªan los expertos- es el reto de los cart¨®grafos desde el siglo XVI. Desgraciadamente, es imposible; siempre habr¨¢ una parte que quede distorsionada.

En 1569, el padre de todos ellos, el flamenco Gerardo Mercator ide¨® una forma de proyectar el mundo esf¨¦rico meti¨¦ndolo en un cilindro. El mapa, una herramienta ¨²til para los navegantes de la ¨¦poca, es el mismo que se ha ense?ado en las escuelas. Coloca a Europa en el centro y representa fielmente la forma de los continentes, pero exagera los tama?os de los pa¨ªses a medida que se acercan a los polos. Groenlandia, por ejemplo, aparece con un tama?o similar al de ?frica, aunque su superficie es de 2,1 millones de kil¨®metros cuadrados, mientras que la del continente es de 30,1 millones.

De la misma forma, la masa continental de lo que todav¨ªa seguimos llamando norte ocupa mucho m¨¢s espacio que la del sur. La realidad es que el sur ocupa el doble, unos 100 millones de kil¨®metros cuadrados. En cualquier caso, las inexactitudes de Mercator no pueden atribuirse a supuestas intenciones deshonestas; el hombre s¨®lo quer¨ªa que los barcos no se perdieran en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico.

Quien s¨ª result¨® un experto en propaganda fue Arno Peters. En 1974, este berlin¨¦s que hab¨ªa sido cineasta, organiz¨® una rueda de prensa para arremeter contra el mapa de Mercator y presentar el suyo. La proyecci¨®n de Peters respetaba las superficies reales de los pa¨ªses, pero no sus siluetas, la mayor¨ªa de las cuales aparec¨ªan demasiado estiradas. Los cart¨®grafos le dieron la espalda -Arthur Robinson defini¨® el mapa como un calzoncillo largo, mojado y andrajoso colgado del ?rtico- pero la visi¨®n pol¨ªticamente correcta de Peters cal¨® en la Unesco y en las ONG, que adoptaron el mapa para mostrar su sensibilidad hacia ?frica y Asia. Adem¨¢s, Peters no hab¨ªa hecho m¨¢s que apropiarse de una proyecci¨®n casi id¨¦ntica elaborada en 1855 por James Gall, un religioso escoc¨¦s con menos sentido del espect¨¢culo.

"No solamente es f¨¢cil mentir con mapas; es esencial", se?ala el experto estadounidense Mark Monmonier en su libro C¨®mo mentir con mapas (How to lie with maps, 1996), donde revisa c¨®mo los mapas han servido hist¨®ricamente para hacer propaganda. Monmonier propone un m¨¦todo mucho m¨¢s efectivo que el de Peters para resaltar la importancia creciente de China o India: los cartogramas.

Este tipo de mapas no se hace atendiendo a las coordenadas para representar con fidelidad la superficie terrestre. Son simplemente gr¨¢ficos que permiten explicar c¨®mo se distribuyen los pa¨ªses seg¨²n determinadas variables estad¨ªsticas. A eso se dedican p¨¢ginas web como worldmapper.org o gapminder.org, herramientas estupendas para elaborar cartogramas.

?C¨®mo ser¨¢ el mapa del mundo dentro de unos a?os? Si pint¨¢semos un cartograma geopol¨ªtico que dejase claro qui¨¦n manda en el mundo, ?qu¨¦ criterio seguir¨ªamos? Todos los expertos consultados coinciden en que ser¨¢n los avances tecnol¨®gicos los que determinar¨¢n principalmente qui¨¦n mandar¨¢ en el mundo. "La ciencia es la que define la innovaci¨®n y eso es lo que marca la productividad de un pa¨ªs y, por tanto, su crecimiento econ¨®mico", se?ala Fernando Vallesp¨ªn, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica y de la Administraci¨®n. "China va ganando poder militar. El centro lo copan China y Estados Unidos", propone Cristina Manzano, directora de la revista Foreign Policy en Espa?a.

"Hay otros factores, como la educaci¨®n y el n¨²mero de universidades potentes, pero todos est¨¢n ligados a ese criterio econ¨®mico y tecnol¨®gico", explica Antonio Marquina, catedr¨¢tico de Seguridad y Cooperaci¨®n en las Relaciones Internacionales, que aporta las predicciones econ¨®micas de Goldman Sachs para 2050. Seg¨²n el an¨¢lisis del grupo de inversi¨®n, China y Estados Unidos copar¨ªan la primera y segunda plaza respectivamente. Otros pa¨ªses como Brasil, India y Rusia dominan las primeras plazas. S¨®lo Alemania sigue manteniendo cierto poder¨ªo. Espa?a no aparece ni siquiera en la lista de los 20 primeros. Una proyecci¨®n similar es la que aportan los expertos de Worldmapper para 2015 (ver gr¨¢fico).

Muchas cosas pueden poner todo del rev¨¦s de aqu¨ª a 2050, pero, probablemente, si la revista National Geographic repitiese su experimento en esa fecha, los ni?os europeos dibujar¨ªan a China y Estados Unidos en el centro y arrinconar¨ªan a Europa al extremo oeste del mapamundi.