Los necios

Las mujeres de mi generaci¨®n tuvimos la suerte de presenciar c¨®mo se ampliaron los derechos de nuestras madres con la llegada de la democracia hasta convertirlas en ciudadanas mayores de edad. A nadie le cabe la menor duda de que, en comparaci¨®n con la consideraci¨®n social que ellas merec¨ªan, hijas, nietas y bisnietas gozamos de una situaci¨®n much¨ªsimo m¨¢s ventajosa. Conozco muchos hombres, algunos amigos incluso, que habiendo llegado a este punto dan por cerrada la aspiraci¨®n de la mujer a una igualdad real. Percibo ahora (con m¨¢s fuerza tal vez porque paso temporadas fuera de Espa?a) una reacci¨®n feroz hacia la presencia de las mujeres en la vida p¨²blica. Es una misoginia transversal, que va de izquierda a derecha, y que consiste en a?adir un plus de desprecio, cachonde¨ªto y virulencia a cualquier cr¨ªtica.

En estos d¨ªas hablaba con otras mujeres profesionales. Ninguna de ellas, a lo largo de su vida laboral, se ha librado de ser definida con el c¨¦lebre adjetivo, "mal follada". En cuanto una mujer muestra un car¨¢cter fuerte se atribuye su firmeza a la insatisfacci¨®n sexual. Es un cl¨¢sico. Pero nadie quiere reconocer que hay un fondo de misoginia en el trato paternalista y falt¨®n que tantas veces se percibe en los medios. Nadie est¨¢ dispuesto a admitir que en la forma en que se contempla a las mujeres (sea desde una secci¨®n cultural o pol¨ªtica) hay a menudo una actitud arrogante. E intuyo que las mujeres lo admitimos en silencio para que no se nos endilgue otro adjetivo tambi¨¦n frecuente, "amargadas". Hay quien ha entendido la igualdad como una gran oportunidad para faltar el respeto a las mujeres y que camufla su mala educaci¨®n atribuy¨¦ndose una especie de rebeld¨ªa contra la correcci¨®n pol¨ªtica.

Nada mejor que un hombre que te trate de igual a igual sin dejar de ser un caballero. S¨®lo los necios son incapaces de entenderlo.