El Defensor del Pueblo halla cuerdas de sujeci¨®n en un centro de menores

Un inspector de la oficina del Defensor del Pueblo visit¨® el centro terap¨¦utico de menores de Galapagar el pasado 3 de diciembre. Y se qued¨® muy sorprendido. O quiz¨¢ no tanto, porque estaba all¨ª tras recibir una denuncia de cuatro muchachos que hab¨ªan estado recluidos en el lugar. Vio cuerdas de sujeci¨®n. Tambi¨¦n chicos con un alto nivel de medicaci¨®n. Quiz¨¢ m¨¢s all¨¢ de la prescrita por los psiquiatras. Y le llam¨® la atenci¨®n el hecho de que los relatos sobre la rutina en el lugar de los ni?os y de sus educadores fuesen tan diferentes. Este centro es una especie de residencia para menores desprotegidos y est¨¢ a cargo de la Comunidad de Madrid.

Los cuatro menores que presentaron la queja son los mismos que fueron en diciembre a un cuartel de la Guardia Civil de Torrelodones. Su denuncia fue admitida a tr¨¢mite. Hoy declaran en el Juzgado n¨²mero 7 de Villalba. Pero no ser¨¢n los ¨²nicos. Tambi¨¦n ir¨¢n otros chavales residentes en el centro de Galapagar. Y algunos de los educadores.

Humillaciones

La demanda, presentada especialmente por Juan Carlos V., que abandon¨® el lugar hace dos a?os al cumplir la mayor¨ªa de edad, habla de humillaciones y malos tratos. Y se demora especialmente en un d¨ªa en el que fue atado durante toda una noche. Se orin¨® encima y nadie hizo caso de sus peticiones de ayuda.

El abogado de los demandantes, Endika Zulueta, advierte de que esta clase de demandas son contra las personas que cometieron actos concretos. Desde la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales, de la que depende el Instituto del Menor y la Familia, dirigido por Paloma Mart¨ªn, se lanz¨® ayer un comunicado para precisar algunas cosas que, en su opini¨®n, son err¨®neas. De viva voz, una de sus portavoces asegur¨® que las sujeciones halladas en el lugar est¨¢n "homologadas y son las mismas que se encuentran en cualquier hospital psiqui¨¢trico". Tambi¨¦n insisti¨® en que las dosis de medicamentos suministradas a los menores "son las prescritas por Salud Mental".

Sin embargo, personas muy ligadas a estos centros aseguran que "se abusa de la medicaci¨®n y los chicos llegan a otros centros a los que son derivados como zombis". Otras fuentes cercanas al Instituto del Menor aseguran que el "cabecilla de la denuncia" tiene un largo historial m¨¦dico psiqui¨¢trico y que padece trastornos de personalidad muy graves.