No tengo un minuto
Seguro que la cosa les suena. Podemos estar trabajando o en casa, a cualquier hora del d¨ªa, sea laborable o festivo. De pronto, suena el tel¨¦fono y un contestador autom¨¢tico nos pide que nos mantengamos a la espera. Otras veces resulta ser la voz imperiosa y din¨¢mica de un comercial, que nos tutea en la primera frase y en la segunda ya intenta colocarnos su producto. Los m¨¢s ingeniosos optan por enviar mensajes de texto a los m¨®viles, en una versi¨®n bastante cutre del hist¨®rico "p¨¢salo". En una sola tarde he llegado a contabilizar ocho llamadas de este tipo. Ocho incordios como ocho soles, que son capaces de desconcentrar al propio Dalai Lama.
Las grandes compa?¨ªas ya no tienen bastante con darnos un servicio de tercera a precio de jugador del Real Madrid. Ahora es necesario acosarnos con respuestas a consultas que no hemos formulado. Ahora, simple y llanamente, se trata de molestar. Esta es la ¨²nica conclusi¨®n a la que he llegado despu¨¦s de que -el ¨²ltimo fin de semana- una conocida compa?¨ªa de telefon¨ªa me llamara en mitad de la cena del s¨¢bado y a media ma?ana del domingo. Y claro, harto de declinar educadamente las portentosas ofertas ofrecidas, no tuve m¨¢s remedio que colgar el aparato a la que una se?orita dec¨ªa mi nombre. A un tris estuve de colgarle tambi¨¦n a mi madre, que casualmente me llamaba a esas horas.
El teleacoso recuerda a los Testigos de Jehov¨¢, que en mis a?os mozos se dedicaban a vender sus creencias de portal en portal, como ahora estos intentan colarte una tarifa plana. Ya puedes cerrarles la puerta en las narices, razonar, argumentar que est¨¢s ocupado o mandarlos a fre¨ªr monas, volver¨¢n a llamar, nunca se cansan. Har¨¢ cosa de un mes que entr¨® en vigor la nueva ley contra el spam telef¨®nico y, de momento, no parece que hayan mejorado mucho las cosas. Al menos, el pasado fin de semana, en mi casa, las cosas segu¨ªan igual. Ellos con ganas de vender y yo sin un minuto de mi tiempo que dedicarles. Y lo peor es pensar qu¨¦ se les va a ocurrir ahora que ya no van a poder hacerlo por tel¨¦fono.
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