Kubica y las viejas costumbres
M¨¢s all¨¢ de la gran carrera de Jenson Button, hoy es un d¨ªa para destacar el gran papel de Kubica. Debo admitir que Robert es una de mis debilidades. Lo tuve en mi equipo antes de que llegara a la f¨®rmula 1, y creo que es uno de los corredores m¨¢s listos y habilidosos de la parrilla. Su segundo puesto tiene un m¨¦rito tremendo porque el Renault que conduce no est¨¢ para muchas fiestas. Adem¨¢s, la marca ha vendido parte del accionariado de su divisi¨®n de F-1 a una empresa luxemburguesa (Geni Capital), y son muy pocos los que pensaban que iba a ser capaz de conseguir un resultado como el de ayer.
El R30 no est¨¢ a la altura de los Red Bull, los Ferrari, los McLaren y ni siquiera de los Mercedes, pero Robert demostr¨® que es capaz de aprovechar cualquier oportunidad por remota que sea, y sacarle todo el jugo. En ese sentido, se parece mucho a Fernando Alonso, que en los dos ¨²ltimos a?os visti¨® el mono de carreras de Renault y tuvo que pelearse con un coche que ofreci¨® un rendimiento muy por debajo de su calidad. Kubica aprovech¨® el jaleo que se mont¨® en la primera vuelta para colocarse delante, y luego resisti¨® de maravilla la presi¨®n de Felipe Massa. El R30 no estar¨¢ en condiciones de pelear por la victoria regularmente, pero tampoco va tan mal. Su punto fuerte es el motor, que, a pesar de no ser el m¨¢s potente de la parrilla -esa es una suerte de Mercedes-, s¨ª es el que menos consume. Eso hace posible que sus pilotos salgan aproximadamente con diez kilos menos de combustible que el resto, algo que les permite rodar unas tres d¨¦cimas m¨¢s r¨¢pido, al menos hasta las vueltas finales, cuando todos van descargados.
Si dejamos a un lado el factor mec¨¢nico, nos encontramos ante un piloto de los de antes, de esos que a¨²n mantiene las viejas costumbres. Dedica el 100% de su tiempo a las carreras, es muy discreto pero, a la vez, charla con todo el mundo, una pr¨¢ctica que se ha ido perdiendo con el paso de los a?os. Hoy en d¨ªa, lo m¨¢s normal es que los pilotos vayan del garaje a la autocaravana y a la inversa, sin m¨¢s, sin hablar con los dem¨¢s. ?l s¨ª lo hace, y esa capacidad comunicativa le sirve para recopilar informaci¨®n. Eso puede ser porque proviene de una familia modesta, nunca tuvo mucho dinero y debi¨® espabilar. Ha estudiado mucho la conducci¨®n de Senna, de Schumacher, y ha tratado de incorporar lo mejor de ambos. Es un campe¨®n potencial, aunque nunca ha estado en condiciones de demostrarlo. De cara a esta temporada ten¨ªa tres posibilidades distintas. Pod¨ªa fichar por Williams, por Toyota o por Renault. Finalmente se decidi¨® por esta ¨²ltima opci¨®n, aunque no estaba del todo convencido porque la marca francesa le hab¨ªa echado en su d¨ªa de su programa de desarrollo de pilotos. A juzgar por el adi¨®s de Toyota y por el pobre rendimiento de los Williams, parece que Robert esta vez ha acertado con la opci¨®n menos mala.
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