Italia: el des¨¢nimo
Cuando a mediados de los ochenta impart¨ª en la Universidad de Tur¨ªn un curso sobre los nacionalismos espa?oles, el inter¨¦s de los estudiantes fue m¨ªnimo, a diferencia del mostrado un a?o antes hacia la historia de nuestro socialismo. Para un universitario italiano de la ¨¦poca, pasado m¨¢s de un siglo desde la unificaci¨®n, lo que ocurr¨ªa en Espa?a resultaba incomprensible. Entretanto, a escasa distancia, en Lombard¨ªa, la regi¨®n que con Piamonte hab¨ªa hecho Italia, germinaba un extra?o movimiento pol¨ªtico de signo identitario, con ornamentos arcaizantes, tales como las gotas de dialecto lombardo o la recuperaci¨®n del Carroccio, el carromato con los emblemas de la ciudad que acompa?aba a sus milicias en las luchas medievales contra el Imperio.
El triunfo de Bossi en las regionales apunta nada menos que a la disgregaci¨®n del pa¨ªs
A su frente se encontraban un pol¨ªtico desconocido, el ex comunista Umberto Bossi, y detr¨¢s del tel¨®n el administrativista Gianfranco Miglio, muy influido por las tesis de Carl Schmitt sobre la crisis del Estado y la relaci¨®n capital amigo-enemigo, que en el caso italiano estar¨ªa encarnada por una centralizaci¨®n hist¨®ricamente ineficaz a la que deber¨ªa sustituir un "federalismo" (de hecho confederalismo) de grandes regiones, con Padania en el norte, dotadas del derecho de secesi¨®n y con una orientaci¨®n autoritaria en el v¨¦rtice.
Hoy la Liga Norte, sucesora de la Liga Lombarda que fundara Bossi, ha pr¨¢cticamente copado en las elecciones regionales el espacio pol¨ªtico de la llamada Padania, de Venecia a Tur¨ªn, con un gran avance en Lombard¨ªa, e incluso se permite una proyecci¨®n hacia el sur, con un 10% y un 7% respectivamente en dos regiones tradicionalmente rojas, Emilia-Roma?a y Toscana. Un tsunami, al decir de Bossi. La Liga Norte es as¨ª la gran vencedora en las elecciones. Una victoria de lo peor de la extrema derecha italiana.
Obviamente, la expansi¨®n en mancha de aceite de la Liga Norte no es debida a la atracci¨®n del carroccio medieval ni a que sus fundadores fuesen llamados el senatur y el profesur respectivamente. Desde su origen, vino a responder a un complejo agresivo de superioridad entre las capas populares de la Italia rica respecto de los inmigrantes del sur, los terroni, hoy transferido con el m¨¢ximo rigor y el poder local en la mano a los inmigrantes pobres de cualquier origen, musulmanes, negros y rumanos en primer t¨¦rmino. Xenofobia pura y dur¨ªsima. Violencia si es necesaria. A ello se unen, en tiempos de crisis, la ansiedad por conservar e incrementar la posici¨®n de privilegio en el conjunto del pa¨ªs, logrando el "federalismo fiscal" frente al sur y ese centro cuyo emblema es Roma ladrona. Lo grave es que ese crecimiento tiene lugar a costa de la conciencia democr¨¢tica en sectores sociales y lugares donde la izquierda resulta literalmente desmantelada.
Hay, pues, poco que celebrar en el conjunto del centro-izquierda, empezando por el Partido Democr¨¢tico. Es cierto que la sangr¨ªa de votos iniciada en las elecciones generales de 2008 ha sido detenida, y que de las 13 regiones donde se vot¨® siete han resistido a la ofensiva de Berlusconi y su aliado principal.
El centro rojo de Italia, los bastiones que fueran del PCI, m¨¢s Liguria, Apulia y Basilicata en la periferia, siguen mostrando que la recuperaci¨®n es posible, a pesar de la eficiente paradoja pragm¨¢tica a que Berlusconi somete a sus opositores: si centr¨¢is vuestras cr¨ªticas sobre m¨ª, es que os gu¨ªa ¨²nicamente el odio (mensaje central suyo y de todo su partido); si os dedic¨¢is a proyectos pol¨ªticos concretos, me dej¨¢is el terreno libre para que desarrolle toda la parafernalia de exaltaci¨®n de m¨ª mismo como salvador presente y futuro de Italia, en calidad de presidente de una Rep¨²blica plebiscitaria.
La izquierda acept¨® por mucho tiempo una visi¨®n positivista y light del fascismo en cuanto modernizaci¨®n autoritaria. Es significativo que ahora, demasiado tarde, se sucedan libros y filmes que enfocan o ilustran los aspectos brutales de la personalidad del Duce: Vincere! de Bellocchio, las notas de la embelesada Petacci, la biograf¨ªa de Liffran sobre la Sarfatti, la amante m¨¢s l¨²cida. Un anticipo en cuanto a conducta sexual de este Berlusconi que en campa?a se dirige a la candidata del Lazio diciendo que "no est¨¢ mal", y afirmando su ius primae noctis. Machismo desenfrenado, antidemocracia.
El problema para la izquierda es el inevitable des¨¢nimo, reflejado en la abstenci¨®n y en el hundimiento all¨ª donde carec¨ªa de posibilidades. ?Qu¨¦ hacer ante un Berlusconi que ejerce un monopolio casi total de los medios, con seis presencias televisivas el viernes, una de una hora, m¨¢s una entrevista en RAI 1, mientras el democr¨¢tico Bersani habla a las puertas de la FIAT? ?C¨®mo contrarrestar la descalificaci¨®n permanente desde la mediocracia? Ha servido de poco la m¨¢xima versatilidad en la determinaci¨®n de candidatos y alianzas, con el apoyo a Emma Bonnino en Lazio y la elecci¨®n previa de candidato en Apulia. Mala suerte adicional: derrota m¨ªnima en las fundamentales Lazio y Piamonte. Berlusconi puede as¨ª proclamar su nuevo triunfo personal, aun cuando ¨¦ste sea p¨ªrrico al coincidir con el verdadero triunfo, el de Bossi, aspirante a la alcald¨ªa de Mil¨¢n y que apunta nada menos que a la disgregaci¨®n de Italia.
Antonio Elorza es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica.
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