La ¨²ltima oportunidad de Sud¨¢n
El pa¨ªs africano m¨¢s extenso celebra sus primeras elecciones multipartidistas en 24 a?os - Los comicios son la antesala del refer¨¦ndum de secesi¨®n del sur
M¨¢s de 15 millones de sudaneses (el 80% del ¨²ltimo censo electoral) est¨¢n convocados el 11 de abril a las urnas para elegir al nuevo presidente de la Rep¨²blica, que deber¨¢ preparar el camino para el trascendental refer¨¦ndum, en enero de 2011, sobre la independencia del sur del pa¨ªs. Numerosos interrogantes planean sobre los primeros comicios multipartidistas en 24 a?os en el mayor pa¨ªs de ?frica, devastado por d¨¦cadas de guerras, hambre y enfermedades, que han causado dos millones de muertos y hasta cuatro millones de desplazados.
Los partidos de la oposici¨®n han pedido varias veces el aplazamiento de las elecciones por falta de garant¨ªas y no descartan el boicoteo. La primera anomal¨ªa del proceso es que el presidente y principal candidato, Omar Hassan al Bashir, del Partido del Congreso Nacional (PCN), se enfrenta desde hace un a?o a una orden de captura emitida por el Tribunal Penal Internacional por cr¨ªmenes de guerra en Darfur.
"No queremos ser de segunda categor¨ªa", afirma un dirigente pol¨ªtico sure?o
"Estamos a favor de la unidad, pero no queremos ser ciudadanos de segunda categor¨ªa", dice Al¨ª Abdelatif, mano derecha de Yasir Arman, candidato presidencial del Movimiento de Liberaci¨®n del Pueblo de Sud¨¢n (MLPS), principal fuerza pol¨ªtica del sur. "Con una Constituci¨®n federal verdadera, muchos problemas podr¨ªan resolverse". Anoche, Arman decidi¨® retirar su candidatura a las presidenciales.
La mayor¨ªa de los sudaneses del norte dudan que la divisi¨®n del pa¨ªs sea la soluci¨®n. El economista Ahmed Osman opina que "la experiencia demuestra que la regi¨®n necesita una mayor integraci¨®n y no la desintegraci¨®n de las naciones existentes", y que un pa¨ªs como el sur de Sud¨¢n, encerrado en s¨ª mismo, s¨®lo ser¨ªa viable con "una asistencia internacional masiva". "La independencia no funcionar¨ªa, de la misma manera que no funciona en Eritrea
[naci¨®n soberana desde su separaci¨®n de Etiop¨ªa en 1993]. El sur de Sud¨¢n independiente correr¨ªa el riesgo de entrar en una fase de guerras tribales", dice Osman.
La convocatoria de las elecciones del 11 de abril y el refer¨¦ndum del a?o pr¨®ximo forman parte de los acuerdos de paz firmados en 2005 que concedi¨® la autonom¨ªa al sur y abri¨® la puerta a un Gobierno de unidad nacional en Jartum, que no funciona como tal. Los enfrentamientos siguen derramando sangre en el sur y en Darfur, y en lo que va de a?o han causado 450 muertos y 60.000 nuevos desplazados. En este clima de odio y desconfianza, las cuestiones sin resolver antes del refer¨¦ndum aparecen como murallas dif¨ªciles de franquear.
La demarcaci¨®n de los 1.700 kil¨®metros que separan el norte del sur, sobre la que no hay acuerdo entre las partes, es esencial para realizar un refer¨¦ndum en m¨ªnimas condiciones, sobre todo si la mayor¨ªa de los habitantes del sur votan por la independencia. Del trazado de una frontera clara depende el futuro repliegue del Ej¨¦rcito sudan¨¦s, la distribuci¨®n al 50% de los ingresos del petr¨®leo que se extrae en el sur (la ubicaci¨®n de algunos pozos est¨¢ en disputa), el agua y el futuro de tres ¨¢reas controvertidas como las monta?as de Nubia, los f¨¦rtiles campos del sur del Nilo Azul y la zona petrolera de Abyei.
El censo oficial de poblaci¨®n, elaborado desde el norte, es otro motivo de fricci¨®n. De los 39 millones de habitantes de Sud¨¢n, ocho son originarios del sur, seg¨²n este c¨¢lculo. Los dirigentes de los territorios meridionales elevan la cifra a 13 millones, para mantener el derecho a recibir un tercio del presupuesto del Estado, que el Gobierno de Jartum pretende rebajar a una quinta parte del total.
"La interdependencia entre el norte y el sur de Sud¨¢n sobre los recursos, la residencia, la ciudadan¨ªa y el constante desplazamiento de la poblaci¨®n n¨®mada es palpable", ha dicho sir Derek Plumby, presidente de la comisi¨®n de evaluaci¨®n de los acuerdos de paz de 2005. "Pero el derecho a la autodeterminaci¨®n de la poblaci¨®n del sur es inalienable", ha a?adido. "Es su decisi¨®n. Trabajemos por la unidad, pero garanticemos la buena vecindad, la interdependencia y la paz".
Los dirigentes del sur quieren abiertamente la independencia total. En realidad, no est¨¢n tan lejos de ella. Tienen su propio Ej¨¦rcito, Gobierno, presupuesto y 8.000 millones de d¨®lares que reciben anualmente por los ingresos del petr¨®leo. Sud¨¢n es un pa¨ªs con una diversidad de tribus, idiomas, culturas y religiones, puente entre los mundos ¨¢rabe y africano, donde "la unidad por la fuerza nunca puede funcionar", seg¨²n un embajador europeo. "El sur amenaza con la guerra si no se celebra el refer¨¦ndum", a?ade.
Sud¨¢n ha vivido los ¨²ltimos 21 a?os (desde el golpe de Estado de junio de 1989) bajo un r¨¦gimen autoritario y corrupto que ha ensangrentado el pa¨ªs en el mundo rural. Pero en los n¨²cleos urbanos, donde vive el 40% de la poblaci¨®n, abunda la opini¨®n de que el pa¨ªs ha mejorado. El petr¨®leo ha permitido la construcci¨®n de carreteras, los cortes de luz son menos frecuentes y el coste de la vivienda y de los veh¨ªculos es m¨¢s accesible.
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