Depresi¨®n digital terrestre

La revoluci¨®n digital ha supuesto una involuci¨®n para Valdaracete, un pueblo de 750 habitantes situado junto a la frontera de Castilla-La Mancha. Cuando sus vecinos apuntan con el mando al televisor y disparan al objetivo, en algunos casos se hace la luz, pero en otros s¨®lo aparecen puntos blancos y un ruido difuso. En las casas de la parte baja del pueblo, recostado sobre la ladera de una vaguada, no se ve la Televisi¨®n Digital Terrestre (TDT).

Valdaracete es un pueblo humilde. Tiene la renta per c¨¢pita m¨¢s baja de la Comunidad de Madrid, 9.089 euros al a?o, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Agencia Tributaria, de 2007. En ¨¦l hay pocas diversiones. "Aqu¨ª no hay cine. No hay escaparates. No hay nada que hacer", expone una vecina, Mar¨ªa Victoria Exp¨®sito Huelves. De ah¨ª que la televisi¨®n sea un valor preciado, vital para algunos. Tras la cortina de la puerta abierta de su casa, arrellanado en el sof¨¢, Francisco Campe?o Cerezo, ex segador de 80 a?os, manos curtidas, se pone tremendista: "Yo, sin tele, no tengo m¨¢s que morirme".

La se?al llega a las casas de arriba de la ladera, pero no a las de abajo

"Sin tele, no tengo m¨¢s que morirme", sentencia en el sof¨¢ un jubilado

El humor del pueblo est¨¢ deca¨ªdo desde anteayer a mediod¨ªa, cuando tuvo lugar el apag¨®n anal¨®gico definitivo. Desde entonces s¨®lo se puede ver la televisi¨®n en TDT, pero en Valdaracete, al contrario que en la mayor¨ªa de la regi¨®n, la se?al antigua no ha sido reemplazada por la digital, al menos en un 40% de los hogares, seg¨²n estima su alcalde, Luis Garc¨ªa (PP). Las casas altas de la ladera captan la ondas; las de abajo, no.

Garc¨ªa protesta porque nadie haya previsto el problema orogr¨¢fico: "En febrero, Abertis [empresa responsable de los aspectos t¨¦cnicos del apag¨®n] nos dijo que ten¨ªamos un 99% de se?al. ?Y ahora se dan cuenta de que estamos en una vaguada?". El alcalde afirma que la empresa le ha propuesto que instale en el pueblo un repetidor que cuesta 63.000 euros para que la se?al sea completa. Pero echa c¨¢lculos y no salen las cuentas: "Tenemos una deuda de 600.000, y casi no tenemos para pagar las n¨®minas y la luz".

Un portavoz de Abertis explic¨® ayer que su empresa no tiene la obligaci¨®n de poner el repetidor. Seg¨²n su versi¨®n, la Comunidad firm¨® un contrato con ellos para solucionar las trabas t¨¦cnicas que hab¨ªa en 45 municipios. Y Valdaracete "no est¨¢ incluido".

?Valdaracete, entonces, est¨¢ excluido? En el pueblo lo sienten as¨ª. "Este pueblo est¨¢ abandonado en todo, en sanidad, en educaci¨®n...", denuncia Esmeralda Exp¨®sito, de 44 a?os, a la entrada de su casa en la calle de la Amargura. Al menos para la tele no hay soluci¨®n a la vista. La Comunidad de Madrid no ha dado ning¨²n paso, ni ha accedido a explicar sus planes a este diario.

La marginaci¨®n digital de los vecinos de Valdaracete se acent¨²a a medida que se camina por sus calles cuesta abajo. A mitad de ladera se captan canales p¨²blicos, pero no privados, y algunas emisiones adquieren aspecto de poltergeist, seg¨²n ilustraba Milagros Trapero Garc¨ªaporrero, de 73 a?os: "Ayer por la noche puse una tertulia de banqueros, pero en la pantalla hab¨ªa cuatro rayas y s¨®lo se les ve¨ªa un poquito las cabezas y un poquito los pies".

Y abajo, las televisiones no tienen se?al alguna. En Valdaracete esa ausencia se siente como la de un familiar, como dice Eleuteria Barcala, de 62 a?os. "Soy soltera, sin hijos. Vivo sola y tengo la tele encendida desde las nueve de la ma?ana, para hacer compa?¨ªa". Eleuteria habla en su casa baja, peque?a, caleada. La acompa?a Valentina Huelves, esposa de Francisco Campe-?o, el segador que no puede vivir sin tele. Ella tambi¨¦n sufre, pero es m¨¢s pr¨¢ctica: "Yo me voy a hacer torrijas, que estamos en Semana Santa".