Mordiscos
Todo estudiante de periodismo conoce esta sentencia esclarecedora. "Noticia es que un hombre muerda a un perro y no que un perro muerda a un hombre". Las grandes noticias siempre han respondido a esa pauta. Un hombre muerde a un perro es la met¨¢fora perfecta del atleta que bate un r¨¦cord mundial, el astronauta que pisa la Luna o el superviviente imposible de un terremoto. Pero tambi¨¦n un hombre muerde a un perro cuando el presidente de una autonom¨ªa termina en libertad bajo fianza de tres millones de euros. El perro son los ciudadanos, que no esperaban tal mordisco de quien hab¨ªa sido elegido para protegerlos.
Me acuerdo de todo esto al leer las confusas versiones sobre las mordeduras que ha infligido a Maradona su propia mascota. Si hay alguien que ha fabricado noticias a lo largo de su vida, en cada salto hacia adelante y en cada resbal¨®n, ha sido Maradona. A pocos meses del Mundial, cuando m¨¢s dudas genera el juego de su selecci¨®n, siempre favorita en potencia, s¨®lo faltaba que ¨¦l mordiera a su perro, como ha hecho siempre en su inacabable vida p¨²blica. Lo contrario, por inesperado, ha sido noticia.
La peripecia de Maradona es una radiograf¨ªa del alma de eso que llamamos ¨¦xito. Si hace unos d¨ªas era noticia la asombrosa confesi¨®n de Shakira reconociendo que durante a?os ha sufrido de baja autoestima, ayer mismo la confesi¨®n de Ricky Martin sobre su homosexualidad ven¨ªa a sumarse a esta semana donde los hombres, vete a saber por qu¨¦, han decidido mostrar sus mordeduras de perro. Siempre se ha dicho que el precio del ¨¦xito es el ¨¦xito mismo. Esa dosis imprescindible de sacrificio personal. Ricky Martin ha salido del armario ruidosamente, otros de manera m¨¢s discreta, algunos en ambulancia, como Rock Hudson. Es una buena noticia. Tampoco sabemos si a partir de ahora en los videoclips de Ricky Martin se contonear¨¢n chavales musculados en tanga o la campa?a de imagen de Shakira regalar¨¢ consuelo a todos aquellos que pasamos la jornada tratando de levantar el regusto a pesadumbre que nos deja la primera ojeada al espejo. Habituados a que sea noticia que un hombre muerde al ¨¦xito, nos sorprende descubrir que muchas veces el ¨¦xito muerde al hombre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.