Un sistema de innovaci¨®n sin liderazgo
La econom¨ªa valenciana acusa un importante retraso en I+D+i. Las empresas gastan poco m¨¢s de la mitad (con relaci¨®n al PIB) que la media espa?ola, y mucho menos que el promedio comunitario o de la OCDE. Apenas hay industrias de alta tecnolog¨ªa. Y las consecuencias de la estructura econ¨®mica (por ejemplo el peso a¨²n m¨¢s desproporcionado que en el resto del Estado del sector inmobiliario) son conocidas: la escalada de paro ha sido superior a la espa?ola, que resulta por s¨ª misma devastadora. Lo anterior son s¨ªntomas de un problema m¨¢s serio que afecta al Sistema Valenciano de Innovaci¨®n (SVI, integrado por el conjunto de actores p¨²blicos y privados que intervienen en el desarrollo tecnol¨®gico) y que hace presagiar mayores dificultades. Seg¨²n un estudio recientemente publicado, el SVI se caracteriza por ser "d¨¦bil, desequilibrado, desvinculado, desarticulado y sin liderazgo".
"La diferencia con otros sitios es que aqu¨ª nadie ha dado un paso adelante"
La definici¨®n, publicada en la obra colectiva Econom¨ªa espa?ola y del Pa¨ªs Valenciano, es de Manuel L¨®pez Estornell, que fue jefe del ¨¢rea de Pol¨ªtica Econ¨®mica de Presidencia de la Generalitat, y que desde 1999 y durante a?os coordin¨® el informe anual sobre el estado de la I+D+i de la Comunidad Valenciana.
Para saber c¨®mo ha llegado el SVI a ser lo que conviene hacer un poco de historia. En 2002 se produjo el primer intento de articular el sistema auton¨®mico de innovaci¨®n con la creaci¨®n de la Oficina de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Al a?o siguiente el organismo se transform¨® en la Agencia Valenciana de Ciencia y Tecnolog¨ªa, a la que se le encargaron dos objetivos: coordinar las decisiones en materia de I+D+i; y ejecutar el Plan Valenciano de Investigaci¨®n, Desarrollo Tecnol¨®gico e Innovaci¨®n.
Se fund¨® la agencia, se contrat¨® a personal y se le asign¨® presupuesto. Dirig¨ªa la Generalitat Jos¨¦ Luis Olivas, hoy presidente de Bancaja, que poco despu¨¦s, en junio de 2003, fue relevado por Francisco Camps. El cambio fue fulminante. El nuevo jefe del Consell suprimi¨® la agencia de inmediato. Sobre el papel hab¨ªa durado cerca de un a?o, en la pr¨¢ctica no lo hizo ni seis meses.
A partir de ese momento, las competencias de innovaci¨®n han sido "absolutamente n¨®madas", dice L¨®pez Estornell. Se repartieron entre las consejer¨ªas de Industria y Educaci¨®n; se unificaron brevemente en el departamento de Empresa y Universidad que lider¨® el ex rector Justo Nieto, y volvieron a separarse. En l¨ªnea con lo que hab¨ªa ocurrido tradicionalmente, cada consejer¨ªa (Educaci¨®n, Industria, Sanidad, Medio Ambiente...) volvi¨® a hacer la guerra por su cuenta.
Las luchas por ganar terreno, comenta Estornell, han sido habituales en otros gobiernos. Todav¨ªa est¨¢ fresca la tensi¨®n entre los ministros Miguel Sebasti¨¢n y Carmen Garmendia al principio de la legislatura.
En el caso valenciano la falta de liderazgo afecta, sin embargo, a un sistema de innovaci¨®n especialmente d¨¦bil por la estructura empresarial, formada en gran parte por empresas peque?as, lo que limita su capacidad; y por la especializaci¨®n sectorial, dominada por industrias maduras en las que la innovaci¨®n no suele pasar por la I+D.
Mejorar el dise?o, la organizaci¨®n o las redes comerciales puede ser una v¨ªa de innovaci¨®n, aunque no tecnol¨®gica, destaca L¨®pez Estornell. Pero queda fuera de los indicadores que utiliza la UE (Eurostat) y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). "En cierta forma no se mide bien. El sistema penaliza a pa¨ªses como Espa?a, Italia y en parte tambi¨¦n a Alemania, mientras hace destacar mucho a los n¨®rdicos", a?ade. De esa penalizaci¨®n, sin embargo, la Comunidad Valenciana sale mucho peor parada que comunidades aut¨®nomas como Madrid, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Navarra y otras.
"El problema del liderazgo, lo que nos diferencia de otros sitios", dice L¨®pez Estornell, "es que aqu¨ª nadie ha dado un paso al frente para asumir la responsabilidad". Ninguna empresa o grupos de empresas, lo han hecho. Ninguna universidad ha sido capaz de tirar sola del carro y las acciones concertadas entre campus han sido hasta ahora raras y poco exitosas. Los fondos de capital riesgo escasean. Las entidades financieras valencianas no han ocupado un lugar relevante en ese ¨¢mbito. Y el Gobierno valenciano ha dejado pasar los ¨²ltimos siete a?os entre "ret¨®rica" y titubeos. "Quien da un paso al frente", afirma L¨®pez Estornell, "corre el riesgo de que si la cosa va mal le pidan responsabilidades".
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