De Ronaldinho a Henry
El franc¨¦s evidencia su decadencia ante su antigua afici¨®n
Henry fue un gran jugador. De hecho, si Cesc se sienta en el vestuario del Emirates donde se sienta es por culpa de Titi. "Quiero esa taquilla. Desde ah¨ª veo a todo el equipo", dijo el capit¨¢n del Arsenal a Ars¨¨ne Wenger cuando el entrenador le ense?¨® antes que a nadie c¨®mo hab¨ªa quedado el camerino del Emirates que ¨¦l mismo hab¨ªa dise?ado. Pero Henry ya no est¨¢. "Ni se le espera", aclaran en las oficinas, donde nadie duda de que fue un gran jugador -"como tal le fichamos"-, pero insisten en calificar de "milagro" lo que Pep Guardiola extrajo de ¨¦l el a?o pasado.
"Aceptar¨¦ que mis futbolistas jueguen mal, que se equivoquen al tomar decisiones y que fallen goles cantados, pero no tolerar¨¦ la falta de compromiso", avis¨® Guardiola el d¨ªa que asumi¨® el cargo, haciendo suyo el ideario de Marcelo Bielsa. Y Guardiola sabe que Henry hace tiempo que se borr¨®. Por mucho que le defienda en p¨²blico, que hable de ¨¦l con reverencial respeto a una carrera que le se?ala como un grande, Guardiola, en privado, le pide m¨¢s. Henry no le ha dado nada al equipo en todo el a?o, nada al menos trascendente. Un buen rato contra el Valencia, pura an¨¦cdota. Eso s¨ª, Guardiola le ha mantenido el paraguas abierto y sus compa?eros le han abrazado como a Ronaldinho en su decadencia, aunque el estilo de vida del brasile?o nada tenga que ver con el del franc¨¦s. En el campo, el ¨²ltimo Ronaldinho y el actual Henry s¨ª son la sombra de lo que fueron.
El mi¨¦rcoles, Henry jug¨® 16 minutos y 56 segundos. Toc¨® cuatro veces la pelota. Dio tres pases bien, en corto: uno a Xavi, otro a Keita y el ¨²ltimo a Maxwell, sin arriesgar ni un gramo. Y perdi¨® una pelota que le cost¨® al Bar?a el empate. N¨²meros al margen, la sensaci¨®n de desidia que transmiti¨® fue incuestionable. Henry sali¨® al campo para saludar a la afici¨®n del Arsenal como si aquello fuera un partido de homenaje en vez de los cuartos de la Copa de Europa. El encuentro del Bar?a no iba con ¨¦l porque juega sus partidos a la carta: de extremo ya no le gusta y en el centro depende del d¨ªa. Lo tuvo claro Xavi cuando dos veces le busc¨® con su mirada perif¨¦rica para lanzarle en profundidad. No le encontr¨®. Est¨¢tico, Henry no se dio por aludido.
Guardiola piensa que a¨²n queda mucho camino y las circunstancias le pueden convertir en imprescindible. Mientras ese momento llega, Pedro se ha ganado el respeto de todos porque puede jugar mal, pero siempre aporta algo. Para empezar, compromiso. Y, adem¨¢s, mucho gol. Si a estas alturas el Bar?a lleva 71 goles marcados entre la Liga y la Champions y el a?o pasado sumaba 114, la raz¨®n no est¨¢ en el despido de Eto'o. Henry lleva tres goles por los 20 que marc¨® la temporada pasada. Dimiti¨® hace meses.
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