Cloacas, restos arqueol¨®gicos, fibra ¨®ptica y m¨¢s imprevistos

?Qu¨¦ puede ocurrir para que un inmueble de pisos protegidos pueda tardar tres a?os en entregarse a los inquilinos a los que corresponden? Seg¨²n las explicaciones del Instituto Catal¨¢n del Suelo (Incasol), casi de todo.

La lista es larga, pero ah¨ª van algunos de los imprevistos surgidos. El primer obst¨¢culo tiene que ver con la localizaci¨®n de un colector del grupo Aguas de Barcelona (Agbar), que abastece a un volumen importante de la poblaci¨®n de la capital catalana. El proyecto inicial de la construcci¨®n de la promoci¨®n de viviendas preve¨ªa ya tareas de alcantarillado, "pero tuvieron que cambiarse debido a la localizaci¨®n del colector de Agbar". Para resolver los problemas con dicha instalaci¨®n, hubo que desplazar y sacar del solar una tuber¨ªa de grandes dimensiones, circunstancia que oblig¨® a detener la construcci¨®n de la promoci¨®n por un tiempo, hasta que se resolviera el problema.

El Gobierno catal¨¢n tambi¨¦n explica que, antes de ejecutar las obras, fue necesaria una intervenci¨®n arqueol¨®gica, ya que la promoci¨®n se encuentra en una zona de inter¨¦s arqueol¨®gico. De hecho, se encontraron estructuras y restos que en su momento ya fueron documentados.

Por otra parte, las obras se toparon con la posibilidad de encontrar estructuras soterradas del antiguo trazado ferroviario del ramal del puerto que no se preve¨ªan en el estudio geot¨¦cnico del proyecto. Adigsa quiso asegurarse de que ello no derivara en ning¨²n perjuicio por lo que respecta a los fundamentos. Hubo, adem¨¢s, que retirar y gestionar restos de las traviesas ferroviarias.

Otros imprevistos que comportaron nuevos retrasos en el progreso de las obras tuvieron que ver con las conducciones de fibra ¨®ptica.