"El dise?o no puede ser un maquillaje, debe salir de dentro"
Jos¨¦ A. Gand¨ªa-Blasco (Ontinyent, 1956), intuy¨® pronto por d¨®nde iban a ir los tiros. En los ochenta asume la gesti¨®n de la empresa familiar, Gandia Blasco, fundada en 1941, una de las muchas compa?¨ªas del sector textil de La Vall d'Albaida. Tras un largo y complejo proceso sucesorio, consigue el control total y le da un vuelco: sin abandonar el textil, abre nuevas l¨ªneas de producci¨®n, de muebles de exterior, guiadas por el dise?o y la innovaci¨®n. Una filosof¨ªa con el estilizado logotipo del gato como exponente. Con presencia en 70 pa¨ªses y tiendas propias y franquicias en medio mundo, ha aguantado la crisis. "Parece que est¨¢n las cosas m¨¢s animadas, por lo menos en el primer trimestre del a?o", dice, con cierta prevenci¨®n.
Contactar con La Nave fue descubrir la modernidad, aquello ten¨ªa futuro
Pregunta. Su negocio est¨¢ muy enfocado hacia el exterior.
Respuesta. Tenemos entre un 75% y un 80% de exportaci¨®n. Afortunadamente. Si no, no s¨¦ si estar¨ªamos aqu¨ª hablando. La internacionalizaci¨®n es uno de los retos pendientes del empresariado y ha de ir ligada al dise?o y la innovaci¨®n. Si no tienes algo especial nadie se va a interesar por tus productos, porque hay de todo en todos sitios.
P. Antes de la crisis del textil, concibe otro tipo de negocio...
R. No soy un adivino. Busqu¨¦ una alternativa porque en aquel momento est¨¢bamos al l¨ªmite del cierre. Hablamos del a?o 1985 al 1989. Se me ocurri¨® hacer unas alfombras reversibles en colaboraci¨®n con el colectivo La Nave, los pioneros del dise?o valenciano. Tuvieron un ¨¦xito enorme y eso revitaliz¨® la empresa. Nos dieron un premio del Impiva a la innovaci¨®n que nos sirvi¨® de motivaci¨®n. Yo no me identificaba con lo que hac¨ªa mi padre. Pero aquello me gustaba, ya era mi lenguaje.
P. Hay un proceso previo, de salida al exterior...
R. Yo siempre he salido fuera, desde ni?o. En Ontinyent, a los hijos de empresarios nos lanzaban por lo menos para aprender ingl¨¦s. He tenido inquietud, he sido curioso, me gustaba ver cosas nuevas, comparar. Contactar La Nave fue como descubrir la modernidad, intu¨ªa que aquello ten¨ªa futuro. Creo que un punto de inflexi¨®n fue el dise?o del logotipo con el gato, de Marisa Gall¨¦n y Sandra Figuerola, que pertenec¨ªan a La Nave. Tambi¨¦n dise?aron la colecci¨®n de alfombras.
P. El logotipo es como una declaraci¨®n de intenciones.
R. Absolutamente. Transmite modernidad y frescura. Gandia Blasco es una marca dif¨ªcil de recordar, sobre todo para extranjeros, pero nadie se olvida del gato. F¨ªjate lo importante que es eso.
P. Ha comentado que al empresariado espa?ol le falta cultura y refinamiento.
R. Lo digo muchas veces. Si coges una revista de moda o de tendencias internacional o nacional, cu¨¢ntas marcas espa?olas hay. No tenemos. Es verdad que llegamos tarde a la revoluci¨®n industrial, la situaci¨®n pol¨ªtica y social fue la que fue, un impedimento, y luego estuvo la dictadura, que contribuy¨® negativamente a que Espa?a se modernizara. Fue una losa. Por una parte llegamos tarde. Y cuando llegamos, al empresariado espa?ol le ha faltado el refinamiento del franc¨¦s, el brit¨¢nico, el italiano o el alem¨¢n. Cualquier fabricante de lo que quieras tiene una imagen y unos productos maravillosos. En Espa?a es dificil¨ªsimo. Camper, que es una marca con la que nos identificamos, estamos en la misma onda. Pero, ?cu¨¢ntas m¨¢s hay? En Italia hay 40.000. En Espa?a hasta hace cuatro d¨ªas vend¨ªamos el aceite en garrafas, mientras que Italia lo vend¨ªa en botellitas y a un precio exorbitado.
P. Hab¨ªan valorizado el contenido a trav¨¦s del continente.
R. Claro, pero para entender eso hay que tener una cultura, un refinamiento. Debe haber una cierta predisposici¨®n cultural cultivada, que te haga exigirte a t¨ª mismo esos productos. Hoy en d¨ªa, en el mercado europeo e internacional tienes que estar a la altura de los dem¨¢s.
P. ?La falta de cultura explica la vulnerabilidad ante la crisis?
R. S¨ª, porque no tenemos marcas, hay muy pocas. En una ¨¦poca de crisis eso se paga. Si no tienes marca no sales al exterior. Y si dependes del mercado interno, pasa lo que pasa. Ha habido empresas de muebles que han bajado hasta un 70% su facturaci¨®n. Y del textil, aqu¨ª, ya no queda nada.
P. Hablar de innovaci¨®n es f¨¢cil, pero lo dif¨ªcil es aplicarla.
R. Yo eso lo creo. Igual que cuando se habla de aplicar el dise?o, que va unido a la innovaci¨®n. El problema es de base, cultural. El dise?o no puede ser un maquillaje que se aplica a una empresa, algo superficial, tiene que ir de dentro hacia fuera. El empresario debe tener una inquietud profunda. Conozco casos de empresas que han contratado dise?adores y luego no han entendido sus propuestas, les ha dado p¨¢nico hacer eso. Las campa?as para concienciar sobre la innovaci¨®n me parecen muy bien, pero el problema es de base. En Europa tenemos que hacer alta tecnolog¨ªa o productos manufacturados de alt¨ªsima calidad. Porque para lo otro ya est¨¢ China, que hace de todo y barat¨ªsimo. Si no, no se puede competir.
![El empresario textil Jos¨¦ A. Gand¨ªa-Blasco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VKNRRACQFAIDMUVULGWQDKEOBQ.jpg?auth=a63f7615d89846a7e47df4d68e368c31c93caf14ca0da9a24ffe2f468b35f38c&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.