Las protestas llevan a Bangkok hacia el estado de excepci¨®n

Los llamados camisas rojas, que exigen elecciones anticipadas en Tailandia con manifestaciones diarias en Bangkok desde mediados de marzo, irrumpieron ayer en el Parlamento, forzaron la interrupci¨®n de la sesi¨®n y provocaron la huida en helic¨®ptero de varios diputados, entre ellos, el viceprimer ministro y responsable de Seguridad, Suthep Thuagsuban. A consecuencia de la protesta, el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, declar¨® el estado de excepci¨®n en Bangkok.

La medida permite al Gobierno prohibir las reuniones de m¨¢s de cinco personas en la calle. El Ministerio de Asuntos Exteriores desaconsej¨® "vivamente" viajar a Tailandia. Se trata del cuarto estado de emergencia que declara el Gobierno desde 2008.

Los 'camisas rojas' irrumpieron en el Parlamento y los diputados huyeron

Los seguidores del Frente Unido, los camisas rojas, defienden los intereses del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en el golpe de estado de 2006. Shinawatra, un ex coronel de la Polic¨ªa que se gan¨® a las clases populares con pol¨ªticas sanitarias y sociales, fue condenado en 2008 a dos a?os de prisi¨®n por un delito de corrupci¨®n. Desde entonces, vive exiliado en Londres como pr¨®fugo de la justicia.

Nattawut Saikua, el l¨ªder de los camisas rojas, advirti¨® el martes de que a partir del mi¨¦rcoles llevar¨ªan las protestas a otro nivel. Las autoridades, por su parte, insistieron en que los 50.000 polic¨ªas y soldados que vigilan la movilizaci¨®n antigubernamental no emplear¨¢n la fuerza contra los manifestantes.

Aunque las manifestaciones organizadas por el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma civil de los camisas rojas, han transcurrido hasta el momento sin apenas violencia, dos polic¨ªas resultaron heridos el martes tras estallar una granada arrojada por desconocidos contra la sede del Partido Dem¨®crata, el principal de la alianza que gobierna Tailandia.

Algunos turistas y nacionales se quedaron desconcertados al encontrar cerradas, por quinto d¨ªa consecutivo, las puertas de los centros comerciales de lujo del centro.

Cientos de camisas rojas acampan delante de los escaparates de conocidas marcas y hasta han montado un escenario en mitad de la calle principal que tomaron el s¨¢bado pasado para aumentar la presi¨®n sobre las autoridades.