B¨¢rcenas se rindi¨® y Rajoy respir¨®

No pudo m¨¢s. Con su casa rodeada de fot¨®grafos, su partido lanz¨¢ndole todo tipo de mensajes para que se quitara de en medio, los peri¨®dicos y las radios tronando por su ca¨ªda, su abogado recomend¨¢ndole que un poco menos de tensi¨®n medi¨¢tica vendr¨ªa bien a su defensa, y por ¨²ltimo y no menos importante, su mujer, en una situaci¨®n personal delicada, cada vez m¨¢s molesta por no poder salir de casa y aparecer a diario en la prensa, Luis B¨¢rcenas se rindi¨®. Decidi¨® renunciar a su militancia y dimitir definitivamente como tesorero. Pero no dejar¨¢ su esca?o en el Senado, porque su abogado le recomienda que mantenga el aforamiento. Y ser¨¢ el nuevo tesorero, Jos¨¦ Manuel Romay Beccaria -nadie sustituy¨® a B¨¢rcenas en estos meses- quien decidir¨¢ si se le quita el despacho y se le deja de pagar el abogado.

Era la tarde del mi¨¦rcoles. Hasta ese momento, y desde hace un a?o, B¨¢rcenas hab¨ªa insistido en que no pensaba dimitir porque eso ser¨ªa como admitir su culpabilidad, que siempre ha negado. El PP, y Mariano Rajoy en especial, respiraron aliviados cuando se anunci¨®, ayer a media ma?ana. Y todos los dirigentes empezaron a hacerse la misma pregunta ?Ha sido B¨¢rcenas quien se ha ido o Rajoy quien le ha echado? S¨®lo ellos dos saben lo que pas¨® en la reuni¨®n que mantuvieron en la calle G¨¦nova a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles. Pero hay muchos datos que aclaran la situaci¨®n. Y que llevan a concluir que hay una mezcla de las dos cosas.

El entorno de B¨¢rcenas asegura que la cuesti¨®n familiar le pes¨®. Que cuando tom¨® la decisi¨®n, muy empujado por la situaci¨®n de su esposa, decidi¨® hablar con Javier Arenas, que estaba en Sevilla. Con ¨¦l pact¨® las condiciones y le pidi¨® que le apoyara para tener una salida digna, con un comunicado de respaldo a su inocencia. El hombre fuerte del PP, su amigo, le hab¨ªa defendido siempre. Hasta el punto de que hab¨ªa dos sectores, uno dirigido por Dolores de Cospedal con dirigentes regionales del PP, que quer¨ªan echarlo, y otro con Arenas y Ana Mato al frente, que lo proteg¨ªan.

Rajoy hab¨ªa optado por la v¨ªa intermedia. Esto es, lanzar todo tipo de mensajes, a trav¨¦s de emisarios, para que B¨¢rcenas se rindiera, pero si no lo hac¨ªa, esperar a la imputaci¨®n definitiva en el Tribunal Supremo, que puede tardar unos meses, para exigirle la dimisi¨®n irrevocable. Estaba dispuesto a esperar, pero prefer¨ªa que B¨¢rcenas le hiciera el favor de marcharse cuanto antes, e hizo que el ex tesorero notara esa presi¨®n.

El l¨ªder del PP siempre prefiere que sus ¨¦xitos internos, y la dimisi¨®n de B¨¢rcenas lo es, caigan como fruta madura, explican los marianistas. Frente a su gran rival, Esperanza Aguirre, que desea que se note que es ella quien corta cabezas, o su mentor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, deseoso de demostrar su poder¨ªo, Rajoy prefiere exhibir resultados. Aunque haya que esperar, y correr riesgos, especialmente el de la erosi¨®n de su imagen. "Dicen que Rajoy no limpia, s¨ª limpia, pero tiene sus tiempos", defend¨ªa un marianista.

La decisi¨®n de B¨¢rcenas arrastr¨® al diputado Jes¨²s Merino, imputado como ¨¦l en el Supremo. Tambi¨¦n deja la militancia y se queda en el Grupo Popular, de momento.

Ya con la cabeza pol¨ªtica de B¨¢rcenas en su bolsillo, Rajoy rompi¨® su silencio, y atendi¨® a los periodistas. Pero no contest¨® ninguna pregunta. No aclar¨® si se le dejar¨¢ de pagar el abogado y dijo que "no sabe" si se ir¨¢ al Grupo Mixto. Se limit¨® a lanzar un discurso preparado. Agradeci¨® la dimisi¨®n y asegur¨® que llegaba "aunque a algunos les pese, despu¨¦s de que haya quedado acreditado que no hab¨ªa financiaci¨®n ilegal del PP". Nada dijo de la Comunidad Valenciana. Muchos dirigentes asumen en privado que ¨¦se ser¨¢ el nuevo episodio de G¨¹rtel, pero insisten en que no pasar¨¢ nada hasta que no haya imputaciones. Y nadie tiene claro si las habr¨¢.