Los Castro y Ch¨¢vez, en el mismo mar
La desacostumbrada unidad del movimiento disidente, la perspectiva de nuevos m¨¢rtires en huelga de hambre y de condenas por parte de l¨ªderes e intelectuales de la izquierda democr¨¢tica en Latinoam¨¦rica y Europa han llevado a algunos analistas a predecir que la muerte del preso pol¨ªtico Orlando Zapata tras 85 d¨ªas en huelga de hambre ser¨¢ el punto de inflexi¨®n que desencadenar¨¢ la implosi¨®n del r¨¦gimen, tras m¨¢s de medio siglo de resistencia contra el embargo estadounidense. Esto es porque coincide con la par¨¢lisis de los planes de Ra¨²l Castro de reformar una econom¨ªa en bancarrota.
No obstante, hay una parte considerable de ilusi¨®n en semejantes predicciones. Es verdad que la Cuba comunista est¨¢ en declive, pero es as¨ª desde hace a?os. El movimiento disidente es peque?o y aislado. La mayor¨ªa de los cubanos se quejan sin cesar de las deprimentes privaciones de su vida diaria. Pero conocen y temen las consecuencias de una disidencia activa, y por tanto se abstienen de ella. Aquellos con iniciativa encuentran la forma de abandonar la isla y su Estado policial.
Dicho esto, los hermanos Castro han fracasado a la hora de aplicar una estrategia que garantice la supervivencia de su r¨¦gimen m¨¢s all¨¢ de sus vidas. Ra¨²l ten¨ªa un plan: enrevesadas reformas econ¨®micas al estilo vietnamita, que conjugaban capitalismo y control pol¨ªtico comunista, y la designaci¨®n de un liderazgo m¨¢s joven en un congreso del partido que deb¨ªa celebrarse este a?o. Pero la recuperaci¨®n de Fidel de una chapuza quir¨²rgica abdominal que casi acaba con ¨¦l a fines de 2006, alter¨® estos planes. El aplazamiento indefinido del congreso del partido y el congelamiento de las reformas desmuestran que el poder de veto de Fidel contin¨²a.
Al bloquear la reforma, Fidel ha atado indisolublemente su legado a la supervivencia de Hugo Ch¨¢vez en Venezuela. Sin petr¨®leo venezolano gratis, el descontento en una Cuba sin reformar alcanzar¨ªa niveles incontrolables. Pero Ch¨¢vez depende igualmente de Fidel: los m¨¦dicos cubanos que montaron el programa de atenci¨®n primaria Barrio Adentro han regresado a la isla, pero hay infinidad de funcionarios de la seguridad y el espionaje cubanos protegiendo a Ch¨¢vez de amenazas pol¨ªticas.
En un discurso en la Universidad de La Habana durante su primera visita como presidente a Cuba, Ch¨¢vez proclam¨® que "Venezuela est¨¢ viajando hacia el mismo mar que el pueblo cubano, un mar de felicidad". Una d¨¦cada m¨¢s tarde est¨¢ claro que Ch¨¢vez y los Castro nadar¨¢n o se hundir¨¢n juntos. El menos boyante es Ch¨¢vez. Al rev¨¦s que los Castro, lleg¨® al poder mediante unas elecciones en una democracia.
Mientras el descontento por la recesi¨®n, la mala gesti¨®n y la corrupci¨®n aumentan en Venezuela, Ch¨¢vez afronta unas elecciones legislativas vitales el 26 de septiembre. Esos comicios son un ensayo general para una elecci¨®n m¨¢s crucial, las presidenciales de diciembre de 2012. Dos tercios de los encuestados en los sondeos dicen que no quieren que Ch¨¢vez permanezca en el poder m¨¢s all¨¢ de esa fecha. Son esas elecciones las que marcar¨¢n el verdadero punto de inflexi¨®n para Cuba.
Michael Reid es editor para Am¨¦rica Latina de The Economist.
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