Hungr¨ªa se enfrenta al ascenso de la extrema derecha a segunda fuerza
Los sondeos prev¨¦n que los ultras superen ma?ana en votos a los socialistas
La derecha radical, xen¨®foba y ultranacionalista que representa el partido Jobbik -significa "los mejores"- puede convertirse en las elecciones parlamentarias en Hungr¨ªa del 11 y 25 de abril en la segunda fuerza pol¨ªtica, desplazando a los socialistas del gobernante MSZP, del que se prev¨¦ que sufra un duro rev¨¦s y caiga del primer al tercer puesto. Aunque esta fuerza desempe?a un papel decisivo en las elecciones y para muchos es una amenaza para la democracia, las encuestas anticipan un triunfo seguro del principal partido de la oposici¨®n, Fidesz (centro-derecha), que roza la mayor¨ªa absoluta.
La estricta pol¨ªtica presupuestaria aplicada por los socialistas a cambio del pr¨¦stamo de 20.000 millones de euros otorgado por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la UE para salvar a Hungr¨ªa de la bancarrota, es impopular entre su poblaci¨®n, que ha visto mayores impuestos, menores ayudas estatales, recortes en las jubilaciones y la cancelaci¨®n de la 13? paga anual.
Las duras pol¨ªticas de ajuste econ¨®mico han pasado factura al Gobierno
Las razones que alimentan el auge del joven Jobbik (Movimiento para una Hungr¨ªa Mejor), que aunque creado en 2003 particip¨® por primera vez en solitario en los comicios al Parlamento Europeo de 2009 en los que obtuvo el 15% de los sufragios (tres esca?os), son el descontento, la falta de esperanzas, las tensiones sociales y las agresiones por la grave crisis econ¨®mica del pa¨ªs centroeuropeo, la mayor de su historia democr¨¢tica.
El pron¨®stico, seg¨²n los sondeos, de que Jobbik consiga un 18% de los votos, se basa en la falta de confianza en los socialistas (las encuestas les dan entre un 13% y un 15% de los votos), por obligar a ajustar el cintur¨®n y el desgaste de ocho a?os en el poder.
Pero tambi¨¦n en que Jobbik ha azuzado el odio "contra los chivos expiatorios tradicionales en esta regi¨®n europea", los gitanos, jud¨ªos y homosexuales, a lo que suma "teor¨ªas de conspiraciones mundiales", analiza Anton Pelinka, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas y Estudios del Nacionalismo en la Universidad Centroeuropea en Budapest.
Esta t¨¢ctica encuentra un campo abonado entre los populistas de derecha en los pa¨ªses de la regi¨®n, en contraposici¨®n al miedo a la inmigraci¨®n, que domina los discursos de la derecha populista en Europa occidental, afirma Pelinka.
Los bancos y multinacionales son, para el partido Jobbik, otros culpables, de los que exige que "paguen impuestos" y de los segundos "que paguen m¨¢s", y as¨ª "Hungr¨ªa volver¨¢ a ser de los h¨²ngaros". La intensa campa?a electoral de Jobbik, m¨¢s que la de ning¨²n otro partido y de la que apenas se hacen eco los grandes medios de prensa h¨²ngaros, contribuye a su gran apoyo.
Casi diariamente Jobbik, encabezado por j¨®venes pol¨ªticos radicales con conocimientos medi¨¢ticos, celebra una docena de actos electorales en las zonas deprimidas del este de Hungr¨ªa y en los que participan su l¨ªder, Gabor Vona, y el p¨¢rroco L¨®r¨¢nt Hegedus, conocido por sus lemas antisemitas.
La falta de cobertura period¨ªstica la compensa tambi¨¦n Jobbik, considerado neofascista por su parecido con el movimiento de la Cruz Gamada (aliada del III Reich), con el contacto personal de sus activistas que van de puerta en puerta. Parece que esta estrategia da frutos entre una parte del electorado.
Con la creaci¨®n de la Guardia H¨²ngara, una organizaci¨®n paramilitar ilegal cercana a Jobbik, se extiende el sentimiento de miedo contra "los enemigos de la patria". Este grupo marcha marcando el paso, con banderas y saludos paramilitares por los asentamientos gitanos.
![Un vagabundo pasa por delante de un cartel del partido de extrema derecha Jobbik, donde se han realizado pintadas con la cruz gamada.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PP3YPKN55HAU6R7KP2LZS3KCMI.jpg?auth=e1d06f470394f1bf64780d2b39659954a217dede1cec25208eabeb540a4dacd5&width=414)
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