Venganza
Lo de Garz¨®n suena a venganza.
Ya nadie se asusta ante la palabra venganza. Podr¨¢ haber sido una palabra innoble, propia de las reyertas de cantina, un vocablo oscuro de la Edad Media. Un tipo anda con la faca oculta en la capa espa?ola y la saca al paso indeciso de un viandante que no se espera el mandoble.
Venganza parece una palabra de otras noches del alma espa?ola. Pero ah¨ª est¨¢, avanzando, agazapada entre los legajos del poder judicial, nada menos. T¨² esperas que de la Iglesia venga el perd¨®n y que de la Justicia venga el sosiego de las sentencias. Pero ahora ya ves qu¨¦ viene de la Iglesia, y ya se ve tambi¨¦n c¨®mo act¨²a la Justicia, con la faca en la mano.
As¨ª que ahora dices venganza y es como si pronunciaras una sentencia, animada por los pliegos de los leguleyos. "Venganza". ?Pues c¨²mplase!
Suena tanto que ya es una palabra que no insulta sino que define. "Venganza". Ah, entonces es una venganza. ?Y por qu¨¦? ?De qu¨¦ se vengan? ?Qu¨¦ les ha hecho Garz¨®n? ?Por qu¨¦ le tienen tanta inquina?
Cuando empez¨® G¨¹rtel dijeron que era una campa?a del juez Garz¨®n contra el Partido Popular. Cuando el juez empez¨® a investigar el franquismo dijeron que era una campa?a. Punto. Aqu¨ª cada vez que alguien empieza a investigar lo que no est¨¢ claro se le arroja la palabra campa?a y ya empiezan a fre¨ªrlo a palos. Cuando este peri¨®dico empez¨® a publicar G¨¹rtel le llovieron los mamporros. Y cuando empezaron a llover datos sobre la oscuridad del franquismo en las cunetas y en las mazmorras tambi¨¦n se levant¨® la palabra sacra: "?Campa?a!". Y se levantaron las manos limpias con sus falanges.
Y ahora, lo que es la vida, se han juntado otra vez G¨¹rtel y el franquismo: no quer¨ªan que Garz¨®n investigara G¨¹rtel, no quer¨ªan que investigara el franquismo. Y desde las dos bander¨ªas quisieron liquidar al juez, porque no pueden liquidar los asuntos. G¨¹rtel sigue ah¨ª, vivo, explic¨¢ndole a la gente lo que alguna gente crey¨® que pod¨ªa hacer con lo que no era suyo; y ah¨ª est¨¢ el franquismo. Quieren usar una goma de borrar al juez, pero el asunto crepita; hay mucha gente que tiene amarga memoria de ello, y seguir¨¢ reclamando.
Mientras tanto, los leguleyos quieren separar el grano de la paja, o eso dicen. Quieren separar G¨¹rtel del franquismo. No tienen nada que ver, sin duda, pero la acci¨®n del juez Varela los ha puesto juntos de pronto. As¨ª que cabalgan al un¨ªsono; aunque sean una cosa y otra cosa en un instante han pasado a parecer la misma cosa. Por obra y gracia de las coincidencias sobrevenidas ahora ya est¨¢n ah¨ª como una piedra sola.
El juez Varela esper¨® pacientemente, ten¨ªa ah¨ª su auto dispuesto, como una cimitarra para cortar la cabeza del juez Garz¨®n. Y cuando asom¨® el juez Pedreira con su propio auto sobre el G¨¹rtel de B¨¢rcenas, cap¨ªtulo 2, Varela sirvi¨® su plato fr¨ªo. Para que te enteres, Garz¨®n, he aqu¨ª mis poderes judiciales.
El fiscal Mena le dijo a I?aki Gabilondo el otro d¨ªa que ¨¦l no entiende lo que pasa para que a un juez como Garz¨®n lo empitone la justicia a la que ha servido. Pues si ¨¦l no entiende... Claro, un fiscal tiene que decir "no lo entiendo" donde la gente dice "es una venganza".
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