Una vallisoletana quiere vivir en el 10 de Downing Street

El re?ido pulso entre laboristas y conservadores es o deber¨ªa ser el gran protagonista de las elecciones generales brit¨¢nicas, pero los focos de la prensa se han desviado este fin de semana hacia la figura de una espa?ola de 41 a?os, abogada de prestigio, madre de tres ni?os y que no se presenta como candidata. Miriam Gonz¨¢lez Durante acaba de debutar en campa?a de la mano de su marido, el l¨ªder liberal dem¨®crata y tercero en liza Nick Clegg, aunque ello no significa que se haya avenido a participar en la llamada "batalla de las esposas", uno de los objetivos favoritos de la cobertura medi¨¢tica de los comicios.

A diferencia de Sarah Brown y Samantha Cameron, las mujeres del primer ministro y del jefe de las filas tories, Miriam Gonz¨¢lez afirma que no tiene intenci¨®n de modificar su apretada agenda de trabajo para arropar las aspiraciones pol¨ªticas de su marido. El s¨¢bado se libraba de sus responsabilidades en un bufete de la City especializado en comercio, y s¨®lo por eso acudi¨® al acto electoral que organizaron los liberal dem¨®cratas en Sheffield. "No tengo un empleo que pueda abandonar durante cinco semanas, y creo que eso le ocurre a mucha gente", ha declarado de forma diplom¨¢tica e inteligente sobre su conocida aversi¨®n a ejercer el papel de mujer florero.

Tiene 41 a?os, tres hijos y trabaja como abogada en un despacho de la city

Lo in¨¦dito de su comparecencia p¨²blica se ha traducido en un alud de art¨ªculos que pretenden desentra?ar la personalidad de una mujer "silenciosa pero fuerte", en palabras del peri¨®dico The Times.

En los ¨²ltimos d¨ªas, los votantes han descubierto que la evasiva Miriam es natural de Olmedo (Valladolid), conoci¨® a Nick Clegg en Brujas cuando ambos realizaban sus estudios de posgrado (se casaron en 2000) y trabaj¨® en Bruselas a las ¨®rdenes del comisario brit¨¢nico Chris Patten antes de que la ambici¨®n pol¨ªtica de su pareja forzara a la familia a trasladarse a Londres.

Tras su paso por el Foreign Office, Miriam recal¨® en el despacho de abogados DLA Piper, que hoy le procura unos ingresos superiores a los de su marido, el responsable de llevar a los ni?os a la escuela. Sus hijos Antonio, Alberto y Miguel tienen los nombres espa?oles para compensar el apellido, y son educados como cat¨®licos a pesar del ate¨ªsmo declarado del padre de familia.