Un mecenas del arte contra la Mafia
El fil¨¢ntropo siciliano Antonio Presti lleva 30 a?os plantando cara a la corrupci¨®n - Financia iniciativas culturales que combaten el sistema mafioso de la isla
"Yo regalo cultura y belleza a cambio de nada. Es un don que tengo, es mi naturaleza. Pero en Sicilia hacer eso es subversivo. Cuando no pides nada a cambio, los puercos no te pueden eliminar. Los pol¨ªticos no te pueden censurar. La Iglesia no te puede frenar". Mientras baja de la m¨¢gica pir¨¢mide de acero que ha construido su amigo Mauro Stacciol en lo alto de un monte que mira al Tirreno y a las islas E¨®licas, Antoni Presti va explicando su historia con palabras sencillas, sin la menor afectaci¨®n. Con el aplomo del que sabe que ha ganado la partida.
Presti (Messina, 1957) lleva 30 a?os resistiendo. A los 21 decidi¨® dedicar la fortuna heredada de su padre -un constructor que hac¨ªa autopistas y obras de acuerdo con los pol¨ªticos locales y los capos de Cosa Nostra- a combatir al sistema mafioso de la isla. ?C¨®mo? Invirtiendo en cultura. Su primer proyecto se llam¨® La fiumara d'arte (El torrente del arte). Consist¨ªa en levantar un parque de esculturas, el m¨¢s grande de Europa, desde las monta?as del Valle dei Nebrodi, cerca de Pettineo, el pueblo de su padre, hasta la costa norte de la isla.
Era 1982. Presti busc¨® la ayuda de los alcaldes de la zona, contrat¨® a artistas italianos e internacionales y comenz¨® a instalar las esculturas don¨¢ndoselas a los ayuntamientos. Una gran vagina simbolizaba el nacimiento del proyecto, que acababa en el cauce de un torrente seco con una monumental escultura blanca y negra, hecha de piedra caliza y lava, que simboliza la muerte.
S¨®lo unos meses despu¨¦s fue denunciado por construcci¨®n ilegal y apropiaci¨®n indebida de terrenos. Los alcaldes exig¨ªan la demolici¨®n de las piezas. "Ir¨®nico, en un lugar donde todo el mundo construye desde hace d¨¦cadas sin licencia y con comisiones ilegales muy reglamentadas", comenta Presti. El proceso penal dur¨® 23 a?os. En 2007, finalmente el Supremo le dio la raz¨®n. Hoy La fiumara es legal, muestra una veintena de piezas de singular belleza, la regi¨®n aut¨®noma siciliana ha montado una ruta tur¨ªstica en torno a ella y Presti ha encargado a Staccioli una pir¨¢mide de hierro y acero al borde de un acantilado "para sellar la victoria y la paz".
La pieza se inaugur¨® hace dos semanas con una gran fiesta de fin de semana que Presti celebr¨®, a pocos kil¨®metros de all¨ª, en otro de sus sue?os cumplidos: el Art Hotel Atelier en Castel de Tusa , un delicioso pueblito marinero. Es un hotel peque?o, apenas 100 camas en 40 habitaciones muy especiales. De autor. Presti vaci¨® el edificio en 1990 y encarg¨® la decoraci¨®n de cada habitaci¨®n a un artista distinto. Mario Ceroli, Paolo Icaro, Hidetoshi Nagasawa, Renato Curcio, Ra¨²l Ruiz... La maravillosa habitaci¨®n del profeta, dedicada a Pasolini, fue realizada por Dario Bellezza, Adele Cambria y ¨¦l mismo. El ascensor est¨¢ lleno de poemas de Presti, la recepci¨®n forrada de peri¨®dicos con las haza?as del loco agitador.
Durante los a?os duros, Presti recibi¨® amenazas, bombas y el vac¨ªo total de sus vecinos. Lejos de rendirse, se fue a Catania y a Palermo, ciudades sin ley. En 1999, cre¨® La Casa de los Artistas, 12 habitaciones de arte contempor¨¢neo realizadas por artistas locales. En 2001 llev¨® a Catania en un tren a los mejores poetas italianos, de Sanguinetti a Erba y Portinari. Y en 2002 se meti¨® de lleno en la boca del lobo, montando su fundaci¨®n en Librino, ciudad dormitorio catanesa en la que apenas hay tiendas y donde viven 120.000 personas sin m¨¢s futuro, parec¨ªa, que jugar en el equipo de calcio local o fichar por Cosa Nostra.
"Creamos la idea del Tercer Ojo, un museo-escuela de fotograf¨ªa y arte. Fot¨®grafos y directores de cine vinieron a filmar y fotografiar el alma del barrio, a su gente; quer¨ªamos hacerles protagonistas, devolverles el derecho perdido a su ciudadan¨ªa, ayudarles a respetar su territorio, a encontrar su identidad y el orgullo a trav¨¦s de la belleza", explica Presti. "No me interesa el arte que es est¨¦tica de la apariencia, sino la acci¨®n art¨ªstica que toca y cambia la vida de la gente", a?ade.
La utop¨ªa del ¨²ltimo mecenas italiano es hoy una realidad que abre camino a muchos ni?os, de Librino a Palermo. Quinientos de ellos han rodado anuncios reclamando su derecho a ser libres; otros 500 han bordado 500 banderas ¨¦ticas, para ser ciudad; 2.000 han colaborado junto a sus madres y a una decena de artistas en la decoraci¨®n del puente que divide el barrio en dos. "Las madres me dec¨ªan: 'Es bonito, dottore Presti, es muy bonito, pero estos lo destruir¨¢n en dos d¨ªas, ya lo ver¨¢'. El d¨ªa que lo inauguramos les dije: 'Me dicen las mamme que lo vais a destruir enseguida. Pod¨¦is hacerlo. Pero sabed una cosa: al d¨ªa siguiente nos pondremos a hacerlo otra vez. Y si lo tir¨¢is otra vez, volveremos a hacerlo".
El esp¨ªritu es ese. A veces, basta un solo tipo para derrotar a un ej¨¦rcito y a una mentalidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.