Ignacio Amestoy triunfa hoy
Ahora que, con el delirante procesamiento del juez Baltasar Garz¨®n, hemos regresado a aquellos d¨ªas aparentemente lejanos de nuestra divina Transici¨®n, en que core¨¢bamos "Se ve, se siente, / Carrillo est¨¢ presente" y muchos otros pareados de esta estirpe, tras el ¨¦xito del estreno de la espl¨¦ndida obra La ¨²ltima cena, el jueves pasado, en la sala Guindalera (Mart¨ªnez Izquierdo, 20) hay que corear "Ignacio Amestoy / triunfa hoy". Sigo el f¨²tbol con pasi¨®n por el inmenso placer y por las terribles tragedias -no inferiores al Prometeo encadenado, de Esquilo, o al salvaje Tiestes, de S¨¦neca- que vivo con las derrotas de Osasuna y del Madrid y tambi¨¦n por las lecciones, buenas y malas, que nos dan todos los d¨ªas los clubes y los hinchas.
La tragedia vasca de la incomunicaci¨®n familiar est¨¢ tambi¨¦n en la ra¨ªz del terrorismo etarra
Por ejemplo, cuando entraba en la sala Guindalera, una de las sedes de nuestra cantera teatral, dirigida por Juan Pastor y galardonada con el premio Ojo Cr¨ªtico 2009 de RNE, me acordaba de La Mas¨ªa, ese maravilloso centro de formaci¨®n futbol¨ªstica y humana que ha hecho que siete jugadores del Barcelona y su entrenador, Pep Guardiola, formados all¨ª, le hayan dado, al ganar por 0-2 en el Bernab¨¦u, al Madrid, a su presidente, Florentino P¨¦rez, y "a la afici¨®n en general" -un verso ir¨®nico del catal¨¢n Jaime Gil de Biedma- una lecci¨®n inolvidable de exquisito f¨²tbol.
Este ¨¦xito canterano del Bar?a nos obliga a hacerle una preguntita a Florentino P¨¦rez, el emperador del cheque, para quien los futbolistas de 12, 13 o 15 a?os son seres que todav¨ªa no han salido de los vientres de sus madres y a quienes, por tanto, todav¨ªa no hay que formar ni futbol¨ªstica ni humanamente.
Pregunt¨¦mosle, pues: don Florentino, ?qu¨¦ es para usted la cantera? Y P¨¦rez, que, por otra parte, es un hombre muy culto y con mucho vocabulario, nos contestar¨¢ que la cantera es la finca de Isabel Pantoja. Esta respuesta no est¨¢ nada mal. En la finca Cantora -que no Cantera, presidente-, de la cantaora Isabel Pantoja, hay, es verdad, un buen terreno para que entrenen los alevines del Real Madrid, como, por ejemplo, un hijo de Butrague?o y Enrique S¨¢nchez-Maroto, a quienes vi jugar fant¨¢sticamente al f¨²tbol, hace ya un a?o largo, en unas instalaciones deportivas de Moratalaz, a dos pasos de la calle de Manuel Machado, un soberbio poeta eclipsado por su genial hermano Antonio Machado. ?Y qu¨¦ es La ¨²ltima cena, de Ignacio Amestoy, que ha dirigido Juan Pastor e interpretan excelentemente Jos¨¦ Maya y Bruno Lastra?
La ¨²ltima cena es la tragedia del encuentro en el Pa¨ªs Vasco de un padre escritor, de 60 a?os, que ha fracasado a la hora de alcanzar sus viejas utop¨ªas, con un hijo a quien le patinan las meninges con los delirios de la lucha armada. La obra comienza con la llegada de este hijo que, como todos los activistas de la lucha armada etarra -aunque en la obra en ning¨²n momento se menciona expresamente a ETA ni a los etarras-, vive en la clandestinidad. ?Por qu¨¦ este hijo, que ha tenido una relaci¨®n muy conflictiva con su padre, vuelve a la casa paterna?
No desvelemos la trama de esta tragedia magistral. Pero la causa de este regreso del hijo est¨¢ muy bien justificada. Ya tenemos a un padre y a un hijo vascos, que han tenido graves problemas de comunicaci¨®n, abri¨¦ndose el coraz¨®n a pedradas, que es la forma que los vascos y los ciudadanos nacionales de otras etnias han utilizado, con frecuencia, para la comunicaci¨®n con sus hijos. Entre las muchas cosas buenas que tiene el Pa¨ªs Vasco, la m¨²sica, el levantamiento de piedras y la gastronom¨ªa son admirados en todo el mundo. Pero ?puede alguien imaginarse a un vasco de 60 a?os acariciando y besando a su hijo sin que alg¨²n vecino lo acuse de incesto?
No s¨¦ c¨®mo son los vascos de las nuevas generaciones, que, al menos, han tenido la ventaja de no poder superar en represi¨®n sentimental y sexual a sus padres, pero este vasco de 60 a?os de La ¨²ltima cena naci¨® con los brazos paral¨ªticos y con la boca amordazada y, por tanto, no ha podido ni abrazar ni expresarse con su hijo con palabras.
Esta tragedia vasca de la incomunicaci¨®n familiar est¨¢ tambi¨¦n en la ra¨ªz del terrorismo etarra, aunque la historia del Pa¨ªs Vasco nunca hablar¨¢ de ella. Por eso La ¨²ltima cena debe representarse en el Pa¨ªs Vasco, porque es una lecci¨®n de lo que Unamuno, tan presente en esta obra, llamaba la intrahistoria. La historia secreta de los pa¨ªses la cuenta el arte.
Ignacio Amestoy naci¨® en Bilbao en 1947. Como autor teatral, pertenece a la llamada generaci¨®n del 82, o de la Transici¨®n. Ha estrenado una veintena de obras teatrales. En 2002 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Dram¨¢tica. Ha obtenido en dos ocasiones el premio teatral Lope de Vega y, adem¨¢s, otros premios. Como periodista y gestor cultural brilla a muy alto nivel.
www.ramonirigoyen.com
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