Muesli en la Selva Negra
SPIELWEG, en M¨¹nstertal, es un lugar ideal para oxigenarse y dejarse mimar. Una pista secreta de Angelika Taschen
Entras y te recibe un maravilloso ramo de flores. A la izquierda queda un acogedor sal¨®n con chimenea. El fog¨®n est¨¢ encendido. Me siento un rato, miro qui¨¦n anda por ah¨ª, me tomo algo y aterrizo". Angelika Taschen lleva 35 a?os viajando por los cinco continentes en busca de hoteles especiales, hoteles dif¨ªciles de olvidar. Cada a?o se aloja en m¨¢s de 50, y algunos pocos se descubren luego en esos exquisitos libros de viajes y estilo de vida que ella firma y coordina para la editorial Taschen (como Hotels now, que saldr¨¢ en junio; www.taschen.com). El colonial Oberoi Grand de Calcuta y el Four Seasons de Florencia, con su palazzo renacentista reci¨¦n renovado, han sido algunas paradas recientes. Pero Angelika Taschen se queda m¨¢s cerca de su base de operaciones berlinesa cuando elige un lugar donde se haya sentido especialmente agasajada: la Selva Negra, esa gran masa boscosa que cubre montes y valles al sur de Alemania, donde se esconde el hotel Spielweg.
HOTEL SPIELWEG
M¨¹nstertal (Alemania). Tel¨¦fono: 0049 76 36 70 90.
Web: www.spielweg.com. Precios: la habitaci¨®n doble, de 130 a 141 euros.
"Para que un hotel realmente me guste tienen que conjugarse varios factores, y uno es la localizaci¨®n. Si viajo a una ciudad, quiero alojarme en el coraz¨®n urbano, y si busco naturaleza, quiero poder salir caminando desde la misma puerta. El Spielweg est¨¢ perdido en un frondoso valle, el M¨¹nstertal, y entre las muchas caminatas posibles se puede seguir el cauce de un riachuelo que lleva al cercano monasterio benedictino de St. Trudpert. Es maravilloso. Y si por la noche te duelen las pantorrillas de tanto subir y bajar el monte, una sauna te deja como nueva".
El Spielweg es un hotel rural de 45 habitaciones regentado desde 1861 por la familia Fuchs, aunque ha sido posada desde 1705. "Me gusta que los hoteles respiren la historia del lugar, y esta casa de arquitectura tradicional descubre claves de la Selva Negra", subraya Angelika Taschen (que estudi¨® historia del arte y literatura alemana en Heidelberg).
Sentado en las mesas que se alinean en la fachada, uno divisa el monte fetiche de la casa, el Branden. "La terraza es el lugar perfecto para respirar aire fresco, contemplar y tomarse una copa de vino", seg¨²n Angelika Taschen, quien vuelve una y otra vez a este lugar en busca de la naturaleza, el trato personal y la buena comida.
A cargo de Karl-Josef Fuchs, la cocina apuesta por lo regional. Las verduras de temporada se compran en un mercado de campesinos, el queso se fabrica en la queser¨ªa del hotel, y el propio chef caza los ciervos, conejos y jabal¨ªes que luego prepara en sus fogones. "No soy muy carn¨ªvora, pero el asado de ciervo es una delicia, con esa salsa que denota el dominio en el arte en las especias". Angelika Taschen tambi¨¦n se deja seducir por el desayuno: "Un muesli preparado con cari?o, un maravilloso quark de frutillos rojos, miel local y mermeladas reci¨¦n hechas. Mmm... ?Qu¨¦ delicioso todo!". Josefine Fuchs revela su secreto: "Compramos las frutas cuando est¨¢n en temporada y las congelamos para poder confitar mermeladas a lo largo de todo el a?o". Un detalle que valora Angelika Taschen. "Me encanta que todo sea tan fresco y pegado a la tierra. Me gusta lo local, est¨¦ donde est¨¦. Ser¨ªa una tonter¨ªa comer sushi, digamos, en el desierto. S¨®lo para el desayuno soy muy europea, aunque est¨¦ en la India. No puedo comenzar el d¨ªa con una sopa de arroz".
El Spielweg ha conquistado un lugar especial entre los imprescindibles de la editora. "En este ambiente cultivado y familiar me siento cuidada".
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