El ¨²ltimo Cort¨¢zar que vag¨® en Par¨ªs
F¨¦lix Grande publica 30 cartas in¨¦ditas que le envi¨® el autor de 'Rayuela' - El escritor estaba atormentado por el vac¨ªo que le dej¨® la muerte de Carol Dunlop
"A esa casa que siempre tuvieron abierta para m¨ª y en la que tambi¨¦n entr¨® Carol, a esa casa volver¨¦ pronto para estar con ustedes y tambi¨¦n con ella, que seguir¨¢ junto a m¨ª en todos los viajes que me toque hacer, llegaremos un d¨ªa los dos, seremos siempre los dos como t¨² nos ves en esas p¨¢ginas que me destrozan". No hab¨ªa transcurrido un mes desde la muerte de Carol Dunlop cuando Julio Cort¨¢zar escribi¨® estas l¨ªneas al poeta extreme?o F¨¦lix Grande, que le hab¨ªa abierto de nuevo las puertas de su casa. Pero ya nunca volver¨ªa a entrar Cort¨¢zar, ni con Carol ni sin ella. La depresi¨®n le hizo deambular por las calles de Par¨ªs y visitar con frecuencia el cementerio de Montparnasse, donde descansaba el amor de su vida y en el que dos a?os despu¨¦s acabar¨ªa ¨¦l mismo, consumido por una leucemia. "Ahora es el hueco, es un Par¨ªs zombie, no puedo escribir ni vivir mientras veo c¨®mo nacen estas palabras y corre la tarde. S¨¦ que ustedes dos lo saben y lo comprenden, que no necesito agregar nada, que los quiero tanto...".
Los dos amigos se conocieron en un congreso en La Habana
M¨¢s de 25 a?os despu¨¦s de la ¨²ltima carta que recibi¨® de su amigo Julio Cort¨¢zar, F¨¦lix Grande ha decidido hacer p¨²blica parte de su correspondencia con el autor de Rayuela. Lo ha hecho en la Revista Atl¨¢ntica, que edita la Diputaci¨®n de C¨¢diz y que ma?ana ser¨¢ presentada en Granada por su director, Jos¨¦ Ram¨®n Ripoll y su coordinador, el poeta Javier Vela. "No las he publicado antes por pudor. Me parec¨ªa presuntuoso presumir de la amistad de Cort¨¢zar", dijo el poeta, que record¨® con especial cari?o las ¨²ltimas misivas que recibi¨® de su amigo. "No he conocido a nadie tan feliz como Julio Cort¨¢zar tras conocer a Carol. Era una chiquilla con una inocencia y una dulzura encantadora. Se hizo muy amiga de mi mujer, Paquita, y consigui¨® que Julio rejuveneciera. Tras su muerte se fue apagando poco a poco".
Antes de encontrarse atormentado y solo, en un mundo que parec¨ªa estorbarle y para el que empezaba a intuir un final m¨¢s narrativo que po¨¦tico, Julio Cort¨¢zar se hab¨ªa agarrado a la supervivencia de Carol, hab¨ªa encajado sus sue?os en que ella pudiera superar la enfermedad que la consum¨ªa. El 24 de septiembre de 1982, semanas antes de su muerte con s¨®lo 36 a?os, Cort¨¢zar escribi¨® a F¨¦lix Grande y se mostr¨® optimista. "Carol sigue igual, pero el lunes comienza un tratamiento que deber¨ªa reactivar el funcionamiento de la m¨¦dula y producir los leucocitos que le faltan. Tiene un coraje admirable y s¨¦ que se curar¨¢, pero llevar¨¢ meses hasta salir de esta pesadilla". No fue as¨ª, y tuvieron que pasar dos a?os hasta que pudo librarse del tormento de la soledad que le acompa?aba.
"Sigo bastante enfermo. No pude ir con Tom¨¢s Borge a Barcelona y Madrid, y no sabes cu¨¢nto lo lamento. Pero creo que estar¨¦ mejor en unas semanas. Besos a Paquita y a Lupe, y el abrazo de siempre de tu Julio". Estas fueron las ¨²ltimas palabras que escribi¨® Cort¨¢zar para F¨¦lix Grande, el 19 de abril de 1983, m¨¢s de 15 a?os despu¨¦s de aquellas primeras en las que felicitaba al poeta. "Gracias por escribir una poes¨ªa como la suya en Espa?a", envi¨® por aquel entonces el argentino a su todav¨ªa desconocido amigo. Los dos se conocieron en un congreso en La Habana. "Nos encantaba la m¨²sica. Yo tocaba la guitarra y a ¨¦l le interes¨® el flamenco. Nos junt¨¢bamos con gente que por aquel entonces ten¨ªa unos 20 a?os, como Silvio Rodr¨ªguez y Pablo Milan¨¦s. Nos hicimos muy amigos y ya siempre que viajaba a Madrid se quedaba en casa. Cen¨¢bamos hasta tarde y despu¨¦s nos gustaba ir a tomar unas copas al Whisky Jazz hasta que lo cerraban a las seis de la ma?ana. Despu¨¦s se empe?aba en pasear, que era algo que me agotaba a esas horas aunque yo era mucho m¨¢s joven que ¨¦l. Le gustaba dar paseos por la Castellana".
Durante aquellos d¨ªas, tras largos paseos plagados de conversaciones, F¨¦lix Grande y Julio Cort¨¢zar se adentraron de lleno en los parques y en las plazas de la amistad tratando de pasar de puntillas por los escalones de sus diferencias. "Pronto nos dimos cuenta de que no opin¨¢bamos del mismo modo en temas como el de Cuba", explica Grande.
En una de las cartas Cort¨¢zar decide hablar de pol¨ªtica de manera inequ¨ªvoca. Tras la publicaci¨®n de un art¨ªculo de F¨¦lix Grande en el diario El Socialista de Madrid sobre el poeta nicarag¨¹ense Pablo Antonio Cuadra, Cort¨¢zar responde lo siguiente: "Creo que no has estado nunca en Nicaragua, y desde fuera es dif¨ªcil comprender algunas de las cosas que pasan ah¨ª en este momento; yo, que estoy en mi cuarto viaje y conozco ya a tanta gente, puedo tal vez aclararte un poco el panorama con vistas al futuro".
Existen tambi¨¦n otros pasajes en las 30 cartas en los que Julio Cort¨¢zar se refiere a la pol¨ªtica, citando a Videla o a Pinochet, pero siempre de una forma superficial. "No habl¨¢bamos de lo que pod¨ªa separarnos. Cuando escrib¨ª aquel art¨ªculo mostrando mi inquietud por las caracter¨ªsticas que estaba tomando el Gobierno de Ortega, despu¨¦s de que alg¨²n que otro disparo estuviera dirigido contra aquel peri¨®dico, ¨¦l me escribi¨® aquellas palabras en las que no me re?¨ªa, sino que me quer¨ªa ense?ar el mundo que ¨¦l ve¨ªa", aclara Grande.
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