Los esperados que no llegan
Cuando Tom¨¢s G¨®mez revel¨® a I?aki Gabilondo en la tele que es un error que todav¨ªa los madrile?os no sepan a qui¨¦n podr¨¢n votar como alternativa socialista a Ruiz-Gallard¨®n en la alcald¨ªa de Madrid, no desvel¨® nada nuevo, pero que a¨²n no se sepa si ser¨¢ ¨¦l la alternativa a Esperanza Aguirre, por muy seguro que est¨¦ G¨®mez de que lo va a ser, tambi¨¦n es otro error. Ahora bien, tal como se act¨²a en los partidos, donde ning¨²n error es reconocible y cuando lo es se le atribuye a otro, es de agradecer que G¨®mez no oculte al verdadero culpable: Zapatero. Merece la pena recordar al presidente que de esta dejadez socialista de Madrid es ¨¦l el responsable. Aunque la decisi¨®n que pueda tomar Zapatero sobre los candidatos, a pesar de que se revista luego de libre decisi¨®n de los socialistas madrile?os, tampoco acabe con las incertidumbres entre los interesados en saberlo. Zapatero no se ha distinguido nunca por su acierto en las decisiones que ha tomado sobre las candidaturas de su partido en Madrid.
Zapatero no se ha distinguido por acertar con las candidaturas de su partido en Madrid
As¨ª que los votantes madrile?os, mientras esperan a que el presidente revise el casting, siguen sin saber qu¨¦ har¨ªan por Madrid sus candidatos socialistas si ganan las elecciones de 2011. En el caso de Tom¨¢s G¨®mez, s¨®lo podr¨ªa intuirse qu¨¦ har¨ªa por Madrid si cumple su palabra: lo contrario que Aguirre en muchos casos, que en aspectos como la educaci¨®n, la sanidad y la decencia p¨²blica ya ser¨ªa mucho. Pero no lo acaba de decir o no se le oye, y si se le oyera tampoco se podr¨ªa estar seguro de que el programa a cumplir sea el de ¨¦l o el de otro que pueda sustituirle. G¨®mez, adem¨¢s, no s¨®lo no cuenta con muchos amigos en los medios, que a Aguirre no le faltan ni ella descuida, ya que incluso algunos le deben el favor de su existencia y apoyo, ni puede contar siquiera con medios como Telemadrid, una tele te¨®ricamente p¨²blica que ha secuestrado la presidenta como un aparato de propaganda de su Gobierno. Y es que esa tele juega un destacado papel en lo que nadie, ni siquiera G¨®mez, le niega talento a Aguirre: el teatro del absurdo o la zarzuela, seg¨²n se tercie, cuando no el esperpento. Pero por eso mismo es comprensible la dificultad de quienes, sin querer entregarse a su mismo espect¨¢culo, pretendan abrirse paso en un patio de arrabal con una experta en la confusi¨®n como la presidenta. Y ese modo de actuar, que forma parte sustancial de la degradaci¨®n democr¨¢tica que padecemos, es reconocido como la expresi¨®n del animal pol¨ªtico, en forma no de reproche sino de elogio a Aguirre, con lo que me pregunto si la pol¨ªtica requiere la animalidad y la aplaude. Sea como fuere, no le deseo el talento teatral de la lideresa a ning¨²n candidato, ni en el caso de que carezcan de ¨¦l la contrataci¨®n de asesores teatrales muy bien pagados que les lleven a hacer de la pol¨ªtica esta corrala.
Pero lo malo, no ya para G¨®mez o para cualquier otro candidato de la izquierda, esa otra izquierda especializada en prescindir de sus candidatas m¨¢s id¨®neas, sino para esta comunidad, es que s¨®lo se sabe que su Gobierno existe por el constante barullo de su presidenta, metida en todas las conspiraciones, las de su propio partido y las de otras formaciones, instituciones y cajas, respondiendo a todo lo que no se le pregunta y, a su manera, tambi¨¦n a lo que se le pregunta, lleve zapato bajo o tac¨®n por la declarada influencia del calzado en su comportamiento. De este modo, cualquier debate sobre lo que concierne a Madrid se ve ahogado por ocurrencias extravagantes, salidas de tono o revelaciones relacionadas con la cr¨®nica de tribunales y sucesos en las que ella se?ala a los culpables y se exalta a s¨ª misma sin pudor en un marasmo que no acaba. Sin embargo, si de algo no se puede culpar a Aguirre, ni por supuesto a Gallard¨®n, es de que los socialistas esperen a elegir sus candidatos casi a unas pocas horas de confeccionar las papeletas para que los votantes de Madrid vayamos a las urnas; sobre todo teniendo en cuenta que con falta de medios y debati¨¦ndose en esta bulla, poco ¨¦tica y nada est¨¦tica, necesitar¨ªan m¨¢s tiempo para explicarse.
La verdad es que al presidente Zapatero no le sobran conflictos a los que plantar cara en la escena nacional e internacional como para que se le exija decisi¨®n en el ¨¢mbito municipal y auton¨®mico, pero no consta en ning¨²n sitio que los madrile?os le hayan pedido que sea ¨¦l el que resuelva lo que el PSM deber¨ªa haber resuelto ya. Es adem¨¢s probable que tengan por un error que su bendici¨®n se retrase tanto. Y como se descarta que prefiera inexplicablemente que sus votantes se queden en casa, no se acaba de entender su lenta meditaci¨®n madrile?a.
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