Una erupci¨®n vulgar
La explosi¨®n del volc¨¢n Eyjafjalla ha sido modesta - No afectar¨¢ al clima
Una fisura de la Tierra recorre el Atl¨¢ntico de norte a sur. Es la dorsal atl¨¢ntica, en la que las placas americana y euroasi¨¢tica de la corteza terrestre se est¨¢n separando desde hace millones de a?os y, por tanto, alejan Europa de Am¨¦rica. Por esa grieta emerge magma que alimenta toda una hilera de volcanes submarinos. Justo a caballo de la dorsal est¨¢ Islandia, tan en medio que las dos mitades de la isla se est¨¢n tambi¨¦n separando, unos pocos cent¨ªmetros cada a?o, con numerosos volcanes activos en la zona. La erupci¨®n del Eyjafjalla no ha sorprendido a los vulcan¨®logos. Pero lo que es perfectamente normal para los cient¨ªficos se ha convertido en una pesadilla excepcional para el continente europeo por la llegada de las nubes de polvo volc¨¢nico que impiden la navegaci¨®n a¨¦rea en condiciones de seguridad. Ahora la pregunta clave es si esta situaci¨®n va a durar mucho y si puede repetirse.
La erupci¨®n disminuye, pero no se puede descartar que se reactive
El mecanismo de explosi¨®n del Eyjafjalla es como una olla a presi¨®n
De momento, parece que la situaci¨®n mejora, que la erupci¨®n del Eyjafjalla est¨¢ disminuyendo, pero no se puede descartar que se reactive, que haya una nueva inyecci¨®n de magma o un nuevo cambio de presiones internas, explica Alicia Garc¨ªa, vulcan¨®loga del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. No hay que olvidar que cerca de ese volc¨¢n, en el mismo glaciar, hay otros dos, el Hekla y el Katla, muy violentos. Sobre todo el Katla "puede ser terrible", dice Garc¨ªa, y ha tenido erupciones cada pocas d¨¦cadas, apunta Carlos Carracedo, de la Estaci¨®n Volcanol¨®gica de Canarias (CSIC). "El Katla est¨¢ dando signos de actividad desde 1999 y no se puede descartar que entre en erupci¨®n", se?ala. Los tres volcanes, adem¨¢s, pueden estar conectados.
A los volcanes se los ve venir, se puede anticipar en cierta medida su actividad, si se conoce su historia y se vigilan factores como los temblores, la deformaci¨®n del suelo, la temperatura, las fumarolas, etc¨¦tera. Pero una cosa es detectar con antelaci¨®n el riesgo de erupci¨®n y otra predecirla con exactitud, "y esto es imposible", se?ala Carracedo. "Incluso despu¨¦s de que comience la erupci¨®n, es dificil¨ªsimo estimar la duraci¨®n y las caracter¨ªsticas que va a tener". Por ello, puntualiza Garc¨ªa, es esencial que los pa¨ªses de riesgo volc¨¢nico tengan "un buen sistema de alerta a la poblaci¨®n y de evacuaci¨®n, adem¨¢s de comit¨¦s cient¨ªficos".
El mecanismo de explosi¨®n del Eyjafjalla que ha paralizado la navegaci¨®n a¨¦rea en buena parte de Europa es como una gran olla a presi¨®n, dice el vulcan¨®logo de Canarias. En las ¨²ltimas semanas se hab¨ªa convertido en una atracci¨®n tur¨ªstica con sus bellas coladas de lava, pero ha explotado, generando una columna de varios kil¨®metros de altura, de gases y granos muy finos de roca y vidrio volc¨¢nico, que los vientos han llevado a Europa. "El agua del glaciar se ha filtrado, se ha vaporizado al entrar en contacto con el magma, que est¨¢ a m¨¢s de mil grados cent¨ªgrados, y ha provocado la explosi¨®n volc¨¢nica", explica Carracedo.
Este mecanismo explosivo asociado al agua derretida en el volc¨¢n de Islandia es el mismo que se produce por el agua marina en otros volcanes, o tambi¨¦n por glaciares y neveros, como en los de la Ant¨¢rtida o en los colombianos, incluido el tristemente c¨¦lebre Nevado del Ruiz, destaca Eumenio Ancochea, decano de la Facultad de Ciencias Geol¨®gicas (Universidad Complutense).
En realidad la erupci¨®n del Eyjafjalla no ha sido muy potente, explican los vulcan¨®logos. "El ?ndice de Explosividad Volc¨¢nica (IEV) va de 0 a 8, y ¨¦ste no ha pasado del 2 ¨® 3", explica Ancochea, puntualizando que es un ¨ªndice valorativo, no un factor matem¨¢tico como la escala Richter de los terremotos. "Pero a modo de comparaci¨®n, la erupci¨®n del Pinatubo de 1991 lleg¨® al nivel 5 ¨® 6 del IEV; el famoso Krakatoa, en 1883, a nivel 6, y el Tambora, en 1815, a 7", a?ade.
Las grandes erupciones volc¨¢nicas en el pasado tuvieron notables efectos clim¨¢ticos. La del Pinatubo, por ejemplo, produjo un enfriamiento transitorio del clima del planeta de medio grado aproximadamente debido al polvo del volc¨¢n que inyect¨® en la atm¨®sfera. Ese polvo, como otras part¨ªculas en suspensi¨®n, act¨²a como un ligero velo que intercepta en parte la radiaci¨®n solar.
Pero la reciente erupci¨®n del Eyjafjalla ha sido muy modesta, se?alan los expertos. La nube de polvo no debe tener un impacto apreciable en las temperaturas, coinciden, aunque, como es l¨®gico, habr¨¢ que esperar a tener los datos y las estimaciones precisas para sacar conclusiones.
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