Lula construir¨¢ la tercera mayor presa del mundo en el Amazonas
Fuerte oposici¨®n de ecologistas, ind¨ªgenas y la Iglesia a la central hidroel¨¦ctrica
La justicia brasile?a despej¨® ayer el camino para que el Gobierno del presidente Lula adjudicara las obras de la que ser¨¢ la tercera mayor presa hidroel¨¦ctrica del mundo, despu¨¦s de la de las Tres Gargantas, en China, y la de Itaip¨², en Brasil y Paraguay. Si la fuerte oposici¨®n de los grupos indigenistas y ecologistas no logra detener el proyecto, la presa de Belo Monte, en el Estado de Par¨¢, entrar¨¢ en funcionamiento en 2015, tendr¨¢ una capacidad de 11.233 megavatios de la que podr¨¢n beneficiarse hasta 26 millones de brasile?os y generar¨¢ 18.000 empleos directos.
Pero su construcci¨®n conllevar¨¢, seg¨²n diversos grupos ambientalistas, la inundaci¨®n de 500 kil¨®metros cuadrados de selva, superficie semejante a las 54.252 hect¨¢reas del Parque Nacional de Do?ana. Tambi¨¦n desplazar¨ªa a unos 50.000 indios y campesinos que viven en las inmediaciones del r¨ªo Xing¨² y en el municipio de Altamira, donde ser¨¢ construido el embalse.
El Gobierno prev¨¦ producir electricidad para 26 millones de brasile?os
La obra costar¨¢ 8.000 millones de euros, lo que la convierte en la segunda m¨¢s cara del Plan de Aceleraci¨®n del Crecimiento, s¨®lo por detr¨¢s del tren de alta velocidad que unir¨¢ S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro. Al proyecto optaban dos grandes consorcios formados ambos por empresas p¨²blicas y privadas. Finalmente, el Gobierno se lo adjudic¨® a Norte Energ¨ªa, integrado por una subsidiaria de la empresa estatal Eletrobras y ocho firmas privadas. En el consorcio que perdi¨®, compuesto por media docena de empresa, participaba la el¨¦ctrica espa?ola Iberdrola.
El proyecto, cuyos or¨ªgenes se remontan a mediados de los setenta, se convirti¨® en uno de los grandes empe?os de Lula, que no quer¨ªa abandonar la presidencia el pr¨®ximo diciembre sin dejarlo en marcha. Fue una dura lucha para el gobierno despu¨¦s de que un tribunal regional de Par¨¢ intentara por dos veces impedir la concesi¨®n de la obra. Tuvo que ser un juez federal quien allanara ayer el camino, a pesar de que ¨¦ste a¨²n est¨¢ plagado de obst¨¢culos.
Lula tuvo que sortear todo tipo de barreras para emprender su obra fara¨®nica. Desde decenas de pol¨ªticos y juristas, hasta todos los ecologistas y representantes ind¨ªgenas, lograron durante a?os oponer una fuerte resistencia al proyecto. S¨®lo en los ¨²ltimos meses se produjeron innumerables manifestaciones contra la presa en m¨¢s de seis Estados. Ayer mismo, activistas de Greenpeace volcaron tres toneladas de esti¨¦rcol frente a la entrada principal de la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica (Aneel), en Brasilia, encargada de conceder la obra. Encima de la carga se le¨ªa: "Belo Monte de mierda".
La protesta de las comunidades de 12 regiones ind¨ªgenas logr¨® el respaldo de artistas de renombre como el director del filme Avatar, James Cameron, que visit¨® la zona donde se construir¨¢ la presa en la Amazonia para exigir a Lula que desistiera del plan.
Pero el Gobierno no cedi¨®, alegando que Brasil est¨¢ creciendo mucho econ¨®micamente y que crecer¨¢ a¨²n m¨¢s en los pr¨®ximos a?os. Por ello, va a necesitar mucha m¨¢s energ¨ªa y la Amazonia, con sus r¨ªos, es el coraz¨®n de la energ¨ªa limpia del pa¨ªs. Los cr¨ªticos sostienen, entre otras razones, que para que las empresas se decidieran a llevar a cabo las obras, el Estado les ha tenido que prometer exenciones fiscales valoradas en millones de euros que acabar¨¢n pagando los contribuyentes. Tambi¨¦n se?alan que no se han agotado a¨²n los estudios acerca de los peligros ambientales que pueden implicar abrir esa herida en la Amazonia.
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