Un tesoro de arte a precio regalado
Helga de Alvear dona a Extremadura las 2.500 obras que no quisieron ni Cultura ni varios museos espa?oles - Es una de las mejores colecciones privadas de Europa
"La regalo a Extremadura s¨®lo a cambio de una funda adecuada", exclama la galerista Helga de Alvear. Y el regalo no es cualquier cosa: una de las colecciones de arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes de Europa. Un total de 2.500 obras atesoradas durante m¨¢s de 30 a?os. Y un qui¨¦n es qui¨¦n de la creaci¨®n mundial; de Anish Kapoor a Ugo Rondinone, de Dan Flavin a Donald Judd y de John Baldessari a Damien Hirst o Joseph Beuys.
La "funda" que albergar¨¢ ese legado ser¨¢ definitivamente -y tras una sucesi¨®n de carambolas- la ciudad de C¨¢ceres. Han sido a?os de desinter¨¦s de varias instituciones, pero el viaje del "regalo" termina por fin en la Casa Grande, un edificio de 3.500 metros cuadrados que servir¨¢ de conexi¨®n con la moderna construcci¨®n en la que trabajan los arquitectos Luis Moreno Mansilla y Emilio Tu?¨®n (11.000 metros cuadrados en total).
A primeros de junio, se presentar¨¢ oficialmente el proyecto con una exposici¨®n de un centenar de obras escogidas por la galerista. Para conocer el nuevo museo habr¨¢ que esperar hasta finales del pr¨®ximo a?o.
La idea de crear la fundaci¨®n en Extremadura surgi¨® de manera casual, como una feliz historia de tintes industriales y art¨ªsticos. Fue durante un almuerzo en C¨¢ceres al que asistieron la propia Helga de Alvear, Jos¨¦ Mar¨ªa Vi?uela, director de la colecci¨®n de arte del Banco de Espa?a, y Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, cuando a¨²n era presidente auton¨®mico. Rodr¨ªguez Ibarra le pidi¨® a la galerista que animara a su hermano a construir una f¨¢brica de pl¨¢sticos en la regi¨®n. La galerista, miembro de una rica familia de fabricantes de pa?ales, envases de medicamentos y guantes de l¨¢tex, entre otras cosas, contraofert¨® a Ibarra con la creaci¨®n de un museo en el que pudiera exhibir su colecci¨®n. Rodr¨ªguez Ibarra fue todo reflejos y no dud¨®. "La Administraci¨®n es lenta, pero la colecci¨®n se queda aqu¨ª", recuerda Helga que le asegur¨® el pol¨ªtico.
Antes, en diferentes ocasiones, la galerista hab¨ªa hecho la misma oferta a centros, como Tabakalera en San Sebastian, Artium en Vitoria, Museo Marco de Vigo o Granada. Tambi¨¦n hab¨ªa hablado directamente con pol¨ªticos. "El primero fue Miguel ?ngel Cort¨¦s, secretario de Estado de Cultura con Rajoy, pero luego pasaron muchos otros ministros, populares o socialistas, y ninguno se interes¨®".
M¨¢s que defraudada, Helga de Alvear est¨¢ sorprendida. Adem¨¢s, una vez que Extremadura se interes¨®, tampoco le llovieron las ofertas de instituciones. En cambio, se amontonaron propuestas de fuera, en especial de Alemania, su pa¨ªs de origen (naci¨® en Kirn, en 1936).
Pero ella siempre prefiri¨® que su gran obra como coleccionista se quedara en Espa?a. Aqu¨ª lleg¨® con 21 a?os para aprender espa?ol. Aqu¨ª se cas¨®. Tuvo a sus tres hijas y aqu¨ª ha desarrollado toda su prestigiosa carrera como coleccionista y galerista. Primero a la sombra de Juana Mord¨® y despu¨¦s, en solitario.
"Empec¨¦ en 1967", recuerda, "de Juana aprend¨ª mucho. Sobre todo, que a la hora de comprar no hay que fiarse de nadie, porque todos los consejos est¨¢n contaminados por intereses. Los curators [comisarios], los galeristas, todos aconsejan con inter¨¦s. El coleccionista de verdad tiene que aprender. La intuici¨®n juega tambi¨¦n un papel importante. Y con todo, a veces la pifias".
Con todo, ella est¨¢ satisfecha de sus adquisiciones y sigue comprando en cuanto ve una pieza que la enamora. "El arte es mi ¨²nico vicio. Nunca me han interesado las segundas casas, las joyas o los coches. Lo que m¨¢s me hace disfrutar es el arte contempor¨¢neo; hace poco estuve en Barcelona a recoger un premio y me acerqu¨¦ a Joan Prats. Me llev¨¦ una obra de Fernando Bryce: L'humanit¨¦. En Frieze compr¨¦ El olivo de Hugo Rondinero, y pagu¨¦ tanto que creo que salv¨¦ la feria. Sal¨ª en el New York Times". Y de cara a la crisis, propone a sus colegas que hagan descuentos. "Este mal momento va a servir para depurar el mercado de aficionados que entraron pensando que este era un negocio f¨¢cil".
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